Capítulo 17

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LIMA, PERÚ 

Andrei 

Había logrado escaparse del hotel con Hernán luego de rogarle a Felipe que saliera con él para no levantar sospechas. El pequeño había accedido a cubrirlo, pero Andrei le pedía un poco más que eso, Gabriel estaba muy atento a sus movimientos y un simple mensaje que dijera que comería con Felipe en su habitación no sería suficiente para dejarlo tranquilo y evitar que fuera a buscarlo, por ello, tuvo que prácticamente sacar de la cama a su amigo que aún se recuperaba del Jetlag y prometerle que lo compensaría. A pesar de no estar de acuerdo, Felipe accedió, la emoción de Andrei era demasiada para negarse.

Había hecho una reservación en un restaurante con una de las terrazas más bellas de la ciudad, se encontraba en la cima de un cerro y era bastante exclusivo, ahí podrían tener la privacidad que querían, tal como lo habían hecho en Nueva York.

Hernán estaba fascinado con el lugar, la comida era exquisita, siempre había tenido aprecio por la cocina y una de sus actividades favoritas cuando salía del país era probar los sabores del lugar que visitaba, Andrei lo sabía, se lo había comentado en una de sus tantas conversaciones en las azoteas antes de que cualquier cosa pasara entre ellos, antes de que siquiera supieran que se agradaban, por eso se había esmerado y había buscado un lugar que sabía le gustaría, por su buena comida y por la vista maravillosa que ofrecía, la misma que buscaban cuando subían a lo más alto de los hoteles en los que se hospedaban.

- Amo este lugar... - le dijo Hernán mientras observaba las olas romper en la playa luego que el camarero retirara su plato para traer el postre - ¿cómo conseguiste una mesa aquí?

- No debería revelar mis secretos... - le dijo con una sonrisa traviesa pero Hernán puso esos ojos de cachorro a los que no podía decirle que no - he planeado mucho esta cita, es la primera cita de mi vida, verdadera cita a la que llevo a alguien, no sabía como hacer una, así que decidí que Lima era el lugar indicado y averigué sobre lugares que sabían te iban a gustar, hice la reservación cuando estábamos en Bogotá, porque no quería no conseguir una mesa para esta fecha.

- Eso fue hace muchos días...

- Lo fue, pero quería asegurar que fuese el mejor lugar y este era el mejor lugar.

- Lo es, aunque lo sería incluso un carrito de comida rápida si es contigo.

- Debiste decir eso antes, había uno fuera del hotel - le respondió sacándole una carcajada a Hernán - me hace muy feliz tener esta primera vez contigo.

- Quiero todas tus primeras veces... todas las que me quieras dar.

- Tienes más de las que imaginas - le respondió tomando su mano sobre la mesa, Hernán era la primera persona de la que se enamoraba, su primera cita real, su primera vez haciendo el amor y no sólo teniendo sexo, la primera persona con la que había despertado, la primera vez que se había sentido celoso y así muchas más - algún día te las diré todas.

- Muero por escucharlas... - el camarero se acercó depositando los postres de ambos sobre la mesa, los comieron dándole a probar al otro, saboreándolo en la boca ajena.

Andrei quería congelar ese momento y vivir en él para siempre, era uno de esos extraños momentos en los que te sientes completo, donde nada está mal, todo es risas, caricias y felicidad, en un lugar hermoso, con la persona más maravillosa, disfrutando nada más que placeres simples y la presencia del otro. Hernán tenía una sonrisa en el rostro tan grande que Andrei la grabó en su memoria, sus ojos se veían más brillantes, emocionados, como se ponían cuando le contaba sobre las viviencias que lo habían hecho más feliz o cuando llegaba al orgasmo mientras le hacía el amor, era una felicidad tan pura que era casi tangible y Andrei quería tocarla y acariciarla sólo para mantener esa sonrisa en su rostro.

Tras bambalinas #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora