Capítulo 5

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MADRID, ESPAÑA

Andrei

Siempre sentía los nervios antes de subir al escenario, era una sensación de mareo pero de ese que disfrutaba porque venía de la euforia. El teatro estaba lleno y la expectación por verlo salir a escena lo sorprendió. Cuando el primer acorde sonó el público estalló y Andrei sintió que lloraría cuando los escuchó corear casi todas sus canciones, sabía que Madrid y prácticamente todo España sería su público más fácil, hablaban el mismo idioma y era de conocimiento público que tenía sangre española, incluso su música tenía algunos tintes de eso, pero nada haría que disminuyera su emoción. No fue diferente cuando volvió a subir al escenario, esta vez para acompañar a León, lo habían recibido con gritos y aplausos y a pesar de sus nervios, no se equivocó en la coreografía. Al finalizar el show compartió y se tomó fotografías con algunos fans en el M&G y cuando llegó a su habitación de hotel se quedó mirando por la ventana hasta que el cielo comenzó a aclarar. Había sido más mágico de lo que esperaba.

Hernán

El primer show siempre tenía algo particular, los nervios no se sentían de la misma manera, pero las ansias de pisar el escenario siempre eran las mismas. León tenía una especie de ritual antes de comenzar sus shows donde se encerraba completamente solo en su camarín, jamás había presenciado el espectáculo de alguno de sus teloneros, pero Hernán lo hacía siempre. Durante los ensayos había escuchado a Andrei y le causaba demasiada curiosidad verlo en verdadera acción sobre el escenario, y cuando lo hizo, no quedó decepcionado.

El castaño vestía un traje negro con una camisa roja de seda que le quedaba demasiado bien y el público se lo hizo saber en más de una ocasión. Se movía sin dificultad por el escenario, su show consistía en su voz y sus músicos dejando el alma en cada canción y se sentía más que suficiente, Andrei era capaz de llenar el escenario sin esfuerzo, las personas tras bambalinas estaban cautivadas y el público del teatro lo tenía en el bolsillo desde que había cantado la primera nota. 

La sonrisa no se le borraba del rostro, estaba algo sudado y su cabello había comenzado a caer sobre su frente dándole un aspecto más adulto y seductor y Hernán se encontró recordando la cena de la noche anterior. No habían hablado, ni siquiera se habían sentado en la misma mesa, pero en cuanto el castaño había ingresado al restaurante Hernán no había podido no observarlo, se había acercado más a León intentando involucrarse en la conversación, pero el cantante y su representante sólo hablaban de trabajo y de las ideas que ambos tenían. Había sentido la mirada de Andrei en ocasiones y se la había devuelto encontrándolo siempre concentrado en otra cosa, con esa malditamente encantadora sonrisa dibujada en el rostro, haciéndolo sentir mal por sentir curiosidad por saber que era lo que lo hacía reír.

En el escenario se veía tan relajado como en esa cena, incluso cuando se unió a León y realizó la coreografía que tanto había trabajado. No parecía un principiante, de ninguna manera parecía que era la primera vez que se presentaba frente a público extranjero y todos lo sintieron.

Cuando se fue al hotel esa noche, León cayó dormido junto a él al instante y al día siguiente se encontró con la noticia de su concierto y como Andrei había encantado a todo Madrid.

SEVILLA, ESPAÑA

Andrei

El recibimiento no había sido diferente a Madrid, habían tocado dos noches en aquel lugar y luego de ambos conciertos su nombre había sonado tanto en la televisión como en las radios, incluso su fotografía había aparecido en uno de los diarios junto a la de León. De ese modo se había corrido la voz hasta Sevilla, y aunque Andrei sabía que el teatro lleno no era precisamente para él, lo satisfacía demasiado escuchar los gritos cuando salía al escenario y aún más cuando esos gritos cantaban sus letras.

Tras bambalinas #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora