𖥦 ٭࣭ . ‹ 🌷 › 𝑆𝑂𝐹𝑇 𝑇𝐻𝐼𝑁𝐺𝑆! 𓍼 ꒰ᴘᴀɴʟɪᴇ꒱ . ‧ ˎˊ◌

♡ ¡ Vestuario ! ♡

—¿Seguro que es una buena idea?

—Vamos Charlie, no dejes pasar esto.

El oso revisaba su armario mientras el pie grande miraba de reojo.

Tanto Pardo como Polar habían convencido al hermano del medio que se quedara con Charlie para, según ellos, mejorar sus habilidades en la moda.

Lo cual no era necesario en realidad, ya todo el país había visto en aquel concurso familiar como es que Panda tenía un lado estilista.

Hicieron que el bicolor se quedara en la cueva y recibiera a Charlie. Éste último no tenía idea del porqué iba a quedarse con solo con Panda... Aunque no le molestaba.

Hasta que el más bajo lo recibió con más emoción que otras ocasiones y le contó acerca de su plan.

—El negro te quedaría bien, ¿o el amarillo sería mejor?— El oso tenía varios abrigos de talla grande de varios colores, a lo que Charlie no mencionó nada, pero le alegraba como su amigo estaba tan entusiasmado por probar ropa en él.

—¿Qué opinas? ¿Está mejor el blanco?— Charlie asintió, ya ni ponía atención a lo que el contrario decía, se estaba portando más amable que antes y era muy bueno.

El grisáceo se fue colocando varias prendas, habían suéteres, sombreros y demás que se adecuaban a su talla.

Panda no lo admitiría en voz alta, pero a Charlie le venían de maravilla los colores claros.

—Espera.— Charlie tuvo un problema al tratar de acomodarse una bufanda azul que iba en conjunto con un abrigo beige y un jean.

—Te ayudo.— El pie grande se agachó para quedar a la altura del otro. El bicolor estaba tan concentrado que no notó la mirada incesante del contrario.

Cuando acabó, Charlie lo siguió mirando, pero Panda no se apartó.

—¿Te gusta?— Refiriéndose a la vestimenta que armó.

El más alto se levantó y se vio en el espejo.

—Me encanta.— Dijo alegre.

—Charlie, ya has dicho eso muchas veces, no es como si fuera tan bueno.

—Pero Pan-Pan, ya te lo había dicho, todo lo que haces es lo mejor.

El más bajo se tapó el rostro avergonzado.

"Otra vez."

Pensó, no queriendo mirar al otro sin que se le escapara una sonrisa.

Adoraba los halagos, lo hacían sentirse querido, parte de algo increíble.

Viniendo de parte del pie grande era incluso más agradable.

—¿Dije algo malo?— Le tocó la cabeza al bicolor suavemente, a lo que éste se apartó de inmediato.

—¡No! ¡Todo está bien!— Se rió incómodo.

—De acuerdo...— Sin tenerlo previsto, el más alto le dio un pequeño beso en la frente al oso. —, Me gustó pasar este tiempo contigo.

Panda ya no podía de la vergüenza.

—Podríamos salir mañana, no estoy diciendo que tienes que venir si no quieres, podríamos invitar a mis hermanos, o, o...

—Acepto.— Mencionó entre risas ligeras.

Si, ahora todo estaba muy bien.