𖥦 ٭࣭ . ‹ 🌷 › 𝑆𝑂𝐹𝑇 𝑇𝐻𝐼𝑁𝐺𝑆! 𓍼 ꒰ᴘᴀɴʟɪᴇ꒱ . ‧ ˎˊ◌

♡ ¡ Situaciones ! ♡

En sus días juntos habrían obstáculos, no saldrían del todo como estaban planeados.

Jugar juegos de mesa era algo seguro, claro, si sus hermanos no se interponían, sin darse cuenta que tanto Charlie como él querían un tiempo solos.

Las maratones de películas se ganaban sus puntos. A menos que el par se pusiera a discutir cuál filme querían ver, el más alto prefería la comedia, el bicolor se inclinaba más al romance y drama, lo cual les hacían perder varios minutos hasta que pudieran concordar y estar satisfechos.

Los picnics por las verdes fronteras iban por buen camino, siempre y cuando un animal salvaje no fuera de fisgón. El pie grande miraría a la ardilla, ciervo, tortuga o serpiente que se cruzara por allí y le otorgaría un pedacito de su emparedado. El más joven haría un puchero, pero no evitaría que el grisáceo interactuara con sus vecinos más cercanos.

La posibilidad de ir a la ciudad quedaba descartada, aún si Panda insistía con ponerle un disfraz. Las personas llegaban ser metiches, en palabras de Pardo. Podían meterse en lo que no les importaba e indagar con lo ajeno, eso a Charlie le ponía los nervios de punta. ¿Para qué tener a su novio estresado entre a las luces y las intrincadas carreteras?

A pesar de todo, Panda encontraba lo ideal para pasarla bien con su compañero.

Por ejemplo, entre la lluvia de ideas que surgió en su habitación Charlie agarró un papel y un lápiz amontonados entre tantos materiales de arte que el propietario tenía, sin ser técnico o preciso dibujó al oso y enseguida le mostró. No hubo más que una sonrisa confortante apreciando el que lo hubiera tenido en mente. Terminó uniéndose a la sesión de creatividad, con acuarelas, lienzos y lápices de colores, sin ilustrar a nadie más que al de mayor altura.

El lago privado abría la posibilidad de no encontrarse con algún desconocido. Los dos se podrían relajar viendo las nubes, jugar en el agua y construir castillos de arena, dando paso a las risas y tropiezos que podrían surgir.

Cocinar no era el fuerte de ninguno, sin embargo, harían lo posible por no estropear el lugar favorito del de pelaje blanco. Prepararían galletas, pasteles, platillos con queso y, aunque la masa no estuviera muy equilibrada, si les faltó sal, si se les olvidó agregar algún ingrediente, se divertirían imaginando que estaban en ese popular programa de chefs.

Ver videos de gatos era algo que salió de imprevisto, era una costumbre para cualquiera en la cueva ver algo relacionado a ello si acaso una vez al día. O podían admirar a la rata baegle, de cualquier forma Charlie se entretenía bastante.

Decir que sus días eran predecibles sería incorrecto.

Han llegado a ser caóticos, han habido risas y lágrimas.

Pero añadían una pizca de emoción, había plenitud.

Y mientras permanecieran unidos los altibajos quedaban en segundo plano.