𖥦 ٭࣭ . ‹ 🌷 › 𝑆𝑂𝐹𝑇 𝑇𝐻𝐼𝑁𝐺𝑆! 𓍼 ꒰ᴘᴀɴʟɪᴇ꒱ . ‧ ˎˊ◌

♡ ¡ Lindo ! ♡

—¡No soy lindo!

Mencionaba el oso bicolor hacia sus hermanos.

Trataba de negar algo que desde el principio era evidente.

Evidente sobretodo para el grisáceo.

Porque, él no dudaría en decir que Panda era el oso más tierno que haya visto.

Habían veces en las que ese sentimiento no era muy obvio, digo, visitaba al trío principal a menudo y, si bien se notaba que era más cercano al más bajo no suponía algo fuera de lo normal. Igual sus hermanos conocían como era la dinámica de esos dos.

Pero en otras, el asunto cambiaba.

Pasó cuando ambos tenían la tarea de ir al restaurante de "Pollo y Waffles". Las circunstancias ocasionaron que el de origen chino tuviera unos lentes rojos en vez de sus lentilllas de siempre.

Charlie no tuvo tiempo para decirle algo bonito, porque, ¡lucía tan bien! Cómo todos los días.

Sin embargo, le alentó el poder alzar al bicolor y dar un par de vueltas, sonríendo bastante, olvidando que estaba en la ciudad y que era muy posible que hubiera alguna cámara o humano rondando por ahí.

O también, cuando Panda le ayudó con su nueva casa, un par de retoques por aquí, por allá, no se iban a demorar.

Hasta que, ¡sorpresa! Una tormenta los sorprendió.

Para el más alto fue inevitable no invitar a sus amigos animales a su refugio, incluyendo a las serpientes por supuesto.

Podías notar un brillo particular en sus ojos cuando observó al oso interactuar con su reptil favorito.

Cuando la lluvia aumentó y los truenos eran más frecuentes, no hacían más que abrazarse y tratar de disipar el miedo, un par de caricias casuales y sonrisas reconfortantes bastaban.

Claro, hasta que el auto se deslizó colina abajo y terminó en una explosión no muy grave.

Al empujar el vehículo hacia arriba, mencionarían algo que no sería hablado después.

—Tú eres... lindo Pan-Pan.

El contrario se quedó en silencio, aunque enseguida rió con calma, no por burla, si no porque ese enunciado fue tan inesperado, que no se le ocurrió mejor forma de cambiar el ambiente.

—Yo... Tú...— Miró fijo al suelo, sin ideas. 

Fue interrumpido al escuchar su teléfono sonar.

—Oh, supongo que tienes que irte.

El más bajo asintió. Se miraron un momento antes de agachar la cabeza.

—Nos vemos Charlie.

Y se fue, sin mirar atrás.

—Tú también eres lindo.— Dijo el bicolor cuando ya no había nadie cerca suyo.

Oh claro, el pie grande finalmente pudo compartirle tal pensamiento que tenía hace tanto guardado, ahora era su turno de corresponderle.

Sin tartamudear o salir huyendo en el intento.

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Me quedó medio raro smh.