Destino

Parte 4

Llevaba varias semanas viviendo con los Martin. Ya tenía una rutina establecida y que funcionaba. Me levantaba temprano y me daba una ducha, bajaba a desayunar, recogía y limpiaba lo que ensuciaba, volvía al baño a cepillarme los dientes y peinarme, ordenaba mi habitación y salía para el instituto pasando a recoger a Mike. No coincidía con John porque mientras yo desayunaba él se duchaba y cuando yo recogía y demás, él desayunaba. Después por las tardes, entre estudiar, la revista del instituto y que seguía practicando con el grupo, de lunes a viernes llegaba a casa un poco antes de la cena.

También había quedado varias veces con Jane. Me pidió que la ayudara con algunos trabajos y que le hiciera de tutor, no estábamos en la misma clase, pero teníamos las mismas lecciones, así que pasaba tiempo con ella en la biblioteca. Me enloquecía su sonrisa, par de veces que nuestras manos se rozaron, su cara se sonrojó mucho, es que era tan tímida, me encantaba.

Habíamos ido al cine, a tomar helado y había venido a oírnos tocar alguna vez. Mike quería que le pidiera salir ya, pero ella no parecía todavía muy segura y me gustaba este coqueteo lento. Es tan inocente que quiero ir despacio para no asustarla.

Mientras compartimos las cenas, me sorprendió que por lo visto John sacaba muy buenas notas, ya sabía que jugaba al ajedrez y eso, pero me asombraba que tuviera cerebro, aparte de músculos.

- ¿Y qué tal sigues con lo de ser tutor, eres bien recompensado? -Le preguntó su padre.

-Ehhmmm... si las clases van bien. -Bajó los ojos a su plato completamente rojo, hasta las orejas. Ni de coña pensaba que era tímido.

- ¿Y ya la has invitado a salir? - Atacó su madre sin piedad.

-Bueno, aún no. Hemos ido al cine, a tomar helados y cosas. Pero no sé, noto como que aún no está preparada para dar ese paso. -Respondió en voz baja, sin mirarlos.

- ¿Y tu vida amorosa cómo va? -Me soltaron a mí sin esperarlo.

-Más o menos como él, pero hace poco que estamos siendo amigos, así que no tengo prisa, me gusta seguir conociéndola. -Respondí con tranquilidad.

-Pues nada, ánimo para los dos, ya nos las presentarán cuando sean sus novias.

Siguieron pasando los días, a veces recibía algún email de mi madre, estaba muy feliz, faltaban dos meses para que volviese, así que pronto estaríamos juntos de nuevo. Había llegado y pasado el cumpleaños de John y el mío. Como en los últimos años, no nos invitamos, lo celebramos con nuestros respectivos amigos a nuestra bola.

Nos sacamos el carnet de conducir a la primera, realmente pensaba muy mal de John, ya que me sorprendió que lo lograra. Tenía acceso al coche de mi madre, así que ahora recogía en mi coche a Mike para ir al insti y a cualquier parte. Las cosas con Jane iban igual que siempre, le había dado algún beso, que no pasaba de un pico. Se ponía tan nerviosa que deseaba proteger su inocencia todo lo que pudiera. Así que no pasaba de coger su mano y decidí esperar más tiempo para pedirle salir. Aunque ya le había dejado claro mis intenciones.

En ese entonces, John había llegado a casa, varias veces, con señas de haberse peleado, sus padres parecían acostumbrados, creo que es un matón y sus padres lo saben, aunque para ser sincero no he escuchado nada en el instituto de que hostigue o moleste a los demás. Parecía triste y preocupado. Podría tener problemas amorosos.

Faltaba un mes para que acabaran las clases y empezaran las vacaciones de verano, un mes para que regresara mi madre y volver a mi casa. Estaba ocupadísimo con todas las responsabilidades.

Estaba agobiado estudiando, haciendo mis trabajos, tareas y demás aparte de ayudar y casi hacerle los trabajos a Jane, era tan delicada, que estaba ya muy agotada para poder con todas las responsabilidades escolares.

Muchas veces llegaba junto con John a casa para cenar, los dos nos veíamos cansados. Iba a acabar con nosotros el año escolar y solo pensaba lo malo que va a ser el año siguiente, sería el último en el instituto y tendría que decidir que estudiar, Universidad a la que ir y demás.

Un sábado por la tarde iba por el parque con Jane, habíamos quedado una hora antes para explicarle una cosa para su examen del lunes y a cambio me invitó a un helado. Sentados en un banco mientras nos lo comíamos, hablábamos y reíamos. De pronto, se manchó un poco en la comisura del labio, había leído y visto esto mil veces en series y películas, sabía que a las chicas les parecía romántico.

Así que mirando sus ojos fui inclinándome hacia su boca para limpiar con la mía el helado. Ya estaba llegando cuando alguien me tiró de la camiseta por la espalda, tirándome del banco. Caí al suelo y sobre mí una montaña de músculos que conocía me estampó par de puñetazos en la cara. Mientras me revolvía entre sus piernas para darle, aunque fuera un golpe escuchamos un grito.

-¡Noooo! para, para John, no le pegues. -Los dos paramos, nos miramos y la miramos. - ¿Por qué le pegas?

-Te iba a besar. -Tenía cara de asombro.

-Claro que no, es mi amigo.

- ¿Sois amigos? -Me preguntó con asombro.

-Bueno, sí.

-¡Ahh! perdón. -Se levantó y me ayudó a su vez. -Lo siento.

-Claro, seguro. No me toques y no me hables. Menos mal que en un mes estoy en mi casa. -Lo dije con mucho odio. Me hizo sentir como poco hombre delante de la chica que me gustaba, me sentía humillado y le odiaba como nunca. -Me voy. Ya nos veremos en clase.

Les dejé allí y me fui a casa de Mike, había quedado con él para ayudarle a estudiar. Cuando llegue a su casa se asustó al verme la cara, tenía un ojo hinchado, ya morado y el labio partido. Me curó y puso hielo mientras le conté lo que pasó.

-Y a él que más le daba que besaras a Jane. ¿Son pareja?

-No, creo que son amigos, ella no tiene novio, pero con lo inocente que es, seguramente quiso protegerla. Me da que está fijo de peleas, llega varias veces a casa con señas de pelea. Así que es lo normal en él. -No pude decirlo más despectivamente.

-Yo creo que Jane te la está jugando, ya te lo he dicho otras veces, pero allá tú. Vamos a estudiar.

Continúa>>>