EILAN

24. El club.

Llevaba toda la tarde dándole vueltas, y seguía sin decidirme. No sabía si enviarle un mensaje a Alba, temía que estuviera molesta y me mandara a la mierda por lo que le dije el otro día. Pero María me había dejado claro que si quería verla tendría que decírselo el viernes o el sábado, y ya que hoy por la tarde estaba trabajando, quería proponerle de quedar mañana, sábado, por la mañana.

Después de convencerme a mi misma de que no tenía nada que perder, cogí mi móvil y empecé a escribir. Y a borrar. Y a escribir. Y a borrar. Y así unos minutos hasta que finalmente lo mandé.

"-Alba, me preguntaba si querrías que nos vieramos mañana. Si me mandas a la mierda por lo del otro día, lo entenderé, pero quiero que sepas que no era mi intención hacerte sentir mal. Busco todo lo contrario."

Si tardaba mucho en contestar me iba a dar algo. Esperaba que lo hiciera, fuera para bien o para mal, prefería que me insultara antes que no decirme nada...

Pasaron unos minutos y nada... Vi llegar a mi jefe, y pensé que era un buen momento para contarle lo del otro trabajo, ya que no había casi nadie en el bar. En principio, por contrato, no estaba obligada a avisar con tiempo, pero era un buen hombre, y no quería dejarlo tirado después de haberme dado la oportunidad de trabajar ahí. Es difícil que te contraten en un bar si no tienes experiencia, pero si no empiezas por algún sitio, nunca ganas esa experiencia. Es todo un sinsentido, pero resumiendo, que no quería darle la patada, quería avisar con el máximo tiempo posible para que pudiera buscar a otra persona.

Cuando acabé de contarle todo a mi jefe, me sorprendió ver como sonreía, hasta que me explicó que se alegraba de que tuviera otro trabajo, ya que desde hacía un tiempo no le salían las cuentas, e iba a tener que prescindir de mí y encargarse él, si no quería tener que cerrar el bar. Quedamos en que trabajaría hasta el domingo, y así acababa el mes entero. Pensé que sería buena idea aprovechar para ir un día antes al Eleven, para ver cómo funcionaba todo y ver el ambiente que solía haber allí.

Cogí el móvil para mandarle un mensaje a María, para que le dijera a Pablo que todo estaba solucionado. Justo cuando le di a "Enviar" me llegó una notificación de un nuevo mensaje. Y sí, era Alba.

Pensé en esperar un rato a leerlo, para que no pensara que estaba con el móvil en la mano desesperada por qué contestara. Pero qué coño. Lo estaba. Y estaba tan nerviosa por saber si me odiaba o no, que me dio igual lo que pensara. Así que lo abrí.

"-No te voy a mandar a la mierda, Natalia, pero tampoco te voy a mentir. No creo que sea una buena idea que quedemos, lo siento."

Decía que no, pero me acababa de mandar a la mierda. Amablemente, pero lo había hecho. Sabía que eso iba a pasar, pero no podía no intentarlo...

"-Imaginaba que después de lo del otro día no querrías ni verme. Pero entiende que tenía que intentarlo. Lo siento por todo, Alba."

"-No te equivoques. Yo no he dicho que no quiera verte."

"-Eso no tiene sentido..."

"-Que no deba no quiere decir que no quiera."

"-Tienes un sentido del deber que no entiendo. Debes hacer lo que quieres hacer, lo que te hace feliz."

"-¿Ves por qué no debo quedar contigo? Sé que vamos a acabar hablando de lo mismo, y voy a acabar hecha una mierda como la última vez."

"-¿Y si te aseguro que no va a ser así?"

"-Natalia..."

"-Es importante para mí que vengas. Sé que seguramente te da igual lo que haya compuesto, y lo entiendo, de verdad, pero ya que fuiste tú la que me convenciste de volver a hacerlo, sentía que debía enseñártelo."