-1-

2.1K 140 139
                                    

Persona A: Argentina.
Persona B: Venezuela.





Hace no mucho rato había comenzado a salir el sol, y todo en casa de Venezuela se hallaba en paz y tranquilidad, en silencio.

Los rayos de sol entraban ligeramente por entre las persianas de la habitación del venezolano, logrando iluminar levemente el lugar y, a su vez, logrando despertar al dueño de dicha casa.

Venezuela frunciría el seño entre dormido y despierto, llevándose una mano al rostro para poder frotarse los ojos con pesadez, fatiga y agotamiento.

Eran casi las seis de la mañana de un domingo, y por mala suerte del venezolano, ya se hallaba despierto.

Si, tenía por costumbre el despertarse temprano entre semana, pero en días como los sábados o domingos lo que más anhelaba era poder dormir hasta tarde.

Pero la verdad era otra, no siempre lo lograba.

Con algo de sueño y pereza se revolvió entre las sábanas de la cama y sintió un peso extra sobre la misma. Venezuela se incorporaría un poco para ver a su acompañante y pudo recordar de que se trataba de Argentina.

«Claro, anoche quiso dormir conmigo y no me dejó otra elección» Pensaría observando a Argentina por un momento y riendo por lo bajo.

La noche anterior ambos latinos se habían reunido en casa del de pecas en las mejillas, esto para pasar el rato y hablar de estupideces.

Terminaron comprando alcohol en una licorería a la vuelta de la esquina y cayéndose a palo(1) hasta que ambos estaban que se desmayaban de tanto alcohol en su sistema, posteriormente se hallaba Argentina jalando a Venezuela por un brazo pidiéndole que le dejara dormir con él bajo la excusa de que no quería volver a casa a esa hora y tan solo, a lo que finalmente Venezuela terminó accediendo... aunque si no recordaba si había pasado algo más de ahí, ya no recordaba más nada.

-Marico párate, es de día- Murmuraría Vene por lo bajo, posando una de sus manos en un hombro del argentino y moviéndolo un poco. Nada pasó. -Coño vale despiértate-

El de orbes claros soltaría un bufido, casi en tono amargado y en reclamo por haberlo "despertado". En realidad estaba mucho más dormido que despierto. -Cerrá el orto, no dejas dormir- Mascullaría por lo bajo, acomodándose para darle la espalda al de pecas y seguir durmiendo.

El venezolano ante la respuesta y actitud del contrario entornaría los ojos. Se acomodaría a su lado, abrazándolo por detrás y sobándole un brazo de forma cariñosa. -Arge, vamos- Le diría con un tono de voz dulce y calmado. -Sé que debes estar cansado de anoche y quizá tengas resaca, pero vamos, levántate-

Pudo observar como el argentino se revolvía en su sitio, sin prestarle atención aparentemente y acurrucándose un poco con él.

Venezuela suspiró cansado, este chico si era terco, así que sólo se quedó un rato observándolo y jugando con su cabello.

En una de las veces en que Argentina se estremecía en su sitio en busca de comodidad, Vene logró admirar algo en el cuello del contrario... se trataba de una marca, en realidad en más de una marca, de color entre rojiza y púrpura.

«¿Qué hicimos anoche?» Se preguntó a si mismo, levantándose de la cama y dejando a Argentina aún en el quinto sueño, dirigiéndose al baño y observándose en el espejo.

El de pecas también tenía marcas en su cuello y pecho, hasta se podría decir que tenía más que el de orbes claros, tenía hasta marcas de mordidas.

Una risita se escapó de sus labios y negó con la cabeza. «Maldito quesúo(2)...» Pensaría mientras salía del baño y se recostaba del marco de la puerta.

-Hey, Arge- Llamaría desde su sitio. -Argentina vamos, ya levántate- Diría acercándose a él, tomando la sábana a la cual el contrario se aferraba y con la que se estaba cubriendo, tirando de la misma para desarroparlo y descubrirlo. -Coño párate vale, siempre tengo que sacarte de la cama, sabes que no puedo cargarte la otra vez te me caíste-

Argentina bufaría cansado, incorporándose levemente mientras se frotaba los ojos, abrazando luego una almohada y viendo a Venezuela con una mueca. -Vene, ¿qué tienes con no dejarme dormir?-

Venezuela entornaría los ojos y se encogería de hombros. -Me aburro mientras duermes, hey ya párate-

-No pibe, dejame tranquilo- Murmuraría, dejándose caer en la cama y tratando de conciliar el sueño de nuevo. Pero una risita divertida por parte del pecoso lo pondría algo alerta.

El venezolano se recostaría de nuevo contra el marco de la puerta del baño, cruzado de brazos y viendo a Argentina con una sonrisita traviesa.

-Bien, como quieras- Diría el pecoso en tono divertido y hasta coqueto. -Puedes quedarte durmiendo y luego tú mismo te aseas y te arreglas.
»Yo me voy a bañar... y tenía la idea, más bien quería que me acompañaras. -Diría suspirando exagerando y fingiendo una expresión de decepción. -Supongo que tendré que hacerlo todo yo solo...-

Ante eso, Argentina se había incorporado de repente y se hallaba casi fuera de la cama, con un leve rubor en sus mejillas y los ojos bien abiertos. -¡No tienes que ir solo porque ya me desperté!-

«Ahí te quería agarrar, cochino, quesúo» Pensó con satisfacción y sonriendo de lado. «Sabía que iba a funcionar»

-Pues si quieres unirte, te espero~- Diría el venezolano adentrándose en el baño, siendo lentamente seguido por el argentino, quien tendría una sonrisita juguetona plasmada en su rostro. Sin embargo, el de pecas cerraría la puerta del baño a sus espaldas y dejaría al de orbes claros afuera. -Ahora te quedas afuera y te esperas, mariquito-

Argentina suspiraría indignado e intentaría abrir en vano la puerta. -No puede ser... Vene no seas así, ¡eres un incitador, República Bolivariana de Venezuela! La concha de tu madre...-

-Al menos ya te levantaste de la cama~- Diría Venezuela, casi canturreando, al otro lado de la puerta.

Y con esto, el argentino se sentaría cruzado de brazos en un borde de la cama, con expresión de niño al que acababan de reprender y castigar, todo esto mientras Venezuela se carcajeaba adentro del baño, disfrutando de la reacción del argentino y burlándose de él...

...Amaba molestarlo, en serio lo amaba.





(1) "Cayéndose a palo": Tomar bebidas alcohólicas / emborracharse.

(2) "Quesúo": Es como pervertido, o calentón. No sé cómo explicarlo pero por ahí van los tiros.

Imagine your OTP.🌻✨ [CountryHumans | ArgVene edition 🇦🇷🇻🇪]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora