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Persona A: Venezuela.
Persona B: Argentina.





Lo común es que las parejas tuviesen citas, y no precisamente tenían que ser las típicas, cliché y costosas citas que las personas podían apreciar en la televisión, no, simplemente podían salir a caminar, podían reunirse a ver una película, incluso simplemente podían ver nada más videos en línea o sentarse a hablar, lo importante era pasar el rato y disfrutar de la compañía del otro.

Pues Argentina y Venezuela no se quedaban atrás.

Un sábado por la tarde habían quedado en casa del venezolano simplemente a pasar el rato.

Iban a ver una película, o por lo menos intentarían verla sin ponerla en pausa a cada dos por tres o sin quitarla y terminar viendo cualquier estupidez.

A veces hasta parecían dos niños con TDAH (1), pero esa era la personalidad de ambos latinos.

Argentina se hallaba preparando la película que verían, acomodando la sala de estar y tratando de conectar bien la Canaimita del contrario al televisor. Mientras tanto, Venezuela se hallaba en el baño, más específicamente orinando, todo esto para no “Pararse a mear en medio de la película” en palabras suyas.

Al volver, el de pecas pudo observar al de orbes claros acostado en el sillón donde se iban a sentar y ocupaba este mismo casi en su totalidad.

Venezuela al no saber dónde sentarse le daría un leve empujón y lo vería con una mueca. -Marico acomódate, yo también iba sentado ahí- Le diría murmurando, jalándole un brazo en un intento fallido de levantarlo.

-Cerra el orto que ya puse la película- Diría el argentino con plena indiferencia, sin prestarle antención al tricolor y sin moverse ni un poco.

El de pecas entornaría los ojos y suspiraría pesado, sentándose en el suelo frente a Argentina aún pensando dónde sentarse.

De un momento a otro Venezuela se incorporaría, llamando levemente la atención del contrario y sentándose posteriormente en su regazo con total naturalidad.

Argentina vería al otro latino, luego vería hacia la película y luego de nuevo hacia Venezuela, esbozando una sonrisita ante aquello. -Pues esto me gusta- Diría incorporándose levemente para poder abrazar al moreno por detrás y como si se tratara de un peluche.

Venezuela no mostraría oposición ante aquello, simplemente se quedaría en silencio, entre los brazos del de orbes claros y sintiendo como este mismo depositaba besos dulces y amorosos en su cuello, dejándose dar cariño.

Sin embargo, no sería mucho el tiempo que pasaría sentado en el regazo de Argentina, puesto que de forma repentina se apartaría de él y finalmente se sentaría en el sillón junto a él.

-Ahora si, perfecto~- Diría acomodándose en su sitio, riendo por lo bajo y viendo la película como si nada.

Argentina lo vería incrédulo y con una mueca en el rostro. -¡Oye! Si así estábamos bonito- Le diría casi rogándole para volver a sentarse así.

Pero Venezuela no le haría caso, simplemente imitaría su actitud indiferente del principio y le respondería con un “Callate la jeta, que está puesta la película”.





(1)TDAH: Trastorno de déficit de atención con hiperactividad.

HOLA CHAMOS, una vaina corta pero fina.

MIREN, estoy haciendo una historia RusVene.

MIREN, estoy haciendo una historia RusVene

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Vayan a leerlo si va ahq.

Chau.

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