Nina
Aún no sé cómo pero Mirko había logrado escabullirme hasta la barrera.
Él continuaba con ese sello en su frente, como si fuera un producto de supermercado, y me daba tanta rabia verlo. Aunque lo odiara, esa estúpida marca nos había ayudado. Mirko se hizo pasar por un obediente ciudadano sometido al régimen mientras que al mismo tiempo me ayudó a salir de Vallisneria.También me había prometido buscar a Félix, no había escuchado de él desde que nos habíamos separado. Lo tenían escondido de eso estaba segura, de otra forma él hubiera buscado la manera de verme.
Finalmente estuve del otro lado, lejos quedó el ruido de la maldad. Aquí, lejos de Vallisneria, todo era tranquilidad, jamás te hubieras imaginado que algo tan terrible ocurría allí.
Ahora sólo quedaba caminar unos buenos kilometros hasta Tradescantia, la siguiente ciudad de ángeles. Magnus mantenía una amistad con los líderes de allí, y ellos no dudarían ni un segundo en ayudarlo. Si tuviera poderes todo sería más fácil, en cambio solo confiaba en mi resistencia física, de algo sirvieron los días en que recorría el pueblo en bicicleta.
Quién lo hubiera dicho, de tener días aburridos en Green Bank pasé a estar en una guerra entre ángeles.La noche llegó y aún me faltaba un tramo más, sin embargo a lo lejos ya se veían las torres de la ciudad.
Estaba muy cansada, decidí parar hasta que amanezca. Me senté debajo de un árbol, cubierta por una capa que pertenecía a la madre de Félix. Busqué en uno de los bolsillos internos y encontré el libro de cuentos...Corine, juro que haré justicia por lo que te hicieron y por lo que le están haciendo a tu familia.***
Félix
No aguantaba más ¿qué esperaban de mí?
Comenzaba a pensar que una vez que tuvieran todo el poder y consiguieran lo que están buscando, solo me usarían como el juguete de Mirna. Esa era la única razón por la que me mantenían aquí, porque ella me quería, y aunque no era recíproco, me iba a obligar a estar a su lado.Lo que más me dolía era ser cada vez más consciente de que Magnus no era inmortal, y que era posible de que ya no estuviera con vida.
Me arrepiento de nuestra terrible relación, de haber perdido tanto tiempo odiándolo y se marchó sin poder pedirle perdón.
Sí, fue su culpa haber confiado en River, fue su culpa creerle a él y no a mi mamá, pero lo hecho está hecho y ahora solo me quedaba él, quizás ya no más. Ahora sí estaba completamente solo.Un ruido de llaves y pasos pararon mis pensamientos.
—Ten.
Un guardia entró con la comida y la deslizó entre las rejas. Sin una palabra más, se fue.
Acerqué el plato hacia mí, no me iba a hacer el duro, necesitaba fuerzas y apenas pueda salir de aquí, iré por Nina. Aún me quedaban razones para no rendirme.De repente, un golpe sordo se escuchó afuera del calabozo y al final los pasos nuevamente. Una sombra se posicionó sobre mí.
—Recién empiezo —murmuré sentado en el piso con mi cabeza fija en la comida. Pensaba que era el guardia en busca del plato vacío, pero al notar que seguía allí parado pese a mi respuesta, me puse de pie —¡Mirko!
Sonriendo frente a mí, estaba mi amigo, y la mejor parte era que llevaba un manojo de llaves consigo. Una felicidad me inundó y tuve esperanza otra vez.
—¿Como sabías que estaba aquí? —Me pegué a la reja.
—Supuse que Mirna no querría que te llevaran tan lejos.
—Esa demente...
—Rápido, no tenemos tiempo —metió la llave en el cerrojo y la reja se abrió. De inmediato, nos fundimos en un abrazo.
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Nieve de Plumas ©
FantasíaLibro #2 bilogía Mágico Invierno [Continuación de "Nieve de Cristales", necesario leer antes para entender ésta] [Completa] Nina Cleveland había vivido la aventura más fascinante de su vida y encontró a esa persona especial, pero de un día para el...