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Hola, primero que nada vengo a pedir disculpas por tardar tanto de verdad lo siento! El tiempo se ha ido increíblemente rápido y yo me desaparecí sin dejar rastro, perdón...
Bueno, a pesar de todo sigo viva y les he traído el nuevo capítulo de esta historia, espero lo disfruten :3

¿Sabías qué...?

Los Kappas -en este fic- son seres muy apegados a sus instintos al punto en que no controlan las palabras que salen de su boca ni sus acciones. Es como si el Kappa del individuo tomará posesión del cuerpo de este..

Pero ¿En qué afectará esto a Allen?

Capitulo sin revisión por mí beta
No me mates Hida ;u;

La mirada del albino era una cansada y sobre todo algo perdida, sus labios estaban algo hinchados, sus ojos decaídos y sobre todo vacilantes hacían que se perdiera a la vista lo que eran las grandes y visibles marcas que tenía en el cuello y segur...

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La mirada del albino era una cansada y sobre todo algo perdida, sus labios estaban algo hinchados, sus ojos decaídos y sobre todo vacilantes hacían que se perdiera a la vista lo que eran las grandes y visibles marcas que tenía en el cuello y seguramente demás lugares privados. Allen soltaba de vez en cuando algunos pequeños suspiros y después tomaba un poco de su té relajante; estaba completamente perdido.

Pero ¿cómo evitar aquello?

La intención de Allen era hacer que el bien conocido "destello azul" pagará por todo lo que le había hecho, sobre todo la parte de Lavi, sin embargo en ese mismo instante sus intenciones ya no sabía si eran las mismas; no después de haber pasado el celo del alfa junto con él. Lo admitía, la forma en que le trató fue algo ruda y sobre todo lo había sacado de sus casillas al punto de hacer que pidiera más como la vez pasada. No se entendía en absoluto ¡su maldito instinto no ayuda en nada!

— ¿Te puedes sentar sin dolor?— La voz que escuchó a sus espaldas la conocía bien, una pequeña mueca de disgusto combinada con una sonrisa se formo en su rostro.

— No la tienes tan grande como para dejarme sin caminar — Golpe bajo. Directo al orgullo del sicario.

Kanda mostró su molestia y se sentó frente a él mientras su olor se hacía levemente más fuerte.

— Pues "eso que no es tan grande" te hizo gemir hasta desgarrar tu voz

— Claro, de dolor— Le sonrió — El placer no me lo diste

Ambos se miraron por un largo tiempo mientras que el olor a café y menta comenzaban a chocar entre sí, como si se estuvieran retando. El sicario abrió la boca para hablar pero no lo hizo por una sencilla razón ¡No tenía que decir! Dejó salir un gruñido y desvío la mirada a la vez que chasqueaba la lengua.

Allen por su parte siguió tomando su té con calma y en cuanto lo termino habló nuevamente.

—¿Cómo rayos me encontraste? — Preguntó —Lo que menos quería era verte ¡sobre todo si estabas en celo, maldito pervertido!

El amor de un sicario »Omegaverse«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora