En este mundo Alfa, Beta u Omega crecen para seguir al pie de la letra los estereotipos expuestos por la sociedad.
Los alfas son fuertes y rigen en todo momento.
Los omegas débiles por naturaleza, solo son objetos sexuales y de reproducción.
Betas...
Bueno, regreso como siempre con un capitulo más de este fic pero no sin antes dar nuestro dato curioso que algunos sabrán y otros no, porque poco a poco se irán dando datos nuevos.
¿Sabias qué...?
Tanto omegas, alfas y betas tienen un determinado olor. Este sirve para llamar a su pareja y de la misma forma cambian un poco dependiendo del estado sentimental o emocional de estos, pasando a ser amargos o empalagosos.
Y si, los betas tienen olor pero es tan tenue que no se logra captar.
Recuerden que todo depende del autor.
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El color carmín siempre se le había hecho por demás algo muy... Excitante...
Ver como el carmín era un color fuerte y a la vez apasionante lo hacia querer verlo más, y era mejor si se podía apreciar en todo su esplendor sobre alguien. No sabía cuando fue que le había comenzado a gustar.
Pero así había sido.
No podía decir que era su color favorito pero si el qué lo hacia sentirse más deseoso.
Ah. Y ver al albino bañado en ese color lo hacia querer follarlo con dureza.
—¡Lavi! — El grito desesperado del menor le había calado hasta los oídos, haciéndolo sonreír de forma sínica al ver esa escena en donde el beta, ahora quejándose de dolor, se retorcía en el suelo tal cual vil gusano cuando le echan sal.
Pero eso no hubiera pasado si él albino no anduviera de coqueto.
Al sicario azul en realidad le daba igual la vida del albino, solo había aparecido para poder cobrar su primer pago y ¿por qué no? De paso poder hacer una nueva marca y poder darle duro al albino. Sin embargo, su paradigma cambio bastante al sentirse algo "extraño" mientras estaba de camino.
El lazo le había informado que el albino estaba siendo 'cortejado'.
Bueno, eso no seria problema para él ¡si tan sólo no le afectara! Su alfa interno -el cual lo controlaba por instinto- simplemente no soporto aquello. Si bien, es cierto que el lazo que tenían no era tan fuerte como para que se desarrollarán sentimientos, era lo suficientemente fuerte como para hacer que sus instintos se alteraran.
Y eso le desagradaba.
—Ey, moyashi ¿olvidas que eres mi presa? Será mejor que corras — Habló de forma sería mientras con un movimiento de su muñeca hacia que la sangre del beta la cual estaba sobre su katana, cayera al suelo.
—¿¡Estas loco!? Lavi... ¡Lavi no tiene nada que ver con esto!— Allen sentía enojo, mucho enojo.
La fragancia a menta dulce que desprendía se vio afectada, paso a ser de un olor más fuerte y casi ser hierba buena. En verdad estaba enfurecido. Era todo lo contrario a lo que pensó el azabache que sentiría, porque normalmente cuando pasaba algo por el estilo, la persona que estaba bien terminaba huyendo por miedo.
