En este mundo Alfa, Beta u Omega crecen para seguir al pie de la letra los estereotipos expuestos por la sociedad.
Los alfas son fuertes y rigen en todo momento.
Los omegas débiles por naturaleza, solo son objetos sexuales y de reproducción.
Betas...
Hola, hola, hola! Me hago presente aquí para dejar otro capítulo más y como quiero que lean ya, solo digo... LEAN HASTA EL FINAL!
¿Sabías qué...? Dos alfas pueden entrar en conflicto ya sea por territorio o por alguien a quien están cortejando y/o es pareja de uno de ellos
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La velocidad en la que viajaba el tren era normal para una máquina de ese tipo, ocasionaba que a sus lados una fuerte oleada de viento meciera todo lo que podía a su alrededor y aún más siendo que estaba rodeado de la gran naturaleza del lugar. El suelo se estremecía anunciado el paso de aquella gran máquina, como advirtiendo peligro.
Pero Allen no estaba estremecido necesariamente por el tren. Ni preocupado por el peligro que representa a caer de este.
Observaba los ojos dorados por un momento, aquellos que vivaz mente parecían recorrer su cuerpo en busca de alguna debilidad o el lugar más apto para poder dispararle y proporcionarle una muerte rápida. De ese mismo modo, observaba los ojos azules por instantes, aquellos que le recorrían de igual forma el cuerpo, pero seguramente lo hacían para saber donde pondría su próxima marca o sólo tal vez, buscaban ver debajo de su ropa.
No lo sabia y no tuvo tiempo de pensarlo más.
— Su nombre es Allen, engendro — Sin más, sin entender el porqué, el aroma a sándalo con ylang-ylang lo envolvió y junto con aquel aroma fuerte sintió los brazos rodearle el cuerpo sin ningún tipo de calidez; los brazos de Neah eran fríos — Aprendetelo
Allen de forma inmediata se tenso; sus ojos se abrieron enormes y el color amatista se combinó con un peculiar brillo, el brillo de lágrimas acumulándose en su interior. Por su parte, Kanda tardó un instante en reaccionar. El cuerpo del alfa que desprendía olor a café y tierra mojada estaba paralizado, viendo la mano que anteriormente sostenía al joven blanquecino, como si no pudiera reaccionar; le habían quitado a SU Moyashi de la mano.
Frunció el ceño, pero no solo por eso. En ese instante su alfa interno estaba completamente en alerta y sin querer, al azabache se le escapó un gruñido de los labios.
— Es... Él es... — Murmuró Kanda mientras miraba al alfa contrario con disgusto. Su semblante ensombrecido era poca cosa a comparación de su olor expandiéndose por todo el lugar.
— Oh... El niño quiere jugar.. — Comentó Neah con una sonrisa pequeña y como el contrario, dejó salir parte de su olor sin escrúpulo. Ambos olores chocaron provocando algo impactante.
Cualquiera, fuera alfa, beta u Omega se daría cuenta de lo que estaba pasando de inmediato. No sé necesitaba tanto más que tú instinto para reconocer la pelea de dos alfas por territorio y sobre todo, por una persona. Y lo vieras cómo lo vieras ¡Aquel por el que peleaban era un pobre corderito! O eso se podía decir. Por si fuera poco los olores chocando no podían pasar desapercibidos y así como podían ser percibidos, podían causar diferentes consecuencias.