Capítulo 7

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Luego de haber hecho la tregua con Clairy, decidimos bajar a la estancia a ver televisión; Clairy tomó un libro de su escritorio y puso una manta sobre los hombros. Nos sentamos en el sofá central, uno en cada extremo. 

Tantos malditos canales de televisión y sin nada decente qué ver. Finalmente, decidí dejar el canal de la Premier League, donde pasaban un partido del Mánchester United contra el Tottenham, el partido iba por el minuto 50' 

-¿Te importa si lo dejo? -

Ella negó con la cabeza y siguió con su libro. 

Dirigí mi vista hacia la televisión unos segundos y regresé a Clairy. Seguía concentrada en su lectura de "El Retrato de Dorian Grey."

Luego de veinte minutos de partido, Clairy dejó su libro y centró su atención en la televisión, pero noté que estaba demasiado callada. A decir verdad, podía ver que no estaba prestando atención aunque tenía la mirada fija.

-¿Te sientes bien? -Pregunté. -

-Sí, Daniel. -Me vio para dedicarme una sonrisa, pero fue entonces cuando confirmé mis sospechas.

Dejé el control remoto a un lado y le hablé.

-Clairy...

Pero cuando ella de seguro me replicaría que estaría bien, perdió el conocimiento sin más.

Afortunadamente estaba sentada y cayó con su cuerpo hacia delante, así que no se lastimó.

Me levanté y fui hacia donde ella estaba para cargarla y la recosté a lo largo del sofá. Subí de vuelta a su habitación para buscar el alcohol en el botiquín. Humedecí un pedazo de algodón y lo coloqué cerca de su nariz para que reaccionara.

-Vamos, Clairy. -Dije suavemente. -Regresa.

Después de un rato abrió sus ojos lentamente. Tosió un poco e intentó reincorporarse, pero la detuve.

-Está bien... quédate allí.

Obedeció. Miró hacia el techo y yo suspiré lleno de alivio. Comencé a analizar un momento ¿Por qué se había desmayado? La pérdida de sangre era una buena razón, pero sospechaba que había algo más.

Una idea pasó fugazmente por mi cabeza. Tuve la intención de desecharla, pero tenía un poco de lógica.

-Cuando me fui y te llevaron el desayuno...  ¿Comiste o tiraste la comida? 

Clairy función el ceño.

- Yo no desecharía la comida, Daniel. Jamás lo he hecho y jamás lo haré.

- Pero no desayunaste.

No respondió. Se limitó a negar con la cabeza.

- Guardé la comida y se la di a alguien que la necesitaba.

Relajé mi semblante y volví a suspirar.

- Pequeña tonta. Tú también la necesitas... necesitas recuperar fuerzas.

Se encogió de hombros sin decir nada más.

- ¿Desde cuándo no comes? -Pregunté con suavidad. Por su mirada supe que se lo estaba pensando, haciendo cálculos...  hasta que abrió más sus ojos y me miró algo asustada, supongo que por la reacción que yo fuera a tener. Mierda... -¿Mucho tiempo?

-Creo que sí. -Dijo un poco apenada. -

-Vale...

Eso significaba "sí" para mí. La miré con suavidad. Me molestaba el hecho de que llevara ayunando de esa manera, pero no podía molestarme con ella. Si pretendes ayudar a alguien, debes tener paciencia en lugar de cabrearte porque no hacen lo que se supone que deberían de hacer... en ese momento lo comprendí. Suspiré y me levanté del sofá para encaminarme a la cocina; atravesé el comedor que estaba al lado nuestro para poder llegar ahí. No era una cocina muy grande y estaba limpia... demasiado. 

El Ángel Suicida (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora