La niña, en ese entonces en plena infancia se daba cuenta de la vida adulta, a veces la admiraba y otras veces la aborrecía.
En su vida observó adultos alegres y otros enojados, unos que le causaban miedo y ella podía ver en sus miradas algo que la hacía sentir muy mal.
Aunque no sé explicaba el porqué de sus diversas actitudes, seguía observando.
Su mundo a esa edad ya era muy extenso, hablo de su mundo mental, a esa corta o mediana edad sabía más o menos que había cosas muy raras y muy obscuras, que le provocaban miedo aunque no sabía con certeza qué era.
Pero sin embargo ella se conservaba limpia, inocente, callada...
siempre trataba de encontrarle el lado bueno a todo lo que observaba en su andar. Pensaba que todas las personas aunque pusieran una cara mala, tenían en su interior alguna cosa buena... o eso creía ella.
