Un día volvió a aquel lugar y volvió a jugar con los niños pero esta vez, jugaron algo diferente.
Una de la niñas de mayor edad propuso jugar a "la mamá y el papá" a todos les pareció una buena idea y enseguida comenzaron a formar parejas, todos se elegían y nadie elegía a la niña que sólo observaba. Al último momento todas las niñas querían elegir al niño callado y se formó una riña.
Entonces la mayor, la niña de la idea, le preguntó al niño callado a quién eligia.
Entonces el niño callado, tomó aire y se quedó un momento mirando, después de un rato eligió a la niña que observaba, pero no con palabras, no con su nombre, sólo la señaló con una mueca algo tímida.
Ella no se lo creía pero la idea la puso feliz.
Ese fue un buen día.