-Creo que puedo caminar desde aquí hasta el closet- dijo después de un largo momento, su voz algo quieta y un poco divertida. Asentí mientras el retiraba sus manos de mi cintura para que fuera a cambiarse. Llego al closet y comencé a ver como se colocaba su chaqueta con cierta estabilidad.
–Vas a poder caminar hasta la panadería?.– le pregunte mientras lo veía tambalearse en el cuarto, a punto de caerse mientras ataba las agujetas de sus botas industriales.
El alzó su miraba con una sonrisa descarada en su rostro.
–¿Entonces planeas cargarme todo el camino de aquí hasta ahí?.–
cruce mis brazos en mi pecho. –¿En serio crees que podría cargarte?.–
Se levantó mientras cerraba su chaqueta hasta su barbilla –Uno Nunca sabe.–
–Creo que tendrás que conformarte con que te empuje, es lo único que puedo hacer por ti.– le conteste mientras señalaba la silla de ruedas que estaba apoyada contra la pared cerca de la ventana.
El miro a ver la silla de ruedas y luego me miro a mí, haciendo un gesto adorable y asustado a la misma. Abrió la silla, y se sentó en ella. –¡Vamos rápido!.–
Sacar a Ethan del hospital fue más fácil que la última vez. No había nadie en la sala de recepción, y bajamos en el elevador sin ningún problema. Era una encantadora tarde de febrero, se me hacía lindo el sonido de nuestra charla ociosa mientras lo empujaba por la acera.
Al llegar agradable luz de la panadería deje escapar un suspiro debido a mis invisibles músculos cansados y mis pulmones jadeantes. Le di un último empujón a la silla finalmente entrando a la cálida tienda.
Estire mis brazos por encima de mi cabeza tomando un largo y profundo de respiro de aire con aroma dulce, esto hizo que un ataque de tos me comenzara.
Hubo una pequeña pelea en la parte de atrás de la panadería antes de que Sophie se asomara. –Summer–, exclamó ella, limpiando sus manos en su delantal dirigiéndose al mostrador, sus ojos se iluminaron al ver a mi acompañante. –¿Y Ethan también?–
Asentí dándole una expresión severa mientras sus ojos se desviaban de mi rostro al de Ethan con emoción en sus ojos.
–¿Podemos tomar prestada tu cocina?.–
Ella coloco una mano en su cintura. –¿Prestada?.–
–Solo temporalmente.– Ethan agrego, mientras acomodaba sus piernas y se levantaba, sus dedos apretando mi brazo para mantener su equilibrio.
–Es una cuestión de vida o muerte.– le explique seria, Ethan asintió en acuerdo.
Ella hizo una mueca. –Sabes que cierro a las ocho.–
–Tengo cáncer, ¿eso cuenta?– Pregunto Ethan esperanzado, mientras le dedicaba su mejor sonrisa. Dios, era tan encantador cuando quería serlo.
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Catch me. I'm falling
Fiksi RemajaPrólogo No sé si se puede elegir a la persona de quien te enamoras, quien termina tomando un pequeño pedazo de tu corazón... esa persona se lleva ese pedazo con el cuando se va. Si alguien me hubiera preguntado, no creo que yo hubiera elegido a Etha...