- El 2 de Marzo…- Deje el libro entre mis piernas y baje mi mirada a su cabeza que estaba aprisionada en mi cuello. –¿Qué tiene el 2 de Marzo?–
Me acurruqué un poco más en él buscando darle algún tipo de consuelo. –Ese día será cuando comiencen a darme las quimioterapias.–
–Eso es muy pronto.– Lo mire con sorpresa. Ethan había mencionado eso el último Miércoles, creí que sería más adelante, pero no era así. Todo estaba yendo demasiado rápido, sentía que una mañana despertaría y él ya se habría ido para siempre.
–Tengo siete días. ¿Eso no es suficiente verdad?.–
–Nunca es suficiente.– le conteste frotando mis dedos en su brazo siguiendo un ritmo, mientras pensaba que tan frecuentemente tienes que aceptar las cosas aunque no sean suficiente. –Pero es todo lo que tienes.–
El asintió y asumí que entendió lo quise decir. Era parte de su resignación, entendía el tiempo que le quedaba, era un tiempo limitado y tarde o temprano ese tiempo se iba a acabar. –Cuando tenía dieciséis quería muchas cosas.– dijo finalmente en un tono de nostalgia.
Colocó su barbilla entre m i cabello, lentamente escuche como sus palabras se desprendían de su boca. –Era tan irresponsable y quería muchas cosas, pensé que tal vez podía hacer cualquier cosa. Era guapo, joven, estúpido y el mundo no tenía límite, hasta que me dieron la fecha de mi muerte. Esa fue la peor parte, me quede viendo como los años se desvanecían. Tenía un último año de vida y lo desperdicie mirando hacia atrás, hacia los ayeres, y nada de eso importo. Ninguna de las personas que lastime o ame importaron realmente. Tengo dieciocho años y me voy a morir en un suspiro.–
–Pero he escuchado...– le dije en un susurro, y las palabras salieron fácilmente de mi boca. Sabía exactamente lo que tenía que decirle. –Durante un largo tiempo pensaba que la vida era sobre hacer cosas grandes y cambiar el mundo, y creía que yo podía hacer todo eso. Pero no puedo, y tú tampoco puedes. El punto de la vida es hacer algo con lo que tienes y sentir algo. Vivir hasta que ya no puedas más y no romper algo demasiado hermoso mientras lo haces.–
–Pero pude hacer muchas cosas.– me contesto mientras sus dedos de deslizaban por la sabana.
–Lo hiciste. Hiciste todo lo que pudiste hacer.– le dije pegándonos lo más que nuestros cuerpos nos permitían estar juntos. Él era tan importante. Era tan impredecible y perfecto. El no tenía idea de esto.
–Pero quería hacer mucho más.– dijo mientras sus manos finalmente encontraban mis manos, sus dedos un poco temblorosos encontrando los míos.
–Entonces dime, dime que quieres hacer.– le respondí. El había pasado mucho tiempo pensando en la muerte, era momento de que comenzara a vivir un poco.
Dejo escapar un 'hmm' antes de que respondiera, sus dedos frotando mi espalda mientras pensaba en su respuesta. –Boliche.–
–¿Boliche?– le pregunte sorprendida por su respuesta. Si habría una cosa que tenía que destacar, era que Ethan superaba mis expectativas.
–Hay un salón de boliche en Lewisham, solía ir todos los viernes. Todos iban ahí, James, Tyler, Blair, Cher, Ed y Aiden, podíamos pasar horas ahí perdiendo el tiempo. Era nuestro lugar, era bastante entretenido, aunque Grimmy era aburrido, pero esos son...– Su voz tomo un poco más de claridad. –Esos son algunos de los mejores recuerdos que tengo. Quiero regresar ahí una vez más.–
–A las 7 entonces. Mañana, mándale un mensaje a Blair y a Tyler. Llevaré a Zeth y a Sophie. Podemos hacer una noche agradable.– le conteste fácilmente mientras pasaba una de mis manos en su cabello.
El asintió lentamente. –¿Crees que Zeth y Sophie quieran venir?.–
Le di un pequeño golpe en su cabeza con mi mano. –Claro que si querrán venir tonto.–
–Está bien.– dijo entre un bostezo mientras sus ojos se entre cerraban.
–¿Estás cansado?– le pregunte al escuchar su bostezo.
El asintió. –Como Hazel dice, dormir ayuda a combatir el cáncer.–
–Debería dejarte descansar entonces.– le conteste mientras me alejaba un poco de él.
El me jalo de mi playera tratando de dejarme junto a él.
–Quédate.– dijo suavemente. –Léeme hasta que me duerma.–
Y eso fue lo que hice.
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Catch me. I'm falling
Teen FictionPrólogo No sé si se puede elegir a la persona de quien te enamoras, quien termina tomando un pequeño pedazo de tu corazón... esa persona se lleva ese pedazo con el cuando se va. Si alguien me hubiera preguntado, no creo que yo hubiera elegido a Etha...