Assassino, La Squadra

Melone: Confesión

Cuando abre los ojos débilmente, solo distingue sombras. Sombras, difuminadas, extrañas. Oye el eco de una voz familiar pero esta es demasiado lejana para que la pueda alcanzar.

Sus dedos tiemblan y alguien que permanece a su lado parece notarlo. Por lo que siente al instante un contacto cálido contra su mano derecha. Todo se vuelve silencioso, oye un zumbido fuerte que se va volviendo mas fino al pasar de los minutos. Esta aturdido.

No sabe cuanto tiempo pasa, pero repentinamente se siente como si saliera del agua a la superficie. Toma una gran bocanada de aire y al parpadear finalmente puede ver, puede oir.

Quien esta a su lado, sosteniéndole la mano es Ghiaccio. El peliceleste lo mira con asombro, no trae sus gafas puestas, pero lo que si trae es una especie de yeso rodeando su cuello.

A lado de Ghiaccio esta Pesci. El peliverde lo mira con los ojos cubiertos en lagrimas, respirando entrecortadamente. Pesci luce extraño, su piel ya no es lisa, hay líneas claras atravesándolo en un patrón irregular, como cicatrices.

Es ahí cuando repara en otro sonido "Bep, bep, bep". Separa los labios pero no puede emitir palabra alguna. Esta confundido. ¿Dónde están? ¿Qué esta pasando?

En su desenfrenada búsqueda, Melone aun recostado en la cama mueve la cabeza para ver a sus costados. Hay una cama a cada lado suyo. En una puede distinguir a una persona con demasiadas vendas. Los espacios libres en la piel revelan grotescas cicatrices de quemaduras, pero realmente no puede distinguir quien es, porque su rostro esta volteado hacia el otro extremo de la habitación, con la cabeza apoyada en la almohada. En la otra cama ve una mata de cabellos rubios esparcidos en la almohada y al instante reconoce de quien se trata por el estilizado perfil de ese durmiente rostro. ¡Es Prosciutto!. ¿Pero quien es el otro? A juzgar por la contextura es... es ¿Formaggio? ¿Illuso? Risotto no puede ser, porque esa persona no es tan corpulenta.

La puerta de la habitacion se abre. Oh, ahí esta Risotto. Una momia Risotto, con vendas atravesando su musculoso torso, camina lento, muy, muy lento hacia el.

- Me alegra que hayas despertado, Melone – habla el peligris, deteniéndose a los pies de la cama.

Pero Melone no entiende nada. Parpadea como si se le hubiese hablado en otro idioma.

Y cuando intenta hablar siente un puto dolor agudo en su lengua. Su lengua esta hinchada. ¿Cómo no se percató antes? Esta tan jodidamente enorme que apenas y cabe en su boca. Es extraño, siente empieza a salivar el exceso al intentar hablar.

- ¿Dónde? – alcanza a pronunciar, su voz suena estúpidamente extraña, como si fuera forzado a hablar con un objeto dentro de su boca - ¿Qué... paso?

- Estamos todos en una clínica... - responde Risotto, su voz suena terriblemente cansada.

¿Todos? ¿Eso quiere decir que...? Voltea al instante a la cama de a lado, donde no pudo distinguir a quien la ocupaba. Y Nero lo capta al instante.

- Es Formaggio... Illuso esta en un pabellón privado debido a las toxinas en su cuerpo – explica el peligris. Bajo sus ojos hay unas profundas ojeras. Nunca lo habia visto asi.

Melone baja la mirada, sintiéndose extrañamente... ¿Cómo? No lo sabe. Hay un montón de sentimientos encontrados en el. Están vivos, ¿Pero qué diablos paso con su misión? Iban tras el grupo de Buccellati, para robar a la hija del jefe. El vio el cuerpo de Prosciutto atascado en la parte inferior del tren y lleno de sangre, el vio con sus propios ojos a Pesci destrozado, ambos habían muerto. El ataco al grupo de Buccellati, pero perdió la comunicación con la mierda que creo, hablo por teléfono con Ghiaccio y... ¿Luego que paso?. Estaba en una estación de tren, caminando. ¿Y después? Un intenso y agudo dolor recorriendo su cuerpo, que se expandía desde su lengua antes de paralizarlo por completo. Todo se vuelve negro y ahora abre los ojos aquí. Pesci esta ahí, como si no hubiese estado en pedazos esparcido en aquel sendero, Prosciutto esta ahí, como si no lo hubiese encontrado echo mierda bajo el tren. No entiende nada.