Assassino, La Squadra

Formaggio: Mascotas

Formaggio gruñe disgustado cuando el gato en su regazo se cansa de que este molestándole y como resultado, termina con un arañazo en su mano derecha.

El gato salta lejos y huye maullando por la sala. El se pone de pie mirando el daño.

- Jodido gato... - sisea entre dientes, observando las líneas rojizas que empiezan en su dorso y se desvanecen en su muñeca – Pendejo.

Así que camina por la sala, mientras sus pasos perturban al resto de las mascotas en el lugar que se arremolinan para escapar de él. No les presta atención, va directo a la cocina para poner su mano bajo el grifo. Malditos gatos. Solo quería mimarlos y termino remojando con agua helada su mano herida. Ardía como el demonio, pero ya estaba acostumbrado. Putos gatos.

Desde su lugar, escucha la puerta principal abrirse y un par de pasos a continuación. Oye un jadeo de sorpresa y luego una voz.

- Maldita sea, Formaggio. ¿Cuantos putos gatos tienes aquí? – grita Illuso por encima del sonido de gatos maullando.

- Encontré una caja con diez gatos – explica el hombre de cabellos cortos como si fuese lo mas normal del mundo, caminando hacia la sala donde se encuentra su compañero despues de cerrar la llave del agua.

- ¡Pero si ya tenias cinco gatos! – exclama Illuso exasperado acercándose a uno de los sofás, espantando a un gato gordo que salta del mueble para huir de el– Prosciutto te va a matar - sabe que con eso Prosciutto pegara el grito en el cielo y lo regañara severamente.

- Pero no son como estos – soltó el hombre del chaleco rojo.

Asi que el moreno usa su mano diestra para tomar del lomo un gato de los mas pequeños para ponerlo frente al rostro de su compañero.

- Como no – suelta con acidez el recién llegado.

- Tuerto y Asqueroso se están volviendo mas odiosos y no puedo jugar con ellos, pero con estos si – pone el minino en el regazo de Illuso. El pelicafe frunce el ceño y lo mira unos momentos antes de buscar con la mirada a los gatos mas grandes.

Tuerto es el primer gato de Formaggio, de corto pelaje gris y como su nombre lo indica le falta un ojo, es viejo y agresivo, es el que le ha arañado la mano antes. Asqueroso es un gato demasiado gordo, el que ha ahuyentado del sofá antes, con pelaje esponjoso color blanco.

El pelicafe suspira, rindiéndose y comenzando a acariciar desinteresadamente el lomo del gatito anaranjado que pusieron en su regazo.

Formaggio en cambio prefiere sentarse en la alfombra, rodeado de las odiosas criaturas que ha rescatado de las calles. Saca una pluma con láser de su bolsillo y empieza a jugar con ellos, haciéndoles perseguir el punto rojo por la sala. Uno de los gatos trepa en el mueble del recibidor en la persecución, salta hacia la puerta que recientemente ha sido abierta y aterriza directamente en una mata de cabellos rubios.

- ¡Formaggio! – grita Prosciutto, usando la mano diestra para sacarse la alimaña de encima y dejarla en el suelo. No le extraña ver un nuevo gato, pequeño. Pero definitivamente no esta listo para lo que sus ojos presencian cuando se adentra a la sala.

- Bienvenido – responde Formaggio.

Están infestados de gatos. Desde su lugar en la alfombra el culpable sonríe como si nada estuviese pasando ahí, mientras Illuso luce desinteresado y acaricia a uno de los gatos. Y Prosciutto se siente enfermo.

Enfermo porque sabe que esa plaga no saldrá de su hogar por mas que lo intenten. Enfermo porque su adorado Nimbus, el labrador blanco que él tiene como mascota, se la pasara ladrando desde su lugar en el patio toda la noche al percibir nuevos y diferentes aromas provenientes del interior de la residencia. Enfermo porque tendrá que ayudar a Pesci a cuidar de sus coloridos peces hasta que esos gatos sean amaestrados.

Formaggio definitivamente no conocía los limites. Se echo en la alfombra con los brazos extendidos y dejo que los gatos alborotados se acurrucaran contra el, preguntándose cuando tiempo pasaría antes de que se volvieran tan odiosos como sus 5 gatos mas viejos.

De todos modos, iba a disfrutar al máximo hasta que eso pasara.