❝ Un amor explosivo ❞ ⌇⚣⌇ 〖Kiribaku〗

cap9.

—Bueno, yo... Ehm, sentía algo raro por él, pero no me acuerdo qué era, sé que una de esas cosas era admiración hacia él.

—¿En algún momento te podría llegar a gustar?— Lo miró y este se sorprendió ante la pregunta, él sabía bien que podría llegar a gustar del contrario, pero no se acordaba mucho de él, era cuestión de tiempo para recordar todo. En ese momento no sabía qué responderle.

—Eh-ehm... Supongo, ¿por qué? No entiendo a qué quieres llegar con todo esto...— miró a la muchacha algo confundido y esta sonrió satisfecha por la respuesta del pelirrojo.

—Sinceramente era curiosidad... Pero bueno, ya aclaré algunas dudas sobre unas cosas, ¡ah! Y quería decirte que espero que te mejores pronto, en tu móvil tienes mi número, cualquier cosa que precises o necesites puedes marcarme y atenderé lo antes posible. —sonrió.— Recuerda, soy Mina... Espero en serio que recuperes la memoria y que te vuelvas a acordar de mí.

—Obvio que contaré contigo para cualquier cosa, muchas gracias, espero que me tengas paciencia hasta que recupere la memoria...— rió algo avergonzado, ya que sabía bien que no la iba a recuperar pronto, precisaba paciencia y más que nada ayuda.

—Veo que llegué a mi límite de horario de visita... Mañana veo si puedo venir a verte, espero que descanses bastante.

—¡Eso haré!, Gracias por preocuparte por mí.— sonrió dulce y se despidieron.

Mina estaba bastante feliz por la respuesta del joven y volvió así al edificio donde se encontraban las habitaciones de todos los muchachos.

Llegó sigilosa, pudo notar que no estaban los estudiantes, pero seguramente Bakugou sí, así que rápidamente fue hacia su cuarto y tocó la puerta.

—¡¿Quién carajo es?!— Gritó el rubio ceniza desde adentro, mirando su cuaderno.

—Soy Mina, permiso.— Dicho esto, abrió la puerta y lo miró. —Tengo noticias sobre Kirishima, quizá me mandes a volar, pero quería contarte de lo que hablé con él.

El chico malhumorado le devolvió la mirada totalmente callado, no sabía qué responder, no quería saber si en realidad eso era bastante malo, pero igual no dijo nada, solamente se limitó a mirarla fijamente sin ningún gesto, ni palabra.

La chica de pelo rosa lo tomó como una señal de que quería saber. Se sentó en la silla que había cerca del escritorio y comenzó a contar todo.

—Bueno, le pregunté varias cosas sobre todo, y también le pregunté qué recordaba de tí, me dijo que no mucho, que se acordaba de tu voz porque mientras estaba internado varias veces te escuchó hablarle... Y bueno, también le pregunté sobre sus sentimientos hacia tí, estaba confundido, me respondió que era confuso todo eso, porque ni él sabía lo que sentía, pero que ahora no se acordaba tampoco, así que era medio inútil...— posó su mirada en el móvil que estaba vibrando —...mañana quizá vaya, lo digo por si te interesa y así podemos ir juntos.

Bakugou callado miró hacia la ventana, no pensaba ir con ella o directamente ni creía ir.

No quería ver a alguien que no se acordaba de él para nada, pero si sabía que tenía que ayudarlo a recordar, aunque no tuviera ganas. Era devastador pensar en eso.

—¿Bakugou?— le tocó apenas el hombro y el muchacho reaccionó mirándola. —¿Te encuentras bien?

—Eh... Sí.— soltó casi en un murmuro. Él no estaba bien, no se sentía bien, era más que claro, pero... ¿Qué podía hacer ante esa situación? No se iba a mostrar débil, ni mucho menos iba a llorar delante de ella.

—¿Te parece la idea de ir mañana juntos?

—Yo no puedo, ¡tengo mucho que estudiar!, así que ahora vete.— se levantó con su lápiz en mano y desvió la mirada hacia la puerta.