cap3.

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Tomó su chaqueta y se dispuso ir a buscarlos, sabía que no resistiría si se los encontraba, seguramente los enfrentaría, se conocía bien, pero decidió no pensar cosas tan malas mientras caminaba apurado.

Mientras tanto Denki, Sero y Kirishima se encontraban tranquilos, estaban mirando una tienda que estaba cerca del banco, no se habían ni enterado de lo que pasó, hasta que vieron como tres hombres se metían a un callejón. No entendían mucho lo que estaba pasando, pero por pura chusma se acercaron al callejón y se pusieron a espiar de lo que hablaban estos hombres.

—Te dije que era mala idea haber venido a esta hora! ¡Es cuando más gente hay!

—Sí, pero luego cierran y no teníamos de otra, además... No nos atraparon, así que no te preocupes, no creo que nos encuentren.— respondió el otro.

—Realmente son estúpidos esos héroes, piensan que tienen todo bajo control, pero no pudieron con nosotros, ¡Ja, ja, ja!

Los tres hombres se empezaron a reír, Denki no podía creer lo que escuchaba, ¿Tres villanos? ¿Sueltos?

Sero miró a sus dos amigos y los jaló, obviamente sin hacer ruido, hasta un lugar un poco más transitado. —No nos meteremos, dejaremos esto para los héroes, ¿Escucharon?— dijo el chico de pelo negro.

—¿Pero no oíste?, ¡Están ahí nomás, los podemos atrapar y luego irnos!— dijo el rubio del rayito con cierta emoción.

—No, no lo haremos, ¿Y tú Kirishima? ¿Qué opinas sobre esto?— miró a su compañero. No estaba seguro de hacer esto... Era una mala idea. No había nada que ellos pudieran hacer.

—¡Realmente creo que deberíamos atacar!, Denki tiene razón, los tenemos ahí cerquita, ¡Vamos!, No seas así, que alguno de los dos vaya a buscar a los profesionales y yo me quedo a pelear con el que se anime a pelear junto a mí. Esto es pan comido.— dijo entusiasmado. —Prometo protegerlos y que ninguno salga herido.

—Pero... Chicos, esto es una mala idea, no, ¿Y si alguien sale herido? No, como ya dije esto no es una buena idea... Yo pienso que sería mejor irnos... ¡Kirishima! ¡Espera!— de un momento a otro el muchacho ya se había ido, esto no iba a resultar bien y lo presentía.

El pelirrojo sin pensarlo dos veces salió corriendo a donde se encontraban los hombres, no había pensado un plan, lo único que tenía en la mente era pelear y ganar.

Rápidamente Denki le dijo a Sero que acompañara a Eijiro, ya que él tenía pensado ir en busca de algún profesional o algún héroe local.

—¡Devuelvan lo que robaron!— se escuchó en ese callejón. No pensaba dejar que se llevaran lo que tenían en esas bolsas. Robar no era varonil.

Sero asintió, y salió corriendo a ver qué estaba haciendo su compañero, no quería dejarlo solo por mucho rato mientras ideaba algo con Denki, ya que sabía que podría salir lastimado. No era que no confiara en él, solamente estaba preocupado de la situación, necesitaban la supervisión de algún héroe antes de hacer todo esto. Estaba bastante nervioso, pero tenía que relajarse. Estando tenso no podría pelear, además de que se tenía que despejar de cualquier pensamiento negativo, porque él debía estar atento a todo lo que pasara. No era fácil, pero lo intentaría.

El rubio eléctrico, por su parte salió corriendo a donde estaban los profesionales, no sabía dónde estaban, pero los encontraría. Pensó en que quizá podría encontrar algún héroe local haciendo patrullaje, pero al parecer ya no se encontraban ahí. Podían estar patrullando otra zona más alejada y él no tenía tiempo para buscar en otro lugar, también pasó por su mente que seguramente cada uno ya estaba en su respectiva empresa o que podían estar en hora de descanso, almorzando, haciendo algo más... Comenzó a desesperarse, no sabía si había alguna empresa por esa zona, aunque había leído que no habían muchas cerca de la U.A, esto era peor. Ahora se las tenía que ingeniar para llamar a alguien de mayor rango y que pudieran atrapar a los villanos antes de que algo malo sucediese.

Sero ya tenía a dos de los maleantes encintados, pero al tercero no lo pudo agarrar. Al parecer su estructura física no era normal, tenía un cuerpo gelatinoso, resbaladizo, totalmente lo opuesto al quirk de Kirishima y gracias a este tipo de don se pudo escapar de todo los tipos de agarres que podían hacerle.

Esto era malo, demasiado malo... No podían hacer nada contra él hasta que llegara algún profesional. Todos los golpes que el pelirrojo intentaba darle, eran esquivados con facilidad o sino se hundía en esa masa. Nada ayudaba. El muchacho de pelo negro sabía que esto era una mala idea, no los conocían, ni sabían sus dones, era inútil.

En un momento, uno de los que estaba retenidos gracias a la cinta, la terminó rompiendo y activó su individualidad, la cual consistía en convertirse en un bestia gigante, también le salieron unas garras espantosamente grandes.
Sus sentidos se agudizaron y su don ayudaba a que tuviera un mejor oído, una mayor fuerza... Todo mejor, ¡Esto era imposible!

Kirishima detuvo todos los golpes que esta gran cosa le mandaba, pero se estaba debilitando, lentamente se estaba cansando, cada golpe o rasguño que recibía le estaba afectando. Habían partes que ya no tenían piel, el gran monstruo se había percatado de esto y golpeaba en los lugares que sabía que estaban más afectados. Él estaba llegando a su límite, pero no lo quería asimilar, quería seguir durando hasta que alguien viniese y se encargara, no quería ser tan inútil de no poder con esos villanos... Si no podía con ellos, ¿En serio podría salvar gente y ser un héroe varonil? Sero se dió cuenta de lo que le estaba sucediendo a su compañero y le pidió que se retirara, el pelirrojo no hizo caso, lo quiso seguir protegiendo. Debía cuidar de su amigo, por más de que al principio no aceptó del todo su idea, él se encontraba ahí, ayudándolo. No sería masculino dejarlo peleando solo.

El chico del rayo no pudo conseguir ayuda en todo ese rato, así que regresó al lugar donde estaban teniendo esa pelea los otros dos muchachos. Vio que Kirishima ya estaba casi en su límite, no era bueno, podía hacerse más daño al intentar seguir usando su particularidad y exceder su tiempo límite. Lo intentó sacar, pero acabó recibiendo un golpe de esta grande y feroz bestia. Sus golpes eran fuertes, ásperos, con un solo roce podía hacer que tu piel se abriera.

El muchacho de pelo negro no le quedaba de otra que intentar proteger a Denki, se encontraba tirado en el suelo mientras se agarraba fuertemente del abdomen. Viejo, aquel golpe fue increíblemente fuerte, no se lo había visto venir... y el chico de dientes filosos aún intentaba golpear a duras penas a alguno de estos dos hombres que habían hecho destrozos en varias partes de la ciudad. Porque sí, estos villanos ya eran reconocidos por robar, matar y otros delitos más. ¡No pensaba dejar que personas tan horribles siguiesen en las calles para llevar a cabo sus planes horribles!

Mientras todo esto estaba pasando, Bakugou se había perdido, no sabía el camino hacia el restaurante, no tenía idea dónde quedaba, y mucho menos entendía el porqué había salido de su habitación sin la dirección exacta. Sabía que quedaba cerca del banco, pero... ¿Dónde quedaba el banco? ¿A cuántas cuadras de la avenida principal? ¿Estaba cerca?, ¿Por qué era así de impulsivo?, Esas eran unas de las pocas preguntas que se hacía mientras se desesperaba cada vez más al no ver ese estúpido restaurante, ese estúpido banco y a los estúpidos que tenía de amigos.

Sacó el móvil, intentó buscar rápidamente la dirección, pero por los nervios no podía encontrar dónde se ubicaba, estuvo buscando así por unos cuantos minutos, hasta que lo encontró y salió casi corriendo a la ubicación que marcaba su celular.

Según su móvil estaba a más de un kilómetro del lugar, ¿Cómo se había alejado tan bruscamente de su destino?, ¿Tanto había caminado?

❝ Un amor explosivo ❞ ⌇⚣⌇                                             〖Kiribaku〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora