cap7.

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—Tengo una buena y una mala noticia, la buena es que Kirishima se salvó, lo pudieron operar a la perfección, todo está en orden y ahora se encuentra estable.

—¿Y la mala?— preguntó Kacchan algo impaciente.

—La mala... La mala... —suspiró.— No se preocupen, está bien, ¿Si?

—¡Pero la noticia mala! ¡¿Cuál es?!— estaba algo alterado el muchacho. ¿Una noticia mala y no les quería decir? Eso no estaba bien.

—Calma... Seguramente no sea de mucha importancia, no lo creo, él está bien, la operación salió muy bien, sin muchas complicaciones. Me informaron que mañana podrán ir a verlo, lo que sí, no creo que esté despierto, luego del golpe... Bueno, no despertó, pero seguramente tarde un par de días para despertar.

—¿A qué hora vamos a poder ir?— preguntó Mina preocupada.

—Bien... Vayan a la hora que quieran, pero si van varios a la vez, vean de no tardar mucho, ¿Sí?

Katsuki ya se había marchado, no le importaba de lo que podrían estar hablando, mucho menos los horarios, él sabía que iba a ir antes de todos los demás, no quería encontrárselos y quería pasar el mayor tiempo con Kirishima posible, aunque no estuviera despierto...

Al llegar a su cuarto, decidió prepararse para irse a dormir, sabía que así iba a pasar el tiempo más rápido y podría ir a verlo lo antes posible.
Se metió a la cama ya con su pijama puesto y se dispuso a dormir.

Por otro lado estaban Sero y Denki, habían decidido dormir en la misma habitación, no se sentían cómodos estando lejos, así que se juntaron en el cuarto del rubio llamativo y se acostaron.

Nadie de los que estaba en ese edificio pudo conciliar el sueño esa noche, estaban inquietos, no podían asimilar lo que estaba pasando. No podían aún creer que un amigo suyo estuvo a unos pocos pasos de morir... Era todo difícil, hasta para los profesionales que se hacían cargo de las clases y eso que ellos lo vivían muy seguido.

Al final cada uno pudo dormirse, con distintas técnicas y eso, pero lo bueno es que lo lograron.

A las seis de la mañana, Bakugou ya estaba levantado, estaba pronto para salir rumbo al hospital donde se encontraba Kirishima.

Salió con su mochila colgada en la espalda y su uniforme para luego de ir allá, dirigirse al instituto. Tenía todo lo que podría necesitar en el camino.

Llegó al hospital algo agitado, se había apurado, no quería llegar tarde... El día anterior le había dicho a su compañero que se iban a ver a las seis para poder estudiar, él debía cumplir su palabra.

—¿Dónde era la habitación de Kirishima?— preguntó el rubio ceniza impaciente a la respuesta y algo malhumorado.

—Oh, sí, ven por aquí.— se levantó del asiento, salió de su cuartito donde se encontraba, y se dirigió al cuarto del muchacho. Era la misma recepcionista del día anterior.

Mientras caminaban la muchacha le preguntó —¿Eres el amigo del muchacho... O el novio?— ya casi llegando lo miró y sonrió amablemente.

—¿Qué clase de pregunta es esa?, No sé, no le tendría que importar... ¡Mejor preocúpese por su trabajo!

—Es que te veo bastante preocupado por él, pero bueno, quizá eras el novio o algo así... Acá llegamos.— habló con cierto nerviosismo, pero seguridad.

Bakugou entró callado a la habitación del muchacho y dejó la mochila en uno de los sillones que había cerca. Sintió su pecho achicarse cada que se acercaba a su amigo.

—Hey, estúpido... Vine a ayudarte con la tarea, te lo prometí...

Se acercó y se apoyó levemente en la camilla mirando a Kirishima. Este idiota parecía estar descansando bien, tranquilo, despreocupado... Odiaba verlo así.

—Hum, ¿vas a despertar o pensas quedarte así por siempre? Mirá que te precisamos, bueno, yo no, los demás sí.— dijo con algo de orgullo. Él no lo necesitaba, para nada.

Se podía ver en la máquina que medía los pulsos del muchacho se acelereaban de vez en cuando, pero no era nada de qué preocuparse. Pensó que esto era una señal de que lo estaba escuchando, pero acabó desistiendo al ver que era muy aleatorio sus latidos.

—Espero que no se te ocurra dejarme solo en esta mierda, junto a todos los demás imbéciles, porque preciso tu apoyo...

Él no era muy bueno con las palabras, supongo que eso ya lo sabían y menos cuando se trata de expresar sus sentimientos. Era cerrado y hasta con sus propios padres le costaba, pero esto no significaba que no tenía sentimientos. Tenía demasiados y los reprimía. No servían, según él, solamente estorban la vida de las personas y pueden llegar a cometer locuras por esas mierdas.

En un momento, tomó la mano de Kirishima y la quedó mirando. Era suave, pero tenía pequeñas cicatrices. Le gustaba la forma  que ellas tenían, no eran ni muy grandes, ni muy chicas, suaves y duras a la vez, ¿eso era posible? Mientras miraba se perdió en sus pensamientos, pasaban muchos recuerdos de ellos dos juntos disfrutando de cosas, peleando, o él gritándole... Eran bonitos a decir verdad. Algunos divertidos y otros ruidosos, muy ruidosos.

Lo miraba, y esperaba que se despertara, pero era inútil, no lo hacía. Sabía que aunque lo mirase mucho no iba a despertar por arte de magia, pero podía intentarlo.

Agarró su mochila, se despidió de su amigo y salió por la puerta dando un suspiro pesado, lleno de tristeza, angustia. Ya era hora de su entrenamiento, no podía quedarse todo el día ahí, mirándolo, por más de que quisiese, tenía cosas que hacer.

[...]

Así pasaron dos semanas enteras, donde el rubio ceniza iba a visitarlo, quedaba con él casi una hora, obviamente iba siempre antes de ir al instituto, y por eso, varias veces se quedó dormido en medio de clases importantes. Ya no era el mismo que antes, podía pasar de estar tranquilo a su otro extremo, enojado a más no poder, pero ya no los amenazaba mucho, a veces ni se molestaba con ellos como lo hubiera hecho el Bakugou de antes. No le interesaba mucho lo que les pasara, él no estaba para esa mierda.

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¡Hey! ¡Hola!, Soy el escritor de esta historia y quería hacerles saber de un dato/aclaración sobre este capítulo.

¿Se acuerdan de que Bakugou iba a ayudar a Kirishima con su tarea un sábado y ahora de la nada el rubio se está arreglando para ir al instituto?

Bueno, los sábados y algunos domingos, al menos en mi historia, ellos tienen clases de entrenamiento, no son como las clases normales de todos los días, sino que van los que quieren y tal, obviamente queda en el personaje si quiere ir o no.
Por si se preguntan, estas clases son a la tarde, no hay necesidad de ir al horario normal de instituto, pero bien sabemos que Bakugou no se quiere encontrar con los demás y tampoco quiere que lo vean ir al hospital, así que decide irse temprano, a la hora que le dijo a Kirishima que lo iba a despertar para hacer los deberes.

Eso es todo, ¡Espero que sigan disfrutando de la historia!, Gracias por haber entrado y estar leyendo esta historia, espero poder seguirla y que a ustedes les guste.
Dicho esto, me despido
Los quiero.♡
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Tim.

❝ Un amor explosivo ❞ ⌇⚣⌇                                             〖Kiribaku〗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora