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Me desperté asustado.

Un sueño. Si. Oh, y que sueño... Miré el reloj. Las once menos cuarto de la noche. ¡¿Las once menos cuarto?! Me quité rápidamente la ropa que llevaba.

Cogí mi jersey Lacoste y un pitillo negro. Y los zapatos. Rápido Zayn... Me metí rápidamente al lavabo y me peiné. Me mojé el remolino para que diera el ultimo toqué. Oh si, guapo... Reí para mí mismo. Fui a bajo. Los chicos ya estaban esperando. Las once y cinco. Pasaba un poco, pero no llegaríamos tarde.

- Suerte que me dijiste que estarías preparado... - murmuró Niall.
- Venga, solo son 5 minutos. Me quedé dormido.

Los seguí hasta el coche de Louis.

Pronto aparcó delante de un local donde había gente haciendo cola. A fuera, como siempre, paparazis. Un bombazo, One Direction y Nick Jonas juntos en una fiesta. Había fans fuera, que se morían chillando. Nosotros nos pusimos gafas de sol.

- Venga chicos... - dijo Harry suspirando - ¿preparados para la estampida?
- Si... - Liam abrió su puerta y salió.

Louis también. Yo corrí mi puerta y también salí.


- ¡Aaaahh! – una manada de fans se nos acercó corriendo, casi tirando las vallas.
- ¡Harry! ¡Quiero un hijo tuyo!
- ¡Zayn! ¡Te amo!
- ¡Louis! ¡Louis! ¡Cásate conmigo!
- Lo siento preciosa, ya tengo a mi chica... - Louis le guiñó el ojo.

Esa chica parecía que se derretía. No le quedaron fuerzas ni para chillar. Todos sonreímos sonreíamos.

- ¡Chicos! – Nick se acercó y otra ola de gritos se levantó de tono. - ¡me alegra que ya vinieron! – le dio unas palmadas al hombro a Harry.

Los seis entramos dentro del local, siendo el centro de atenciones de todas las miradas.

- ¡Zayn! – me giré a ver quién era.
- Oh, Gigi... - se acercó y me dio dos besos – cuanto tiempo sin verte, mujer... ¡y que cambio!
- Tú estás muy guapo. – dijo sonriendo.
- Tú también estás hermosa – me acordé de lo que me había dicho Louis hacía poco. - ¡ven! – la cogí de la mano y me la llevé a un lado apartado.
- ¿Qué tal te va todo?
- Bien, bien... - le sonreí. Fue el amor de mi vida... y lo que me había dicho Louis me había dolido en parte... - ¿cierto que te casas el mes que viene?
- ¡Si! Estoy muy emocionada... hace ya cuatro años que Cody y yo estamos saliendo y ya sabes... quiero pasar el resto de mi vida con él. ¿Tú aun estás sin novia?
- Si... desde hace medio año... no he tenido más suerte – reí un poco, y la imagen de Perrie se me volvió a aparecer en la cabeza. – Gigi...
- Lo nuestro habría podido durar Zayn... - ella suspiró, yo la miré. – estábamos... enamorados... solo tendríamos que haber estado juntos esos dos años más de adolescencia... y luego ya está... pasar la vida... juntos. – sonrió. – Eh, no quiero decir nada con eso, pero estaba muy colgada de ti.
- Lo sé. – la miré, ella alzó la vista de nuestras manos – un amor así no se olvida...
- Encontrarás a la mujer perfecta. – sonrió. – lo sé, eres un chico fantástico.
- ¿Puedo...? – suspiré.
- Dime... - sonrió de nuevo.
- ¿Puedo pedirte un último favor antes de que te cases?
- Claro... - me guiñó el ojo. – siempre hemos sido grandes amigos. Dime lo que sea.
- ¿Puedo...? – repetí por segunda vez, ella asintió. – Gigi, por favor... - me acerqué a su oído – bésame por última vez...

Pensé que se lo tomaría a mal. Pero no. Rozó sus labios con los míos. Y al fin los juntamos. Todas aquellas sensaciones que me había hecho sentir antes, habían desaparecido. Ella entrelazó su lengua con la mía. Pasé mis dedos por sus largas extensiones. Al fin se separó.

- Venga Zayn... - dijo casi a centímetros. – tenemos que asumirlo... ya no es lo mismo...
- Lo sé... - le sonreí. – pero, aun así, gracias... ¿Me invitarás a la boda, supongo?
- ¡Claro, tonto!
- Será fantástico verte con el vestido. – ella se rió.
- Y a ti de negro y bien mudado.
- Venga... - me reí – vámonos a la fiesta, estarán buscándonos. – aunque dudaba que los chicos me estuvieran buscando, Gigi y yo nos dirigimos a la fiesta.

La fiesta transcurrió. Rápidamente se hicieron la una de la madrugada. Tenía la cabeza como un bombo de tanta música house. Busqué a Louis.

- ¡Hey, Louis! – le toqué el hombro, él se giró. Y por su aspecto, no estaba nada bien. – has bebido. – suspiré. – Yo me voy para casa, esto ya está desmadrado.
- Si, si... - para mí que no sabía en esos momentos ni quién era.
- Te cojo el coche, ¿he? ustedes ya volvéis con el de Demi.
- Que vale...

Le cogí las llaves y me dirigí hacia a fuera. Oh, lo que faltaba. Llovía. Bueno. Tenía el coche en frente, no me mojaría. Me metí en el piloto, rápido. Llovía mucho... Empecé a conducir dirección a la casa de mis padres.

En la acera de la calle de la izquierda pudedistinguir una sombra, que a medida que me fui acercando con el coche seaclaró. Llevaba un mini vestido azul eléctrico, todo empapado. Los tacones y elbolso, blanco. Bajé la ventanilla.

- ¿Qué hace esta señorita sin paraguas y sola aestas horas de la madrugada? – dije sonriendo. – Anda, Perrie, sube.

Mi Doctora (Adap. Zerrie)Where stories live. Discover now