Nada, eso era lo que sus ojos veían...nada.
Un silencio espeso que se extendía por cientos de millas, pero aun así el latido de su corazón y los susurros de las ideas que iban y venían hacían un eco que solo el sentía.
¿Estaba muerto? No estaba seguro, de lo que si era que no hace mucho tuvo varias peleas, implacable en su mayoría...pero la última... no se sentía como una victoria.
El Cazador de Héroes se presentó ante el con la amenaza de darle caza. Una ¨tonta redundancia¨ pensaba él. No tenía tiempo para atender ese asunto, la ciudad estaba en peligro y por consecuente la estúpida familia rica que le asignaron a cuidar también. Su oponente poco le importaba; dando el primer golpe declaro su encuentro iniciado.
Garou finalmente lo vio directamente al obligarlo a usar su bate como escudo. Por un instante las miradas chocaron. Los ojos del monstruo humano se encendían con hambre de lucha. Sin embargo los de Badd parecían confundidos e irritados. Abrumado por la sensación empujó a su atacante para darle espacio.
-¿Esos ojos... los he visto antes?-
Fue una pequeña pregunta que se deslizo por su cabeza antes de centrarse en lo más importante; el ahora. Ese ciempiés no se iba a morir solo, tenía que acabar con este asunto ya. Un segundo ataque directo a su cara inicio la verdadera pelea. Golpe, batazo, golpe con codo, patada, esquivar, cubrir, girar, era un baile muy reñido en el cual Garou mostraba ventaja. No por eso Badd se quedaría muy atrás; su sangre recorría su ser prendiéndolo en llamas para activar cada fibra muscular que poseía. A pesar de eso sentía que algo estaba cambiando. O era que su espíritu de lucha lo hacía imparable o los golpes de Garou se estaban haciendo algo débiles. Pues más que ¨matarlo¨ cómo declaro en primera instancia, estaba haciendo lo que menciono un poco después... ¨jugare contigo¨, los golpes que recibía no se sentían con malicia asesina; sino con una burla muy infantil. Lo que provocaba que se enfadara más.
Después de intercambiar una que otra burla y chiste pudiente acompañados claro de implacables golpes, Badd saco una última carta secreta. Aunque Garou no titubeo al esquivar cada movimiento y abrir una brecha en el para un golpe final.
Badd estaba tendido en el suelo, aun desangrándose en altas cantidades y con la cabeza aturdida, preguntándose porque el cazador no terminaba su 'trabajo', pensaba que el asunto de matar era algo serio, sin embargo sentía que su adversario había bajado la guardia y se disponía a retirarse con el sabor de la victoria en la boca...no se lo iba a permitir.
En un instante se levantó y decidido a terminar el asunto; el swing más poderoso que tenía estaba dispuesto a impactar contra él, de no ser por la voz de su pequeña hermana que lo obligo a frenar el bate en el aire. Agrietando el suelo por la onda de impacto y con la mirada perpleja del cazador, no le quedó otra que apagar su ira momentáneamente. Mala idea, el cazador lo aparto con un no tan amistoso puño. Al ver que su presa no estaba tendida en el suelo, intento acabar con el trabajo, pero Zenko se interpuso entre ambos guerreros.
-¡¡¡¡SE ACABO!!!!
Repetía la pequeña niña más firme que el acero. Mientras que Badd se preparaba para un eminente ataque, Garou un tanto anonadado y perplejo no sabía cómo reaccionar realmente a la situación. Con un poco de aire de mentira, Garou se retira diciendo que tiene un asunto más importante que atender. Badd no duda en sacar su lado temerario y un tanto imprudente al intentar molestarlo verbalmente. La verdad es que esperaba cualquier reacción de Garou menos esa. Estaba mintiendo, lo sabía muy bien, pero no el por qué... es decir; no le costaba nada apartar a Zenko o incluso desmayarla con un golpe certero para continuar la pelea... pero no lo hizo. Hasta se podría decir que no era ¨tan malo¨. Badd lo vio alejarse y su mente volvió a formular la misma pregunta o al menos una parecida.
-¿Te conozco?-
Su laguna mental fue interrumpida por la vos de su hermana.
- ¡Monstruos!
¡Cierto! Aún tenía que encargarse de eso, pero parece que Zenko no estaba de acuerdo. Harta de que su hermano no la escuchara se las arregló para saltar lo suficientemente alto y darle un golpe en la nuca. No fue demasiado fuerte, pero la avalancha de daño acumulado lo hizo desistir. Cayendo finalmente inconsciente al suelo, inundándose en una oscuridad rara pero necesaria.
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De nuevo aquí, en la extensa nada. No sabes si tu mente realmente esta descansando o se las está ingeniando para reanimarte a despertar. Pero en medio de esa oscuridad... algo estaba emergiendo, arrastrándose con uñas y luchando por ser oído. El héroe se acercó a la fuente de esa suplica, no es como si tuviera algo mejor que hacer. Los pazos parecían más indecisos, no sabía si en algún momento el camino se acabaría o tropezaría con algo. El eco tampoco servía de mucho, solo reverberaba un murmullo, que después reconoció como un sollozo. Que mala jugada le estaba dando su cabeza pensaba, puede que demasiados golpes por un día se decía.
Entonces, de la nada ante él; una silueta de un niño apareció sin más, estaba sentado, abrazando sus propias piernas y no permitía ver su cara, solo un elegante cabello blanco lo distinguía en las sombras. Tenía varias heridas, muchas tratadas con gazas y curitas, otras más recientes que parecían indicar una pelea no hace mucho. Badd quedo en shock, jamás había tenido este tipo de ¨sueños¨ o experiencias. De alguna manera, el ver a ese pequeño le carcomía el alma, el sentimiento se volvía peor al no saber porqué. Solo quería decirle que todo estaría bien, abrazarlo y llevarlo a casa. Por primera vez trato de articular voz en ese gran silencio que parecía no tener fin.
-¿Quién eres?-
Planeaba preguntar aun con un poco de temblor en su voz, pero antes de poder hacerlo todo se ilumino cegándolo en el proceso. La silueta del niño se esfumo, dando paso a la cara de su hermana que parecía bastante feliz de verlo. Había despertado, estaba en un hospital. Al enfocar mejor se dio cuenta que varios héroes de distintos rangos se encontraban ahí. Heridos, pero no de gravedad. No sabía cuánto tiempo estuvo inconsciente, todas sus heridas tratadas denotaban al menos uno o dos días. Rápidamente Zenko le ofreció rodajas de manzana para nutrirse además del suero. Era como un gran manjar para la lengua, pero una tortura para la mandíbula adolorida. Aun sin decir palabra, el héroe caído estaba en sus pensamientos, apartado de la realidad, cuestionándose...
-¿Quién era ese niño?-
Y...
-¿Por qué se parecía a Garou?-
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Eras tu... (Batarou)
FanfictionDesde el momento en que Badd vio a Garou sintió que algo no encajaba. Su cabeza ya había recibido varios golpes en las peleas pasadas, pero el de su hermana en la nuca fue la gota que derramo el vaso. Ya en el hospital; inconsciente, su cerebro empi...