Sintomas

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Dos meses han pasado desde la llegada del ex-cazador de héroes a la casa de la familia Baddo, resumiendo sucesos; cuando Badd recogió a su hermana de la clase de piano, aprovecho el recorrido de vuelta para tratar de explicarle la situación. A pesar de ser el aclamado héroe de clase S, debía admitir que le tenía cierto miedo a su hermana. Oraba que su reacción al saber todo y llegar a la casa encontrándose con Garou no fuera de arrebatarle su bate y tratar de golpearlo. Supuso que hizo las cosas bien al platicarle primero su encuentro de niños, que sin querer se volvieron a topar en una no tan buena situación. Sorprendentemente su hermana era demasiado lista para su corta edad. Entendió la situación mejor de lo que pensaba.

Badd aun con el estómago amarrado, abrió la puerta. Llego a considerar que Garou se había ido, pero no. Estaba sentado en el suelo de la sala leyendo unas revistas de deporte. Más específicamente las de artes marciales. Zenko se acercó tan silenciosamente que ni Badd se percató el momento en que se alejó de su lado. Se encontraba detrás de él y sin inmutarse le dio un zape considerablemente fuerte. Garou volteo sorprendido, sabía que ya habían llegado por el ruido de la puerta, pero jamás que esa niña nuevamente mostrara su confianza. Sin más Zenko se retiró con una sonrisa de victoria y una mirada de ¨te estaré vigilando¨ dejando más perplejo a Garou. Badd quien observaba la escena se tapaba la boca intentando no reír. Demasiado cómico a su parecer.


― ¿Qué fue eso?―Pregunto Garou masajeando su cabeza

―Digamos que es su manera de darte la bienvenida―

―...entonces...???―

―Sip, ya estas oficialmente aceptado en esta casa―


Durante esos dos meses Zenko no paraba de hacerle preguntas y una que otra broma a Garou, tenía que estar bien informada sobre quien era la persona que le dio a su hermano una paliza meses atrás. Nuevamente, Zenko no era para nada una niña tonta, mucho menos distraída. En las horas de comida podía ver perfectamente como su hermano y el ¨visitante¨ Garou se daban miradas raras. Como si algo estuvieran platicando en su mente, a lo que ella no tenía acceso. En presencia de Garou su hermano se comportaba distinto, incluso podía afirmar que sonreía más. Aunque no tuviera respuestas, podía estar agradecida de que lo que fuera que había en ese asunto, estaba haciendo a su hermano algo más... ¿feliz?

Decidida a obtener información, Zenko se las arregló para entablar confianza con Garou, a fin de que le contara algo de más. Garou no puso mucha resistencia, al igual que su hermano, ella resulto ser una muy buena consejera. Además de no poseer tanto orgullo como el, era libre de hablar sobre sentimientos sin necesidad de explicar o darle muchas vueltas al tema.


― ¿Si no tenías casa antes, donde te bañabas?― Pregunto la pequeña mientras terminaba su tarea.

―Hay baños públicos en la ciudad ¿sabes?― Comento mientras veía la tele.

― ¿Y la comida? ¿Tenías dinero para pagarla?―

―................ Solo diré que era más rápido que la seguridad en los restaurantes............ ―

―............Si mi hermano se entera te volverá a golpear..........―

―Estoy temblando...― dijo en modo sarcástico.


Badd tuvo que dar una excusa a la asociación de héroes que pronto Zenko necesitaría más financiamiento para mejorar su educación. No pusieron mucha resistencia y rápidamente le concedieron el aumento económico. Ese dinero se iba primordialmente en comida, ya que el apetito de Garou era sobrehumano para ambos hermanos. Otra parte fue para comprarle ropa. Aunque el lobo humano de vez en cuando usaba la ropa de Badd para dormir.

Eras tu... (Batarou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora