Eras tu... (Batarou)

Regalo P1

Una semana y media después de la reveladora noticia, Garou aún se preguntaba cuál podría ser un buen regalo para Badd. Este distaba mucho de tener gustos muy particulares, podría aparentar una fachada restringida por su estilo de ¨estudiante pandillero¨ , pero después de vivir lo suficiente con él se dio cuenta que aún seguía siendo humilde aun con su popularidad de héroe. Además, el dinero era otro factor para considerar.

Él no tenía dinero prácticamente, su economía venia de la sustentación monetaria de Badd por su trabajo de héroe. Por más que quisiera comprar algo no podía evitar sentir que estaba abusando, que en realidad, tuvo la vaga idea hace unos días sobre obtener empleo; pero aun había el riesgo de ser reconocido y delatado. Redimirse a escondidas era difícil pero debería intentarlo. Si no lo hacía no sería diferente de haber estado en el sótano de Tareo, no podía estar escondido para siempre.

Se hundió en sus pensamientos mientras lavaba los trastes, la casa era un poco silenciosa. Badd estaba en misión y Zenko en la escuela.

¿Qué debería hacer con esta temporal soledad? Ambos iban a tardar en llegar, la ciudad estaba apacible y el día un poco nublado. Tenía que intentarlo.

Terminando de acomodar la vajilla fue a darse una ducha fría, más que refrescante era para bajar las ¨calenturas¨ recurrentes que tenía.

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Todo inicio cuando una noche ambos se encontraban durmiendo; Badd estaba de espaldas a Garou y este lo estaba abrazando. Aun medio dormido inconscientemente se pegó más a él, solo para darse cuenta que estaba prácticamente embarrando su pelvis al trasero del otro. Era lo más cercano que había estado con Badd, hablando en términos de intimidad.

Por curiosidad o por instinto, sea cual sea la razón; bajo sus manos hasta su abdomen y sin titubear aumento aún más el contacto. La presión en su parte baja se sentía bien, aunque eso podía ser porque se trataba de Badd; sus sentidos se empezaron a agudizar sin su permiso, ahora el aroma de su novio se propagaba como plaga, acerco su cara al cabello de Badd solo para enterrar su nariz en este; era más dulce de lo habitual y peor fue al combinarse naturalmente con su shampoo de cítricos y la loción que le caracterizaba. Sentía como si fuera una tarde de verano, pues estaba empezando a transpirar y su respiración estaba un poco acelerada, con cada inhalación se embriagaba con ese humor tan marcado, solo para exhalar con desgane. Sus ojos se nublaban y empezaba a escuchar su corazón retumbar en su pecho. Estaba perdiéndose y no podía detenerlo, solo quería...más. Una vez más el instinto lo guio por un camino en el cual él no tenía ninguna experiencia; bajo más sus manos hasta tomar las caderas de Badd y con un silencioso gruñido simulo un empuje.

La única respuesta que había en ese momento de caos es que Badd después de llegar a la casa de una misión su sueño se volvía pesado. No había despertado en todo ese candente momento. Pero de alguna manera esa simulación de embestida había hecho reaccionar algo; ya que aun sumergido en su sueño dio un suspiro combinado con un jadeo. En ese instante al escucharlo Garou volvió en sí, sol para notar todo lo que estaba haciendo. Se apartó con cuidado para no despertar al otro y se levantó para correr directamente al baño.

Cerró la puerta con seguro y se dejó caer al piso. Aun sentado en el frió azulejo y con la mano tomando su cabello para ver el foco intentaba procesar que paso en esa habitación. Podía jurar por lo que sea que no hizo nada con malicia, simplemente era lo que su cuerpo le decía. No tenía sentido, él había entrenado por años para tener total control sobre este... pero Badd tenía algo especial, algo que desencadenaba un lado que no conocía. Aun su respiración era irregular y para su mala suerte al bajar la mirada se topó con algo no tan desconocido para él, pero hacia mucho que no pasaba. Una maldita erección en su short deportivo, que para acabar de rematar le pertenecía a Badd.