episodio 32.

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Era el día, la feria estaba en su pleno apogeo, la gente no dejaba de llegar y los juegos comenzaban a entrar en acción.
El delicioso aroma de los postres y la comida comenzaba a inundar el lugar ,los músicos comenzaban a tocar canciones típicas de México y una que otra canción de banda para aquellos que hacían peticiones.

-¡literal te arrime el camarón! -grito Javier con la botarga puesta por detrás de Alana ,ella dio un sobresalto por el susto que le dio y le dio un golpe en la cabeza animada del disfraz.

-eres un tarado ,¿porque no mejor vas y molestas a Graciela?

-lo quise hacer pero tiene gente.

-asi mejor sirve que haces reír a los que están ahí.

-escuchó y obedezco mi señora -dijo haciendo reverencias exageradas con las manos extendidas mientras se iba alejando, dejándonos con una sonrisa.

-oh, me llegó gente ,debo ir a atender -decía mi amiga al ir a su puesto.

A pesar de haber sufrido un aborto ayer me decidí a venir, pero como mi padre no iba a estar ,mi abuela iba a estar ocupada con la comida que darían ella y las vecinas a los feligreses que visitarían al santo ,decidieron que Imari me acompañara y se quedara conmigo. Creo que piensan que me desmayaría en cualquier momento ,pero la sangre que Imari me dono ,me levantó enseguida.

-¿todo bien? -me pregunto levantando un poco mi barbilla.

-me siento extraña, antier me entere que estaba embarazada y ayer aborte, todo en tan poco tiempo -me rodeo con su brazo y me dio una amplia sonrisa con aquellos ojos en los que podías hundirte.

-y haz sido muy fuerte -lo mire y le di un fugaz beso en los labios, pero tuvimos que separarnos cuando llegaron clientes.

Era un chico y una niña con mascaras graciosas, el chico era el ex presidente Fox y la niña era Donald Trump. No pude evitar sonreír cuando los vi.

-buenas noches que gustan llevar -decía amable mostrándoles los alebrijes y una voz me tomo por sorpresa.

-si bueno nos queremos llevar al mar a un sireno prófugo -hundí el entrecejo e Imari se comenzó a reír, no fue hasta que se quito la mascara que supe quien era.
Era Yareth con una divertida sonrisa ,¡pero si tenia piernas¡. Vi su tatuaje y si era él, en cuanto a la niña que lo acompañaba no era difícil adivinar quien era. Sicarú.

Se quito la mascara y nos sonrió picara.

-¿pero como...tu? -decía tartamudeando, ellos solo se reían divertidos por mi actitud.

-Sicarú jamas ha visitado una feria ,así que la traje y de paso vine yo -contaba Yareth con la máscara en las manos -ella me puso piernas.

-¿tu? -pregunto asombrado Imari a su hermanita sonriente.

-mi mami me lo heredo -dijo sonrojada con su picara y angelical sonrisa, causando que todos sonrieramos y Yareth le bajo la mascara de golpe.

-¡ah que demonios! -se quejo cuando cierto camarón loco le dio un empujón.

-no digas no que no te gusto muñeco -y se fue dado saltos y gritos graciosos.

Yareth sonrió y nos miro señalando hacia donde Javier el camarón salio corriendo -¿ese era Javier?

Imari y yo asentimos riendo.

-se ve muy gracioso de camarón -comentó Sicarú divertida por las ocurrencias de mi loco amigo. -Yareth vamos a los caballitos.

Chillaba Sicarú jalando a su hermano de la mano -de acuerdo ya vamos, pero recuerda controlar tu electricidad -la pequeña asintió sonriente.

El principe del océano en peligro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora