Me encontraba tumbada en mi cama con la chica que me gustaba, mi mejor amiga... ya sé es cliché pero aunque hubiese intentado sacarla de mi corazón no lo conseguía.
No hablábamos, solo mirábamos al techo, bueno ella miraba al techo, yo la miraba a ella.
- ¿Qué tanto me miras? - me pregunta sin mirarme y yo me pongo nerviosa.
- Ehh... nada... - digo sin mirarla pero siento que ella si me mira a mi.
- ¿Segura? Sabes me lo puedes decir. ¿Qué pasa? - levanta su cara me mira.
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- Bueno... - digo bastante nerviosa - No quiero que esto afecte a nuestra relación. - ella asiente - No sé cómo decir esto... - cojo aire. - me gustas... creo que eres hermosa y no solo por fuera sino que también por dentro, no sé cómo explicarlo pero ya está, lo he dicho.
Ella me mira durante unos segundos que se me hicieron eternos. Se empieza a acercar a mi, ¡¿Me iba a besar?! siento su nariz rozar con la mía. Y me besa...
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Nos separamos y juntamos nuestras frentes con los ojos cerrados. Todavía no me lo creía.
- También me gustas ______. - dice sonriendo, con los ojos cerrados y me vuelve a besar.
