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Medidas desesperadas, en tiempos de desesperación, decían y Taemin tiembla ante lo inevitable.
Es ver el mar de lágrimas de su madre cuando los golpes en su puerta no se detienen y la palabra asesino no deja de repetirse una, otra y otra vez. Como si él pudiera siquiera olvidarlo un segundo.
Siente la ruptura en su interior.
Y cómo deshacerse de su juventud, de sus sueños y de tantos planes que ahora sólo pesan en kilos de pena y dolor que la naturaleza se encargó de poner sobre sus hombros. De todo, lo que más le duele es saber que su madre sufrirá su deceso, y si tan solo fuera tan sencillo como morir.
Los tres se miran sabiendo que lo último en experimentar será la muerte y será deseándola lo más rápido posible. El terror se siente en el ambiente, más cuando distinguen entre el griterío que se arma afuera de su casa, que llamarán a la policía.
Si tan sólo nadie más sufriría y pagaría sus errores, porque su mente se imagina corriendo por las calles, viajando como convicto, sin poder tener una buena vida, y su madre sufriría más incluso que lo que él sufriría. Está tan seguro de eso al ver cómo la tristeza inunda su rostro y como sus manos tiemblan sujetando su vestido con impotencia.
Ojalá hubiera tenido un hijo menos espantoso que él, uno obediente que ya a esas alturas tuviera un alfa cuidándole y con par de cachorros que harían feliz a su madre. Sin embargo, estaba ahí siendo sólo lo que era, lo único que sabía ser. Odiándose por ser la razón por la que su madre se quedó sola, para empezar.
Se siente enfermo, se odia por sentir cómo en su interior el miedo lo inunda rápidamente sabiéndose tan indefenso. De esa forma en la que seguramente su madre se sintió viviendo sola por tantos años, diciendo que no era importante, que la seguridad de su hijo era lo que más le importaba.
—Jinki, por favor, tu eres el mejor que conozco, no le confiaría esto a nadie más —la voz llena de súplica de Minho le saca de su trance de lamento.
Él era guapo, lo que tantas mujeres querrían, y por qué no, los omegas. Vestido así, como envuelto en un traje café claro que le queda tan bien, sin un pelo fuera de lugar aun en una situación así, seguramente tendría una fila de pretendientes esperando su turno a ver sí Minho les voltearía a ver.
¿Por qué le importaba tanto?
—No, no escucho a la policía venir aún, pero podría suceder en cualquier momento —decía chasqueando la lengua en son de molestia, seguro porque no escucha lo que quiere; una solución—. No, eres el mejor en casos penales, por favor.
Taemin suspira y limpia su nariz que siempre solía ponerse roja cuando lloraba, no quería verse más lamentable de lo que estaba.
En cualquier momento...
—¡Sin orden no pueden ingresar! ¿¡Estás bromeando!?
Cierra los ojos ante el grito del alfa hacia su móvil, es tan intimidante. Jamás lo había sentido de esa manera, casi como si tuviera que obedecerle. Minho jamás había sido de esa forma.
—Y entonces ¿qué hago?, porque si llegan ya no habrá manera de sacarlo, no al menos hasta que llegues.
El llanto de su madre sólo empeora al escuchar esa llamada. Minho solía siempre ayudarles con sus problemas, si es que podrían llamarse así, y ahora parecía no poder hacer nada.
Y en su interior se siente quebrarse, sabiendo que disparó aquel revolver para defenderse, e irónicamente terminaría viviendo aquello de lo que tanto quiso defenderse.
Levanta la mirada cuando Minho de repente se voltea y le mira con los ojos abiertos de par en par, seguramente buscando palabras para decirle lo que tenía que decir.
—Minho, ¿tu amigo vendrá?
Su madre interrumpe, pero Minho no le quita la mirada de encima, y él, casi por respeto desvía la mirada y vuelve a mirarle, bastantes veces. El trato jamás fue así entre ellos. Pero con el despertar de su naturaleza, ahora parecía estar dentro de un sistema fantasma que le obliga a ser de esa forma.
Era patético ¿no?
Si fuera a un juicio, donde los alfas tenían el control, seguramente estaría de rodillas y con la frente pegada al piso para no faltarle el respeto a ninguno de ellos. Maldita naturaleza.
—Jinki no podrá venir ahora, llegará en una semana, está en Shanghái —finalmente Minho mira a la madre de Taemin, quien vuelve a quebrarse y cae de rodillas en el piso y se acerca a abrazarse a su único hijo.
A Taemin le duele, se siente culpable por lo que ocasiona y ver que todo ese esfuerzo por no hacer que llorase como cada que discutía con su padre, ahora se fue al caño, le hace retorcerse en su culpa.
—La única solución, antes de que la policía venga, es que un alfa —decía Minho mirando el triste espectáculo de la pequeña familia—, quizá si tu padre viniera, él podría responder por ti.
Taemin sonríe (en realidad sólo es una mueca), de verdad no tenía escapatoria, su destino estaba marcado.
El silencio es aterrador.
Los golpes en la puerta dejaron de reverberar en la pequeña sala, y el llanto quebrantado de su madre le hace doler el pecho.
La única solución, no era una solución, no para él.
Porque no tenía a su padre presente en su vida, porque le había dejado exactamente porque era omega. El sentimiento agrio de saber que él menos querría defenderle, es tan real que se siente tan diminuto e insignificante. Tan nada.
—Y si fueras un omega reclamado, tu alfa respondería por ti.
Taemin levanta la mirada triste. Él tenía un amigo alfa, pero ya estaba vinculado a su bonito novio omega que también estudiaba gastronomía. Jonghyun y Kibum no podrían hacer nada por él.
No era como ir a una tienda y escoger el mejor para ser marcado.
Era patético.
No poder responder por sí mismo, necesitar de un alfa para poder valer algo.
Era la mierda de la que tanto buscó huir, y ahí estaba, necesitando un alfa, y él siempre les había hecho a un lado, sólo solía hacer amigos omega o betas.
Había tomado tan malas decisiones.
—No tengo a nadie —pronuncia con voz casi inaudible, por el nudo en la garganta que apenas le deja hablar.
—Yo seré tu alfa.
El silencio es mucho más pesado, la tensión flota entre los dos, y puede ver decisión en los enormes ojos que le miran brillantes... y lo único que él siente es terror, cuando la única y posible solución es todo lo que jamás quiso, menos con Minho.
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¿Qué tal el capitulo sorpresa? ;) cuéntenme qué creen que pasará.
Gracias por todo su apoyo <3
Pasen una linda noche, o lo que queda de ella ;)
¡Nos leemos!

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Culpable
FanfictionCuando el instinto gobierna no hay lugar para el arrepentimiento. 2min.