Culpable

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Taemin abre los ojos de golpe, su corazón latiendo sin control, su cuerpo sudando frío, y agradece poder enfocare en el rostro del alfa que le sujeta de los hombros.

—¡No tenemos tiempo, Lee! —decía Minho tirando de él, poniéndole de pie a la fuerza, Taemin no entiende por qué es tan torpe.

—¿Qué haces? —cuestiona con lágrimas que no puede evitar dejar caer.

Había visto el rostro de su mejor amigo, justo cuando estuvo atacándole, el momento cuando sujetó el revolver y disparó temblando.

¿Por qué soñó con él, si todo ese tiempo no lo había hecho?

—¡Es la policía antinarcóticos! ¡Debemos bajar para que revisen los equipajes! —Minho sigue tirando de un Taemin que con dificultad entiende y limpia sus lágrimas.

—Lo siento, Minho.

Minho se voltea en lo que otros descendían del viejo bus, y siente su mundo detenerse cuando ve esos ojos llenos de lágrimas del bonito omega que apenas sujetaba las mantas que cuelgan de sus hombros.

Su omega llorando y automáticamente su cuerpo se lanzó a abrazarle, a acariciar sus suaves cabellos y llenar de besos su coronilla para que dejase de llorar, para que borrase ese miedo que inunda su vínculo.

—Estoy aquí, ¡no dejaré que nada te pase!

Porque el miedo de Taemin le hizo temblar, ese terror lo siente en sus propios huesos, ese temblor que su omega experimenta y él no pudo ver por...

—¡Bajen del autobús!

Un par de alfas ingresan sin notar que una pareja con a penas una semana de vinculación estaba en medio, bajan inmediatamente la cabeza cuando Minho les mira. El ambiente estaba lleno de agresión, y los alfas bajaron las armas sabiendo que el instinto podría dominar y terminarían envueltos en una pelea salvaje con ese alfa defendiendo a su omega.

—¡No queremos su omega!

—¡Largo! —gruñe Minho mientras tira a Taemin contra el piso y se tiende sobre él.

Es tan irracional, pero no le importa, no si su omega se siente tan indefenso, como si fuera a morir. No sabe por qué, pero sabe que debe defenderlo.

Por la puerta trasera ingresa un policía beta que nadie huele, que nadie percibe, mientras los alfas intentan retroceder con la cabeza agachada para que Minho no se sienta amenazado. Los pasos son tan ligeros, casi fantasmales que el alfa en alerta no percibe, cuando Minho se voltea y lo último que recuerda ver es el rostro de Taemin mirando horrorizado.

Taemin sujeta a Minho, el golpe con el duro mango del rifle había apagado su consciencia. Intenta protegerle de que se lastimara más cayendo pesadamente al piso del viejo bus. Pero no es posible, porque el mismo militar beta lo toma del brazo violentamente y lo saca arrastras del bus. Mientras el mismo par de alfas que intentó retirarse saca el cuerpo inconsciente de Minho.

Corre a sujetar la cabeza de Minho sin importarle que se lo prohibieran. Sin embargo, ve cómo un par de ancianas le ayudan y discuten con los militares para que se calmaran. Eso no los detiene de revisarles cada rincón de su cuerpo, casi desvistiéndoles, hasta estar seguros de que no llevan estupefacientes en sus pertenencias.

(Si tan solo supieran que tenían tanta suerte de que a la policía antinarcóticos no le importó el trabajo de la policía fronteriza que debía encargarse de inmigraciones ilegales como esa.)