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El aire de la calle está viciado, el humo de los autos y el olor nauseabundo de la basura en las calles le enferman. Está tan sensible, su maldita nariz puede detectar todo, hasta la forma en la que los alfas a su alrededor se dan cuenta de su pre calentamiento.
Se siente enfermo, casi al borde del desmayo a cada paso cree que será el último y no sobrevivirá para contar una vida tranquila como la que tanto deseó toda su vida.
Levanta la mirada tímidamente y vuelve a clavar su vista en el piso y concentrarse en el siguiente paso a dar, porque lo que refleja el rostro de una mujer le genera un nudo en la boca del estómago.
En ese momento no es consciente de que llevaba salpicaduras de sangre por su camiseta y su rostro.
Tiembla sintiéndose cada vez más enfermo, sintiendo mareos por el miedo que le causa estar tan expuesto, sabiendo que su biología le había traicionado, que, aunque quiso ser un alfa —porque corrían menos peligro y podían tener una estúpida vida fácil—, su cuerpo ahora clama necesitado por el reclamo de un alfa.
El calor es detestable, el sudor baña delicada y lentamente su piel, pero el shock no le deja ni siquiera pensar que en ese momento tomarse unos supresores le ayudarían mucho, tan solo camina en dirección a casa esperando poder ponerse a salvo.
Sujeta con fuerza el revolver que oculta en los bolsillos de su chaqueta, no podía dejarlo en el cuarto de su mejor amigo, porque no puede imaginarse caminar sin él para defenderse.
Su consciencia le pedía a gritos que se defendiera.
Sabía que no debió hacer caso a su madre, que jamás debió ir al médico para que le ayudaran a descubrir su naturaleza; aunque era obvio, decía Minho.
Tenía más de veinte años y su naturaleza no se revelaba, su madre se había preocupado, porque la mayoría de los omegas varones debían unirse jóvenes, porque tener hijos sobre los treinta años era peligroso. Ella siempre le decía que en el fondo era un omega (uno rebelde y poco sumiso, con obvio aspecto de omega que él jamás admitiría ni ebrio), que dejara de pensar que sería un alfa.
Jamás debió aceptar ir al hospital y tomar todas esas hormonas.
Maldita sea.
Las lágrimas se amontonan en sus ojos y no los deja caer, no hasta que llegara a casa y su madre pudiera protegerle.
No levanta la mirada, no por vergüenza, porque sabe que su cuerpo poco a poco se reduce al estado instintivo en el que pronto rogaría porque cualquier maldito alfa lo tomara, sino porque no quiere ver cómo la gente se convierte en animales, y dejan de ser seres pensantes en cuanto le olías. Era el infierno, porque no era necesario verlos, tan solo podía percibir en el olor a excitación que expelían en cuanto él se acercaba.
Tapar el sol con un dedo no ayudaba en nada.
Él quería creer que eran mejores, pero también sabe en lo que las hormonas de un omega en celo podría convertirlos.
Pronto terminaría de estudiar, era su sueño ser un chef de nombre reconocido, primero quiso vivir soltero y sin hijos, quiso realizar su sueño con su mejor amigo e irse de gira por todo el maldito mundo a conocer comida exótica e inventar las recetas que se servirían sólo en restaurantes con estrellas Michelin. Siente el pinchazo fuerte al recordarle, al sentir cómo su cerebro confundido intentaba razonar y escapar, y su cuerpo deseaba la posesión de algún alfa.
¿En alguna parte de ese sueño incluía algún alfa o hijos?
Cuando una persona golpea su hombro, él se siente volver en sí, se voltea rápidamente y mira con rabia y miedo, tembloroso de lo que podría ocurrir, y si ese alguien era alfa y se detenía, no dudaría en volver a...
...matar.
Siente miedo de sí mismo, de cómo sus pensamientos hilaban atrocidades para defenderse, de su naturaleza de la que no es culpable, pero que es como una maldita condena.
Sus pasos se aceleran, el miedo hace que empiece a correr, lejos de la gente, de ese barrio pobre a las afueras de la ciudad, lejos del maldito mundo en el que él también dejaría de razonar dentro de poco.
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¡Hola!
Lo sé aún no da muchas pistas, pero... ya Minho fue mencionado.
¿Qué creen que pase?
Gracias por todo su apoyo, estrellitas comentarios y lecturas <3
Tengan un bello fin de semana <3
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Culpable
FanfictionCuando el instinto gobierna no hay lugar para el arrepentimiento. 2min.