Capitulo 6: Percy

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Después de sacar a todos los mortales y orientarlos un poco volvimos a nuestro viaje para evitar que el mundo entre en desorden, otra vez.

Si no fuera por el cinturón de seguridad mi cara terminaría como la mayoría de los insectos al chocar con el parabrisas. El causante, un hombre con traje formal, con un auricular dorado y sonriendo como si acabara de gastar una muy buena broma y un brillo de travesura en sus ojos que se me hacía conocido.

-Justo mis semidioses favoritos, de nuevo requiero de su ayuda.

Después de todo lo que he pasado no es tan raro que un extraño detenga tu auto para pedirte ayuda. Al bajarnos del jeep Tes y Reyna al verlo se arrodillan y como siempre con su forma de hablar sincronizado.

-Señor Mercurio ¿que solicita de nosotros?

- ¿Hermes? ¿Qué le paso a tus pantalones cortos?

El golpe que me dio Annabeth me recordó al casi choque que pasamos. No me imagine ver a Hermes con un traje tan formal, pero esa corbata dorado se le ve muy bien debe de ser una de tantas ventajas de ser un dios, que toda tu ropa te combine.

-Ahora que el olimpo esta sin representantes creí que con este atuendo sería lo ideal para ser candidato a próximo rey del olimpo.

- ¿Próximo rey del olimpo? - Pregunta Reyna.

-Claro al no estar los tres grandes las esferas de poder necesitan tener quien las controle así que para que todo sea de lo más "justo" decidimos votar entre nosotros para el cargo.

- Eso quiere decir que tú te has postulado para ocupar el lugar de Zeus?

-Claro, pero como sabrán no se nos da bien la democracia, a menos que lleguemos un acuerdo, así como Minerva con mi hermana y yo con Apolo.

-Qué lugar tenemos en ese acuerdo?

- Es una tarea muy fácil para ustedes lo mejor de entre los semidioses, de esta era claro, recuperar la lira de Orfeo. Lo haría yo, pero estoy ocupado con asuntos de las elecciones. Su GPS los guiará hacia el lugar, al finalizar les daré un empujón en su viaje. ¿Sí?, gracias Marta, creo que será adecuado llevar esas anticuadas armaduras verdad Percy. Los tomare en cuenta cuando gane-. Y con un ademan de manos se va alejando.

-Pero Hermes, nosotros...

-Se fue Percy-. Dijo Tes.

Como si no fuera suficiente que hacer en el poco tiempo que nos queda para arreglar todo en el Olimpo.

El GPS nos lleva hasta una casa de empeño, algo olvidada no solo por el aspecto sino también por el lugar. "Dis y Era" eso dijo Tes y Reyna que se llamaba la tienda, un nombre algo adecuado, creo. Al entrar nos atiende una pareja de ancianos que a pesar del lugar visten demasiado costoso y brillante, en comparación de las armaduras que usábamos, pero parecía que no les daba importancia. En serio la sonrisa del señor me deslumbro por sus dientes de oro que tenía y su esposa iba demasiado cubierta de sus manos por anillos.

-Bienvenidos hijitos, ¿Qué desean? Soy Eracura, pero pueden decirme madre.

-Eh... si, buscamos en especial una lira muy antigua, la de Orfeo, nos dijeron que la podríamos encontrar aquí. Dije.

-Claro, síganme jovencitos, soy Dis pater, pero también pueden decirme padre-. Dijo el señor mientras salía del mostrador junto a su esposa señalándonos que lo siguiéramos. El camino parecía como si nos adentrábamos en una cueva mientras nos mostraban varias vitrinas con diferentes objetos.

Veía por el rabillo del ojo a Reyna que le murmuraba algo a Tes mientras veían a la pareja.

-Veo que tienen muchas cosas de eras antiguas-. Tes lo pregunta mientras observa una armadura griega.

Teseo, Hijo de NeptunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora