Capítulo III: Tes

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Los líderes de cada cabaña y nosotros estamos esperando a que salgan de la Casa Grande Hazel y Nico de su reunión con Quirón y las tres Diosas. Mientras esperábamos, Reyna y yo contemplábamos la vista del Campamento Mestizo tomados de la mano.

-Te parece si vamos a ver los alrededores, de todos modos creo que se tardaran. Le murmure

-claro, no hemos tenido un tiempo solos desde ayer y creo que ya es hora. Me besa y luego me tira de la mano para seguirla, no nos importo mucho si nos gritaban a dónde íbamos, la verdad no queríamos decirles. Primero nos detuvimos a ver un juego de volleyball de los hijos de Apolo contra las hijas de Venus. Tengo que admitir que había unas bonitas hijas de Venus pero había una mucho más bonita que las otras, que creo que se llamaba Drew. Lógicamente Reyna se dio cuenta que también ella me miraba desde el otro lado y yo a ella, solo sentí que mi brazo se despegaba de mi cuerpo por el gran tirón que me dio y me tropecé cuando me llevaba a rastras a la playa. Contemplamos unos minutos el lago, recostados en un árbol cercano. Reyna estaba recostada en mi hombro observando la vista que teníamos.

-sabes, me recuerda sobre aquella misión. Me dice Reyna dejando escapar un suspiro.

-te refieres a esa misión donde nosotros dos, el ciclope, los cabiros y claro, Océano, pues solo algunas cosas.

-quien diría que yo terminaría con un semidiós de casi dieciséis años.

- solo me ganas por casi un año amor, además está cerca mi cumpleaños creo que omitiste eso y otras cosas. La beso en la frente y luego en sus labios.

-creo que es hora de volver no crees. Me dice y me devuelve el beso.

Atravesamos a toda prisa la arena de volleyball que al parecer habían ganado las hijas de Venus y los de Apolo los vimos con diferentes tipos de vestido. Llegamos a tiempo que Jasón se estaba juntando con los demás y que Quirón hacia pasar a Percy, Quirón me indica que entre también. Mientras que avanzo para entrar noto a Annabeth que me da una mirada muy fulminante, desde que llegue lo he notado, tal vez por ser hija de minerva y yo de Neptuno, creo que su rivalidad sea diferente por ser griegos. Solo despego la mirada, aunque tengo que admitirlo fue difícil de vencer en la arena.

Entramos en lo que parecía ser una sala de juegos y en el centro había... una mesa de ping pong, también vi una maquina de pacman y una chimenea con una vid alrededor de esta. A lo ancho de la mesa estaban las tres diosas sentadas, en frente de nosotros estaban dos sillones. Juno estaba en medio, Proserpina a su izquierda y Anfitrite a su derecha. Agradezco a Júpiter que la mesa de ping pong este en medio de nosotros. Inmediatamente Percy y yo nos sentamos tan rápido como pudimos. Quirón se coloco detrás de nosotros.

-gracias por venir héroes. Nos dice algo alegre Juno.

-Hera mejor vayamos a lo que nos llamaron, porque si fuera para visitarnos hubieran aparecido de una manera distinta en la arena en vez de hacernos volar por los aires con ese rayo.

Proserpina y Anfitrite se le quedan viendo a mi hermano de una manera de quererlo mandar otra vez al Tártaro, aunque la serenidad de Juno me parece preocupante como pensando mejores maneras de torturarlo. De nuevo agradezco a Júpiter por la mesa que está en medio de nosotros

-por favor Percy, sigues enojado por lo de la pérdida de memoria, porque yo no fui quien te obligo a caer en Tártaro. Suelta una risita retadora Juno.

-no para nada, estar en el tártaro con MI NOVIA y sentir que cada paso que dábamos era estar más cerca de nuestras muertes, me hizo agradecerte por todo, ah y por lo menos yo haría lo que fuera por estar con ella. Me gustaría salir corriendo antes de cualquier cosa ocurra, sé que estamos muertos, porque no fui hermano de un hijo de Somnus

Teseo, Hijo de NeptunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora