Capitulo VII

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Parte 2

De nuevo, las chicas se encargan de algo así, vaya impresión de pretor, sin duda seria la peor imagen que daría en Nueva Roma. El goteo se vuelve más fuerte y más molesto cuando nos deslizamos en el agujero que hizo el escorpión cuando nos embosco. Caminamos por una seria de túneles, iluminados por varios estanques, pero ninguno era el que buscábamos. Unos ruidos extraños se comenzaron a escuchar mientras más nos adentrábamos, además, comencé a sentir algo familiar, algo que no me gustaría volver a repetir, volteo y veo en la expresión pensativa de Percy que el también conoce.

La imagen que teníamos enfrente no era nada alentadora, Júpiter, el rey del Olimpo colgado de cabeza cubierto de icor en su cuerpo, como si fuera un mapa con demasiados ríos en él, goteando sobre un estanque dorado de icor, solo ese ruido molesto resonaba en esta vacía cueva.

-debemos de apresurarnos antes que regrese sea quien sea que tiene así a Zeus.

-nunca nos hemos ido señor Jackson, así que quédense un momento más, todo terminara pronto. Verdad, Mare.

Una figura empieza a brotar del estanque de Icor, tomando la forma de una mujer dorada. Puede sentir una presión en mi corazón, algo que solo me trae miedo, no, terror frente la mujer que tenemos enfrente.

-veo que esas inútiles diosas solo pueden mandar a unos mortales a hacer el trabajo que les corresponde a los verdaderos dioses. en nuestra era, hace eones, nosotros mismos actuábamos.

-tienes toda la razón bella Mare, muéstrales esos mortales la consecuencia de sus padres usurpadores-. La figura de la mujer se vuelve en un torrente dirigido hacia nosotros que logra perforar la pared de la cueva, no me imagino como quedaríamos si no lo hubiéramos esquivado.

-Semidioses... rápido... estanque...- la voz de Júpiter se escucha como si se agotara mientras la risa de la mujer se escucha por toda la cueva. Mare, así fue como Pontos la llamo, ella es la diosa primigenia del mar, esposa del dios Pontos del agua. Ellos gobernaban lo que ahora le pertenece a nuestro padre y a Salacia, por eso los llamo usurpadores, pero esa forma que tiene aún es una incompleta, así como Pontos aún podemos rescatar a Júpiter y ayudar al Olimpo.

-Tes, debemos cortar esa cuerda, creo que ya sabrás lo que pasara cuando nos intentemos acercarnos para cortarla.

-por eso ha hecho tantos agujeros, para que no podamos ver por dónde nos atacara cuando lo intentemos, así que lo que hay que decidir es quien será la carnada.

Ambos intercambiamos miradas, sé que intentara serlo, pero también que yo lo he pensado. Percy lo haría ser como es, actuar sin pensar, como un héroe. Por todo lo que ha pasado sé que aún tiene energía para llevarse a Júpiter de aquí. Puedo ganar provocando un último temblor así sellare este lugar y evitar el intento de despertar de Pontos.

Lanzo mi tridente para bajar a Júpiter, Percy se impulsa para atraparlo. Una fuerte corriente sale desde arriba hacia Percy, es Mare. Atraigo mi tridente para cortarle el paso y darle apoyo a Percy para que se sujete así los podre atraer a donde estoy.

-brillante combinación, hijos del mar, pese a sus diferencias lograron rescatar a un moribundo dios, evitando entrar en combate con desventaja de campo, pero no lograran escapar.

Del estanque de Icor empieza a burbujear mientras va tomando forma de una persona.

-los tres olímpicos derramaron suficiente icor como para tomar esta forma pasajera, es hora de que tome uno más sólido-. Pontos se lanza hacia nosotros con lo que parece un tridente que empuña. Logro resistir el fuerte choque de nuestros tridentes, al menos lo suficiente como para tenerme de rodillas.

-Percy saca a Júpiter y reúnete con las chicas.

-Teseo! Aun debes de proteger Nueva Roma junto a Reyna.

Con eso Percy sale cargando a Júpiter, sabe que no estamos en una posición en donde podamos pelear juntos, eso ya lo sabíamos cuando entramos. Intento levantarme, pero la forma de Pontos no solo logra atravesar mi tridente sino también a mí. El icor de los dioses arde en todo mi cuerpo, es peor de lo que sentí en esa casa.

-casi lo olvido joven Teseo, el mar toma diversas formas, pero nadie logra contenerlo, eso debería saberlo mejor que nadie.

Hora de seguir con el plan de repuesto. Clavo mi tridente para hacer vibrar todo el suelo, todas las paredes. La cueva empieza a temblar y derrumbarse.

-semidiós ignorante, acaso no has escuchado a mi querido señor Pontos. Para mi será fácil atravesar todo hasta llegar con tu hermano.

-lo se. Pero aun con estas vibraciones serás incapaz mantener esa forma mientras atraviesas todo ese recorrido, lo mismo para ti Pontos.

-aun estas indefenso en este estado ante nosotros. Te aliviare la carga que el joven Jackson te menciono. Nueva Roma desaparecerá, sin ti las defensas marítimas están débiles para que Océano tenga su capricho.

-sabes que es falso Pontos. La legión reportaría a todos y aun más a sus pretores, no informarían de cualquier intento de ataque.

- ¿has recibido alguna águila de la legión pretor? Creo que llenamos un compartimento de ellas.

Eso, es cierto las águilas nos informan de cualquier noticia, lo sé porque también recibo mensajes de mi madre, la última fue antes de llegar al campamento mestizo, pero no he visto ninguna, creí que se debía a Júpiter. Entonces ellos lo sabían, Océano no tendría piedad en mostrar esa debilidad de la legión, una que he cuidado desde que fui electo pretor, pero aun así no hice nada para una contingencia, fui confiado, descuidado.

-le daré a toda la familia Ibarra una reunión en el lecho marino.

Teseo, Hijo de NeptunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora