1 - ¿Un buen comienzo?

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El 2do lunes de marzo del 2009 inició la escuela inicial, y para Liam era una experiencia totalmente nueva, la cual le causaba mucho miedo y temor, ya que estaría rodeado de gente nueva y desconocida.

—Mayra, ¡NO me quiero quedar! —Le dijo Liam a su mamá.

—Tienes que quedarte hijito, además, sólo son un par de horas —le dijo ella para calmarlo.

—¡NO! No me quiero quedar. Te lo ruego por favor —En ese momento Liam pasó del enojo a un lloriqueo extremo.

—Vamos, por favor hijito, quédate —le suplicó su mamá, sin conseguir nada.

En ese momento llegó una niña, ésta era de piel trigueña, ojos verdes y cabello castaño, la cual saludó a Liam con mucho coqueteo.

—Hola, mi nombre es Mary, ¿Cuál es el tuyo? —dijo la castaña

—Ho–Hola, mi nombre es Liam —dijo él, con cierta tartamudez.

—¿Cuál es tu salón? —dijo la niña.

—Ehh no sé, ¿Cual es mi salón mami? —preguntó Liam.

—Tu salón es el de los leoncitos —dijo su mamá.

—Ahhh, ¡ya sé cuál es mi salón! —dijo Liam ya sin miedo —¡Es el de los leones! ¿Cual es el tuyo Mary?

—¿¿En serio?? El mío también lo es —dijo ella sin poder creerlo —Entonces... ¡Nos toca juntos!

—Siiii —dijo Liam entusiasmado, pensando que había encontrado a su primera amiga.

—Bueno Liam, al parecer ya encontraste una amiga, así que mejor... ya me voy, ¡Chau Liam! ¡Chau Mary! Se cuidan —dijo Mayra aliviada.

—¡Adiós! —dijeron Liam y Mary al unísono.

En el camino al salón de "clases" Mary le estuvo haciendo varias preguntas a Liam, las cuales él contestaba amablemente.

—¿Por que no estuviste acá los años anteriores? —dijo Mary,

—Es que yo no quería —dijo él, medio apenado —Además, de seguro hacen lo mismo siempre, ¿no?

Mary asintió a su pregunta. En ese momento habían llegado, y estaban frente al salón.

—Te voy a presentar a algunos compañeros Liam, todos ellos son muy buenos —dijo Mary muy segura.

—Supongo que si —dijo Liam, medio inseguro.

Una vez dicho eso, entraron al salón, al parecer ya todos estaban ahí, pero para nada tranquilos. Unos saltaban, otros peleaban, otros conversaban y hasta algunos se estaban pintando las caras.
De pronto, una niña trigueña muy pequeña, de ojos  y cabellos negros se acercó a Mary, y le preguntó un par de cosas en el oído, para luego acercarse a Liam y saludarlo.

—Hola Liam, mi nombre es Nayara —dijo la niña pelinegra.

—¿Có-cómo sabes que me llamo Liam? —dijo él, un poco pensativo.

—Pues, soy bruja —dijo Nayara carcajeándose.

—¿¿En serio?? —dijo Liam, muy sorprendido.

—Jaja, claro que no tonto, tu nombre me lo dijo Mary —dijo Nayara sin más reparos.

—Aaaaaya, con razón —dijo Liam, de manera inocente.

De repente entró una señora al salón. Era rubia, de piel blanca y ojos celestes, ésta se paró frente a los pequeños alumnos, para al parecer presentarse.

—Creo que es la maestra —pensó Liam

—¡Buenos días niños! Yo soy su maestra y les enseñaré muchas cosas lindas durante todo este año. Para los que no me conocen, mi nombre es Rossina —en ese momento todos se quedaron observándola muy atentos —Bien, es hora de que todos se presenten frente a sus compañeros.

En ese momento todos se empezaron a presentar frente a los demás. Unos se presentaban riendo, otros casi a punto de llorar, pero no hubo nada fuera de lo normal. Luego le llegó el turno al último de la lista, si, le llegó el turno a Liam, el cual estaba más nervioso que nunca.

—Ho–Hola amigos, mi nombre es Liam Ystem Delgidiuce, mi cumpleaños es el 26 de febrero y mi color favorito es el rojo.

—HOLAAA LIAM —se oyó en un sí colectivo de todo el salón.

—Bien, ahora si, después de todas sus presentaciones, es momento de iniciar con las clases —dijo la maestra.

Dicho eso, todos comenzaron a hacer lo que les indicaba la maestra, empezaron a realizar operaciones matemáticas muy simples, al parecer todos se divertían. Luego, la maestra les dijo, que por ser el primer día, podrían ponerse a jugar durante el resto de la clase. Algunos salieron del salón y se pusieron a jugar en los juegos del patio. Uno de ellos era Liam, quien estaba jugando junto con Mary y Nayara en la resbaladera. De pronto Liam notó algo raro. Había una niña sentada, hablando sola en las bancas. Liam se iba a acercar a ella, pero alguien interrumpió su paso, era un niño moreno de cabello y ojos negros, un poco más alto que él, pero no tenía aspecto de ser mala persona, al parecer era de otro salón, porque Liam no lo había visto a la hora de la presentación. Éste lo saludó.

—Hola, mi nombre es Gian Piero —dijo el niño, medio nervioso.

—Hola Gian Piero, mi nombre es Liam —dijo él, un poco serio —¿Por qué me interrumpiste el paso?

—Es que esa niña es muy rara y agresiva, no te convenía que te acerques, y te lo digo porque la conozco, ya que es mi prima —dijo Gian Piero.

—Ah, está bien. Es que me le iba a acercar porque la veía muy sola, y me dio un poco de pena —dijo Liam, un poco inquieto —¿Me estará diciendo la verdad? No tiene apariencia de ser un niño mentiroso así que le creeré. Además, esa niña es un poco rara —pensó en su mente Liam.

—Pues si, no sé porque ella será así —habló Gian Piero.

—Oye... y ¿cómo se llama? —dijo Liam, un poco intrigado.

—Se llama Shina Puma, va en el mismo salón que yo, ya que mis tíos no iban a poner en un salón diferente a mi prima, pese a que yo no lo quería —dijo Gian, algo serio.

—Bueno... me tengo que ir a mi salón, ya va a ser salida, chau Gian Piero —dijo Liam, algo preocupado.

—Chau amigo Liam —dijo Gian, también yéndose a su salón.
—¿Amigo? —Liam se quedó pensando en esa palabra, ya que ese día había conseguido 3, para él era un gran logro.

Pero pasó por alto a esa niña tan rara.
Y es que Liam no sabía lo que ese nombre significaría para su vida. Shina Puma marcaría su vida para siempre, pero él aún no lo sabía.

Sonó el timbre. Todos los niños se despidieron de la maestra y salieron del salón en busca de sus mamás, las cuales estaban en la entrada del kínder. Liam fue al encuentro de la suya.

—Hola mami. Hoy fue un día muy fabuloso y divertido. Logré conseguir 3 amigos, —dijo Liam entusiasmado, pensando si éste, había sido un buen comienzo.

—Hola hijito precioso, qué bueno por ti, espero que siempre estés con ese ánimo al salir de tu escuela —le dijo su mamá, dándole un beso en la cabeza —Vámonos a casa, allá me sigues contando más de tu escuela.

—Está bien mami.

Mamá e hijo partieron de la escuela muy felices, tratando de llegar a casa con el mismo ánimo.

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Hola chicos

Sí, ya sé, el comienzo puede llegar a ser un poco aburrido, pero no se desesperen, que lo mejor llegará pronto, cuando ésta historia se empiece a desarrollar.

Espero les haya gustado el capítulo 😄😄. Recuerden que probablemente el lunes o martes será publicado el siguiente capítulo.

Ahora sí, me despido, muchos besos y abrazos.

Una vida llena de sorpresasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora