Decisiones

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Jin Ling llegó. Decidió negar todo sin importar lo que conllevará, no perdería el liderazgo que si padre debió portar por derecho. Cuando iba decidido, vio a su tío que llegó en ese instante y camino a su lado. - Más te vale que no te heches atrás, luego de llevarlo a Muelle de Loto. Yo no crié ningún cobarde-. Dijo mientras seguía caminando. Jin Ling nunca espero que dijera eso, ko si quiera lo apoyaría a este nivel.

Llegaron a donde ocurria la discusión. Gritos por todos lados. - Callense todos- grito Jin Ling, y lo secundo un latigazo al suelo de Jiang Cheng.

Todos voltearon a ver. Y uno grito -¡Fuera maldito manga cortada!-, a pesar de esperar que todos siguiesen, se contuvieron al ver la vena en la frente de Jiang Cheng a punto de explotar. Todos sabian que si se giraban en contra de Jin Ling, había un gran riesgo de una guerra con Yummeng incluso si ganaban, pero tenían esperanza que Jiang Cheng no apoyara a su sobrino tras seguir tan "despreciable" camino. Pero ahí estaba a su lado dispuesto a atacar si alguien se acercaba, así que nadie se atrevió a secundar.

Jin Ling contestó porfin - Me dices manga cortada pero sigo sin entender, que relación tendría eso con mi capacidad de gobernar y mi derecho para hacerlo- dijo con voz dura y mirada de despreció, -¿Acaso prefieren que un bastardo, el cual ni siquiera reconoció mi abuelo tome el poder solo porque asegura serlo?-

El aludido respondió inmediatamente - ¡Yo solo quiero que esta secta deje ser la burla de todos! Nosotros necesitamos a un líder fuerte no una niñita debil-. Todos asintieron sintiendo un poco más de confianza. -Siento interrumpir, pero no sabía que ser así te volvía debil, estoy seguro que mi hermano puede matarlos aqui ahora mismo-, todos se congelaron, de un lado salió Lan Xichen con su sonrisa tipica a pesar de tan duras palabras, y Lan Wangji con una mirada fría como el invierno. Atras estaba Lan Jingyi y Lan Shizui, y todos comenzaron a murmurar al ver a este último.

Esto únicamente confirmaba, sus sospechas que un Lan era el que era pareja de su líder de secta, un enemigo más añadido hizo dudar muchos, que quisieron comenzar a marcharse, pero Jin Ling dijo -Que nadie salga-, guardias cuidaron las salidas.

El alborotador grito sin importar todo en su contra -Aun con todo se atreve a venir con su noviecita, ni siquiera tienes respeto por este lugar.- Jin Ling respondió -Si no quieres que te mate aquí mismo te sugiero que no te vuelvas dirigir a él así, y si, me atrevó, es más digno él que cualquiera de las putas que mi abuelo trajo y nadie se quejo al respecto-

Todos parecían intimidados, excepto el grupo más cercano al iniciador del asunto. Jin Ling -Retractate, o acepta vivir toda tu vida en un calabozo-. El otro con una mirdada de odio respondió -Jamas asqueroso marica, el pueblo te sacará-, soltó una bengala. y gente desde fuera tiró la puerta.

Todos se prepararon para pelear, pero al entrar la gente, no iba por Jin Ling, si no por el alborotador que impactado veía como incluso sus aliados que se encontraban iban contra él. Nadie detuvo el linchamiento de la gente. A pesar de ello los de dentro seguían sin saber que sucedía.

Al parecer "alguien" repartió información en la población que probaba que no era si quiera hijo de Jin Guangshan, y que además ya había hecho algo parecido en una secta pequeña, tomando todo su poder, dejandolos en la ruina, además que fue responsable de varios hechos para hacer quedar mal a Jin Ling.

Tras todo se evito el desastre, todos se quedaron en la ciudad por si algo más sucedía. Jin Ling se tiró en la cama exhausto emocionalmente. Porfin lo había dicho, todos lo sabían, sentía como si alma descansara porfin, su puerta se abrió. Se sentó para ver quien habí llegado. Era Shizui, que corrió a besarlo, haciendo que se volviera a recostar. Lo abrazó, y dijo gracias con lagirmas pero una sonrisa.

Ambos comenzaron a besarse intensamente, se necesitaban, necesitaban su calor mutuo para sanar, y recuperarse, solo eso los mantendría a flote contra la adversidad. Caricias por doquier, paseando por toda su piel, sacando todo el miedo de no poder volverse a ver, movimientos salvajes y sin cuidado, solo amor, y más amor desenfrenado.

Rapidamente lo lo comenzo a estimular, pero estaba muy relajado de por si, como si su carne lo hubiera estado esperando para recibirlo. Lo penetró profundamente, sin miedo alguno, rapidamente, como si temiera que se esfumara entre sus brazos.

Esa noche, se dieron todo el amor que temieron no darse más, se unieron como uno solo, con la esperanza de que así fuera para siempre.

BloomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora