neglect

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-¿Salimos hoy? -sugiere Musso al grupo de jugadores que estiraba en el piso del campo de juego, minutos después de haber finalizado la práctica.

-¿Decís? -pregunta Pillud y este se encoje de hombros.

-Hace un montón no salimos. -habla otra vez Juan.

-Yo, estoy. -dice Barbieri y es cuando todos empiezan a apuntarse para esa noche ir al boliche.

-¿Vos, Torito? -pregunta Musso dirigiéndose a su amigo que no había dicho nada y este se encoje de hombros. No salía hace mucho tiempo a decir verdad, y las jodas tampoco le gustaban tanto.

-Veo.

·

Sabes que yo no soy de amigos pero tu estabas tan ausente tan distante, las cosas cambian bastante.

No le costó mucho pensarlo que ya estaba junto a sus amigos en el boliche. Quizás lo necesitaba para despejarse un poco de lo que estaba pasando con su novia.

Soltó un suspiro al recordar como ella ni siquiera le había preguntado a donde iría o que haría, él realmente temía por lo que pasaba.

En medio de tu descuido he conocido mucha gente.

La rubia bailaba al compás de la música con su cuerpo muy pegado al de él, y Lautaro en ese momento no era muy consciente de lo que hacia, sólo se dejaba llevar por la bronca e impotencia de no saber que hacer con lo que ocurría con su novia. Esa claramente no era la solución.

-¿Me pasás tu número? -pide ella tomando su cuello logrando que él se acerque más a ella, asiente embobado, por la situación, el lugar, el calor, y todo lo que había tomado. Ella extiende su celular ya desbloqueado y él se agenda sin más.

Musso a lo lejos miraba la situación, sin saber que hacer, sabía que lo que estaba haciendo Lautaro estaba mal a pesar de todo lo que había pasado con su pareja y cuando lo ve besar a la rubia, se para de su asiento para caminar hasta ellos que se dirigían hacia la salida del boliche. Brunella no se merecía que su novio la cague por una simple calentura de borrachera y el podía evitar eso.

-¡Lautaro! ¿A donde mierda te vas? -grita Musso ya en la salida del boliche. El delantero se gira para mirarlo y su acompañante los mira con una expresión de confusión.

El diez de Racing se acerca a él para que nadie escuchase de lo que hablaban. -Me voy con ella, cuando llegue a casa te aviso. -dice sin inmutarse logrando cierto enojo en Juan.

-¿Flaco sos joda? Brunella esta en tu casa esperándote y vos acá haciendo estas boludeces, dale Lautaro, estás de en pedo. -suelta con enojo y a Lautaro se olvida de todo cuando nombra a su novia.

El no podía hacerle eso. Sabia que ella no era capaz de cagarlo y él, no tenia porque hacerlo, por más mal que estuviesen las cosas.

Así que sin contestarle a Musso se acerca nuevamente a la rubia y se le disculpa para luego volver con su amigos y avisarle que volvería a su departamento.

Al estacionar el auto en el estacionamiento piensa en todo lo que hubiese pasado si se iba con ella, no se lo perdonaría ni él. Pero saca todos esos pensamientos cuando entra en la habitación y ve a su novia dormir plácidamente en la cama de dos plazas que compartían. Se saca toda su ropa, quedando sólo en boxer y se acuesta a su lado luego de besar su frente.

Esa no iba a ser la única vez que vería a la chica del boliche.

culpables | lautaro martínez. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora