Yo se que me amarás

Capitulo 44-Nervios

-Lo siento...aún estoy pensando como les diré a los demás que tengo una hermana gemela aunque yo no lo haya digerido completamente. -Le expliqué a Gis. Estábamos en el garaje, mi hermana estaba sentada mirando a su alrededor; yo me encontraba con el asiento reclinado y mis ojos cerrados tratando de conectar con mi yo interios. El auto ya estaba apagado y Derek nos esperaba pacientemente en la puerta.

-¿Tan mal crees que lo vayan a tomar? -me preguntó

-No es eso Gis. Va a ser demasiado impresionante, piénsalo. Dos como yo...dos como, alguien que solo habían conocido a una. Pero no te preocupes -dije enderezándome. -Todo saldrá muy bien. Ven...hagámoslo. -Le dije decidida. Tomé mi bolso y salimos del auto.

Giselle me siguió, subimos la rampa hasta la planta baja de mi casa. Debían de estar en el comedor ya que era la hora de cenar. Idee un plan en 5 segundos. Antes de llegar al comedor escuché las risas de James y Dany; me giré para ver a mi hermana.

-Ven...-le dije en voz baja y la jalé un poco mas lejos del comedor -Cuando te llame, entras ¿de acuerdo? -indiqué y ella asintió.

Le di un abrazo y entre para encontrarme con los chicos en pijama y cenando pan con crema de avellana y queso crema con leche.

-Buenas noches...-saludé. Ambos se miraron entre sí y luego posaron sus ojos en mi con un aire de confusión. Yo puse los ojos en blanco y me obligué a sonreír.

-Se que no es un gran momento pero...es un asunto importante así que les agradecería un poco de du atención.

-En realidad, estamos algo ocupados -dijo James.

-Solo 5 minutos -respondí de mala gana

-Ni uno mas -me dijo mi prima y ambos me pusieron atención.

-Okay...-dije y sonreí. -Esto es...es probablemente la locura mas grande del mundo y creanme que yo aún no lo he asimilado al 100%. -Me puse la mano en la frente y me senté

-Jamás creí que algo asi fuera posible pero ¿que creen?, hoy me di cuenta que lo es y aunque casi me quisiera dar el infarto mas grande de la historia de los infartos, estoy feliz y nunca de los nuncas había estado tan feliz en mi vida....Y...y, es por eso que quiero compartir mi felicidad con ustedes. -Dije y me mordí el labio. James y Dany intercambiaron otra mirada y después me volvieron a observar fijamente.

-Okay primita...ahora creo que estás un poco loquita...-Masculló Dany y ambos rieron.

-Bien..-dije y me puse de pie; me acomodé un mechón de cabello detrás de la oreja -Veamos si tan loquita estoy -Espeté. Seguido de esto crucé los brazos y los volví a descruzar. Estaba sumamente nerviosa.

-Gi-Giselle...pasa -Llamé a mi hermana. Segundos después Gis apareció por el umbral y se situó a mi lado.

-Gis...ella es Dany, nuestra prima

y el...es James, el alumno de intercambio que esta viviendo aquí -Dije y miré a los chicos. Estaban en shock y nos miraban confundidos y muy sorprendidos.

-Chicos...Ella es Giselle, mi hermana gemela. -Dije y entrecrucé mi brazo con el suyo.

-Hola...-saludó Gis

Dany se puso de pie y se pegó a la ventana

-Pe-pero...yo...como, no...no es...-Se puso la mano en la boca y abría los ojos como platos. James estaba como estatua, ni siquiera parpadeaba.

-Dios...-susurró. Yo sonreí.

-Bueno..nosotras ya nos vamos -le dije y giré. Gis me siguió.

-¡No se pueden ir! -gritó Dany histérica. -Tienen que...tienen que explicarnos muchas cosas -indicó con voz temblorosa y chillona.

-Da..Dany tiene razón. No-no se pueden ir así. -terció James. Yo me di la vuelta y pasé mi vista de James a Dany.

-Ustedes dijeron que solo 5 minutos...y voy a respetar eso. -les guiñé un ojo y jalé a mi hermana fuera del comedor.

-Ven...vamos a mi habitación -Giselle asintió. Al llegar, cerré la puerta y me tumbé en el sillón.

-Estás en tu casa Gis...sientate o...como tu quieras ¿Ok?

-Si...gracias Isabella. Que...¿qué onda con ese extraño encuentro en ese lugar? -me preguntó mientras se sentaba con un cojín en las piernas.

-Hay...no hagas caso...ya los conocerás un poco mejor luego...-respondí y me senté bien.

-Si..está bien. Bueno...-suspiró- Cambiando de tema...Tu...y James se quieren, ¿verdad? -preguntó. Okay...eso no me lo esperaba. Parpadee un par de veces y dije:

-¿De que hablas Giselle? -fingí demensia...¡Ja, ja! que idiota era.

-Oh vamos hermanita...no me quieras hacer la tonta que no soy...se nota que hay algo...Por como se miran, pero creo que no terminó muy bien...¿verdad? -me preguntó. Eramos tan parecidas...me pregunté si haríamos los mismos gestos.

-Fue...no, osea...Salimos un par de veces pero...no..no salio bien ¿ya?

-Okay...y ¿cuándo le vas a decir que lo quieres?...-me preguntó y sonrió

-¿¡QUÉ?! -grité.

-No seas tonta Isabella, no lo dejes ir...y creeme que cuando oíste su nombre los ojitos se te iluminaron.

-Eso...no es verdad

-Si, si lo es. ¿Por qué eres tan orgullosa? -Me cuestionó. Oh, genial...tenía unas horas de conocer a mi hermana perdida y ya se había dado cuenta de que yo era una orgullosa.

-Ay...ya cállate Giselle... -le dije para que me dejara en paz y le lancé un cojín mientras me paraba.

-Hablo en serio Isabella, el orgullo no te va a llevar mas que a alejarte de las personas que en verdad te importan y lo que pasará luego es que te arrepentirás y lo malo será que...ya no habrá vuelta atrás... -Me dijl y yo sin tener argumento me encerré en el baño. Gis tenía razón. Si dejaba pasar mas tiempo lo perdería...perdería a James para siempre.