Yo se que me amarás

Capitulo 39-Correo extraño

-¿Qué?...-susurró Derek
-Lo siento tanto...se que no debí darte ilusiones y es que... estaba borracha por Dios...no debí hacerlo, no debí beber tanto, esas cosas no sabían a nada de alcohol y acababa de ver al chico del que estoy enamorada besandose con otra...por favor...perdoname Derek...

El chico sonrió levemente y asintió
-No te preocupes...ni siquiera yo lo podía creer, es decir ¿Isabella O'Learie interesada en mi?...era imposible...no te preocupes. No hay rencor y mantendrémos nuestra relación profesional ¿De acuerdo? no, no te preocupes.

Dijo con toda naturalidad. Se levantó del sillón y salió cerrando la puerta tras el. Bueno...no creí que lo fuera a tomar así. Es algo bueno...¿no?. La verdad era demasiado extraño que lo hubiera tomado de esa forma. Bien...algo menos de que preocuparse.

Me levanté y salí de mi habitación. El idiota de James no tenía argumento alguno para lo que le dije esta mañana, pero ya cállate Isabella...deja de pensar en ese estúpido.
Me recargué en la pared enseguida de la escalera y escuché un leve alboroto en la planta de abajo así que decidí bajar a ver que ocurría. Tras la escalera estaban Axel y Danielle en lo que parecía una discución. Axel tenía un sobre en una mano y Danielle se lo quería arrebatar pero éste no lo permitía...
-¿Qué pasa aquí? -pregunté mientras me situaba en medio de ellos dos.
-Eh...señorita...encontramos un sobre en el buzón, pero...no...no tiene remitente ni estampillas, nada...creemos que es peligroso...
-Dejame ver el sobre Axel -le pedí seriamente. El hiso una mueca y ladeó la cabeza un poco
-Señorita...no se si eso sea lo correcto
-Es una orden Axel -exigí con tono mas firme que el anterior. Axel me mostró el sobre. Era blanco con caligrafía a tinta negra en la que claramente se leía •Isabella• Abrí la boca por la sorpresa y se lo arrebaté.
-Esto, me lo llevo yo. Gracias -dije amablemente y corrí escaleras arriba. ¿Quién dejaría esto ahí?...podría ser una broma pesada o...algo serio. ¿Y si intentaban matarme?...eh, bueno no tengo muchos enemigos.
Me encerré en mi habitación y me senté en el sillón. Me quedé mirando el sobre preguntandome acerca de su contenido...mordí mi labio ligeramente...•Ábrelo ya• susurró mi subconsiente, así que eso hise. Rasgué un costado del sobre y saqué una hoja blanca doblada en tres partes. La desdoblé lentamente y leí.

Isabella:
Tu a mi no me conoces, pero yo a tí si. Tengo algo que te interesa muchísimo, te lo garantizo. Llámame para quedar en algún lado para hablar tranquilamente. Aquí está mi teléfono.
755.94.26
Atte.
S. Giselle White.

¿Giselle White?...no cononocía a ninguna Giselle White...oh pero claro, lo decía al inicio del mensaje.
Giselle White, Giselle White, Giselle White...ni siquiera me parecía conocido...bueno pero ¿que podría tener esta chica que me interesara?...Podría ser una broma...o podía decir la verdad...Me levanté caminando de un lado a otro de la habítación releyendo aquel misterioso mensaje de Giselle White.
¿Y si llamaba a ese número?...¿contestaría la misteriosa Señorita White?...Que confusión tan grande...

Saqué mi celular y me metí al navegador, en la barra buscadora escribí : Giselle White
•Sin resultados•...Okay...me estaba asustando. Consideré la posibilidad de llamar, pero luego me arrepentía. Podía ser una psicópata que quiere matarme y venderme en trozos por kilo. ¿Traficante de órganos?...puede ser. ¿Trata de blancas? ¡Santo cielo!. Mi mente daba vueltas a mil por hora. Cualquier cosa podía ser lo que me esperara de Giselle White. ¿Tenía guardaespaldas no?, el me protegería, no dejaría que nadie me matara para después venderme en trozos por kilo.

Piensa O'Learie...¿que se supone que debes hacer en una situación como esta?...¿Hacer como que nada pasó?, se supone que con este tipo de notas que aparecen de la nada en el buzón debo ignorarlas pero...algo me decía que ésto no era una broma. Algo en mi interior tenía curiosidad por saber que ocultaba aquella chica.

Ya estaba lo suficientemente atormentada con todo como para que esta estúpida e insulsa carta llegara a mis manos. Respira Isa...Respira.
Desbloquee mi teléfono y marqué aquel número. Dos timbrazos...
-¿Hola?... -contestó una voz femenina. Mierda mierda mierda.