Otro día más, estaba cansado de que siempre fuese lo mismo, levantarme, ducharme, desayunar, ir a clase... Aunque prefería eso a todo lo que estaba ocurriendo, acababa de llegar mi hermanastro y para colmo de un loquero, la muerte de su padre le afectó más de lo que esperábamos, para mí seguía igual de descontrolado pero mi padre no quería que siguiesen los rumores de que su hijastro estaba metido en un manicomio e hizo todo lo posible por sacarme de ahí.
-Ey Jake, ¿Cómo ha ido todo por aquí? - dijo dándome un golpe en el brazo.
-Mucho mejor de lo que van a ir ahora - le dije de mal humor, se creía que podía dejar todo atrás, pero lo que hizo no daba cabida a esa opción.
-Vaya... Muchas gracias - dijo riéndose, se lo tomaba a broma pero lo estaba diciendo enserio, sabía como iban a empezar a ser las cosas a partir de ahora.
No quise hablar más con él, cogí la mochila y salí, prefería estar lo más lejos posible de él.
-¡Espera! - gritó sobresaltandome dándome un abrazo por detrás. Era Laia, la mujer que me habia soportado más de lo que esperaba, a la que tenía loca con todos mis problemas y se acababa de enterar de que mi hermano había vuelto lo que tampoco la había hecho gracia - ¿Qué tal estás? Ya sabes con todo eso de tu hermano.
-Sobrellevandolo - dije sin más.
-Entiendo que no quieras hablar de ello, pero... - empezó a decir.
-Pero nada Laia, no voy a olvidarlo, pero tampoco quiero hablar de lo que hizo, no va a arreglar nada, solo acabaríamos peleandonos otra vez y al final la prensa volvería a ponernos en los titulares.
-Lo sé y lo entiendo, pero el hecho de que casi te mata no puedes dejarlo pasar - me dijo preocupada.
-Y no será así, pero dame un tiempo, acaba de venir y aunque esté pacifico sé perfectamente que en cualquier momento va a volver como a ser como antes, pero ya sabes, la jodida reputación de mi padre es más importante...
-Sabes que me tienes - volvió a abrazarme y se separó al ver que ya habíamos llegado - nos vemos luego.
Cuando las clases acabaron decidí volver a casa, me habían insistido mucho en ir a otra de sus fiestas, pero en ese momento no me apetecía nada salir.
Al llegar vi el coche de mi padre fuera lo que me extrañó, no le veía mucho y menos desde que le habían ascendido.
Entendí todo cuando abrí la puerta de la entrada, estaba discutiendo con Erik.
-¡Tú no eres nada mío! - gritó Erik - eres un carbron que sólo me metió en ese manicomio para joderme, y ahora me sacas para tu estúpida política, ¡no tienes derecho a pedirme nada!
Parte de lo que decía era cierto, pero darle la razón solo serviría para que enloqueciera más.
-¡Tienes que alejarte de esa chica! - gritó está vez mi padre.
-No lo voy a hacer, ¡es una hija de puta, igual que su madre! - dijo dándole una patada a la pared - ¡todo fue por su culpa!
-No puedes decir esas cosas Erik.
-¿Qué coño está pasando aquí? - no me quedó más remedio que intervenir, no entendía que pasaba y no podían estar gritando así, parecían unos críos.
-Esto es entre tu hermano y yo, sube a tu habitación - me dijo mi padre.
-¿Qué es una cosa vuestra? ¡Pero si se os oye desde fuera!, tu eres el que ha decidido traerle y dejarme aquí con él - dije señalandolo como si fuera cualquiera - ¡así que explicame que es lo que cojones está pasando!
-Tu padre es un gilipollas, eso es lo que pasa - intervino Erik.
Le ignoré completamente, solo quería una respuesta de mi padre.
-Ven, vamos a mi despacho, necesito hablar seriamente contigo - me dijo tirandome del brazo para que lo siguiera.
-¡No!, no paras de decir que hagamos lo que a ti te da la gana y ya estoy cansado joder, no estás aquí nunca y me has puesto una carga de mierda - dije refiriéndome al imbecil de mi hermanastro - ¿y ahora pretendes que te escuche?, vete a tu estúpido y refinado despacho y vuelve a ignonarnos como has hecho siempre.
Todo lo que le dije era verdad, era un padre horrible que nunca se preocupó por nuestro bien y ahora solo se preocupaba de lo que le interesaba, todo por su propio bien, pero todo lo que le dije en aquel momento solo era para que Erik confiarse en mí y me contase todo lo que estaba pasando, necesitaba tenerlo a mi lado, no en mi contra.
-Está bien - dijo mi padre - pero no sabes dónde te estás metiendo - me advirtió sabiendo cual era mi juego.
Me dí la vuelta y subí a mi cuarto.
¡Vaya mierda día!, sabía que el que Erik volviese iba a tener muchas complicaciones y ya estaban empezando.
Media hora después, como supuse, entró en mi habitación.
-Necesito hablar contigo Jake - me dijo Erik sentándose en el sillón lleno de ropa.
-¿Qué quieres ahora? ¿No te vale con el enfrentamiento que he tenido con mi padre por tu culpa? - hacerle sentir culpable era lo más conveniente en ese momento.
-Lo siento, pero no fue mi culpa, tu padre es un cabron - dijo mirando por la ventana, ni si quiera se atrevía a mirarme a la cara, era un capullo, pero también un falso, nunca se atrevía a decir lo que quería a la cara, tenias que tocarle mucho las narices para que eso pasara, siempre solía guardarselo y echarlo en cara después.
-¿Y por qué ha sido un cabron esta vez?
-Por una chica - ¿por una chica? ¿Qué más le daba al él con quién saliese?
-¿Por qué?
-Necesito tu ayuda - dijo mirándome fijamente a los ojos.
-¿Qué necesitas? - pregunté.
-Hay una chica... - dijo pensando como seguir - y necesito que pague por algo que me hizo.
Cada palabra que salía de su boca me dejaba con más miedo que la anterior, así que ese era el problema, quería venganza.
-¿Y que te hizo esa chica? - necesitaba recolectar toda la información posible.
-Eso no te incumbe - me dijo volviendo a parar la mirada.
-Sí quieres que te ayude sí...
-Lo único que tienes que saber es que tanto ella como su madre son las culpables de que yo haya acabado así - dijo señalándose - me han arruinado la vida y no voy a permitir que ellas puedan comenzar otra nueva.
Seguía sin comprender pero no me iba a contar nada más, tendría que averiguarlo por mi cuenta, no quería tensar más la cuerda.
-Está bien - me arrepentí al segundo de decirlo, pero cuando sus ojos se abrieron como platos de la sorpresa decidí no retractarme - pero me tienes que decir quién es esa chica y cómo quieres vengarte.
-Se llama Lena - me explicó - tiene 17 años, va a 1 de bachillerato.
-¿Cómo es? - no me sonaba ni el nombre.
-Es morena, no muy alta y creo que la gusta leer - dijo.
-¿Y que quieres que haya yo? - todavía no me había quedado claro para que me necesitaba.
-Necesito que seas su mejor amigo, que confíe en ti para todo - estaba demasiado mal de la cabeza, ni si quiera él veía la locura que estaba planeando.
-¿Y al final?
-Al final podré conseguir lo que quiero, tendrá un final igual que el mío, pero eso ya te lo explicaré.
-Erik, ¿no ves lo que quieres hacer?, no puedes hacer eso a esa chica por mucho daño que te haya hecho.
-¿Entonces no me vas a ayudar?, ¡lo sabía!, no sé para qué te he pedido ayuda, lo haré yo solo - abrió la puerta y la cerró de golpe.
Quería arruinarle la vida a aquella chica, no entendía porqué, pero sabía que estaba demasiado mal y que lo iba a hacer fuese como fuese, lo que él no sabía es que no lo iba a permitir, pero antes tenía que saber quién era ella.
°°°
Holaaa, ¿que os ha parecido?, creo que ya se están entendiendo muchas cosas.
Gracias a todos los que siguen leyendo ♥️
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Algo más que nosotros
Teen FictionEn la vida hay muchas historias, cuentos de hadas, princesas, príncipes azules... Pero ¿y sí eso solo fuese fantasía?¿Y si todo lo que creía había cambiado? Siempre he dicho que un chico nunca me cambiaría, que mi vida sería perfecta y que todo lo q...