Había llegado el momento de comenzar a contar hacia atrás. De rememorar los últimos días que pasó con los chicos, sin pensar por un momento que esas sonrisas, salidas a la playa, papas fritas compartidas y el vidrio de las cervezas al chocar serían tan frágiles como ahora.
De igual forma, la delicadeza se teñía en su casa, impregnando cada instante con una punzada pequeña y firme al encontrar la mirada de Taehyung, porque sabía que las cosas cambiaron entre ambos. Aquella mañana al regresar, se duchó rápidamente y salió al restaurante sin Taehyung. Tenía la mente nublada, incapaz de abandonar las caricias recibidas, su voz llamándole mientras se marchaba… y eso le hizo volver.
Su nombre pronunciado en los labios de Taehyung le comprimió el alma. Pensó en las muchas veces que llamaron a Namjoon en algún lugar del mundo, asustado, con la soledad comiéndole cada fibra y haciendo que sus ojos redondos despidiesen lágrimas cundidas de pánico.
Recordó el motivo que llevó a aquel chico hasta él. No tenía idea de cuánto tiempo estuvo viendo el momento adecuado para hablarle, dispuesto con cada latido en descubrir lo que sucedió en Busan, a su hermano. De nuevo, sin tener la culpa de ello, Taehyung revivía el escenario cuando pensó que la vida era amigable con él como para dejarle estar en compañía de Yoongi.
No quería convertirse en otro nombre que le abandonaba. Pero, aún así, Yoongi se sentía incapaz de tomar las largas manos de Taehyung entre las suyas, tocar sus mejillas delicadas, abrazarlo por la espalda cuando esos centímetros de diferencia lo hicieran empequeñecer demasiado. Las noches se tornaron esquivas, con Yoongi durmiendo en el sofá de la sala, llevándose una almohada al pecho y entre los brazos, no tolerando la idea de encontrarse solo mientras dormía.
Las lágrimas que escapaban de sus pequeños ojos le murmuraban, en un tono tenebroso y melancólico, que Taehyung pronto se convertiría en un recuerdo de medianoche por el cual sufriría toda la vida.
Si no tuviese el nombre de Jungkook grabado en el alma, si pudiera permitirse rozar los labios de Taehyung sin culpa alguna, si cada toque a su piel no le recordase que aquella no era la que tanto quería…
Tal vez—
Perdóname.
Sólo tal vez…
De verdad, Tae, perdóname.
Pero Taehyung, era diferente. Yoongi lo sabía, desde el preciso segundo que sus nebulosas cruzaron por primera vez en aquella acera de Daegu. Sin poder evitarlo, como si supiera que Tae aún no podía quedarse dormido debido a su ausencia, Yoongi fue hasta la habitación. La oscuridad tenue de la noche formaba sombras cálidas, dibujando el cuerpo del joven moviéndose de un lado a otro sobre la cama. Se habían vuelto adictos al tacto del otro, y apenas lo descubría.
“Tae,” Susurró tan suave que temió quebrar su voz. Su nombre le recorrió en escalofrío por la espalda.
Antes de que pudiera tocarlo siquiera, Tae se levantó de la cama y le atrapó entre sus brazos, gritando en la caricia lo mucho que le había extrañado. Yoongi descansó su rostro en el cuello, aspirando ese característico aroma a jabón de baño y loción de dulce honestidad que tanto añoraba estando en el sofá.
A medida escuchaba el canto del corazón de Taehyung contra su oído, aquella voz suave que le hizo quedarse dormido en la playa brotó junto con los latidos. Abrazó a su pequeñín con fuerza, porque sabía que iba a dormirse y a soñar con cinco jóvenes a los que —sin importar el paso del tiempo— amaría con intensidad.
Aún con el acercamiento íntimo que tenían cada noche, sabía que su brusca distancia causó una fisura en el frágil interior de Taehyung. Lo podía ver en sus ojos límpidos cada que parpadeaba. Ya no había un Yoongi-ssi hacia él, sino un hyung que le caía frío en el vientre, como si hablase con un extraño. Las tardes de comida compartida en la mesa se convirtieron en palillos chocando contra la porcelana, sin Taehyung robando bocadillos de su plato, un masticar lento y desapareciendo con mayor frecuencia que antes, regresando en una expresión tan sorpresiva como la de Yoongi. Sin embargo, ya no le abrazaba luego de volver. Tomaba los palillos, con los dedos temblorosos y el sudor dibujándose en su piel cada vez más lívida.
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Split sky | taegikook
Fanfiction«Jungkookie, el cielo sobre nosotros dijo que seríamos separados, pero no le creímos.» ° ° ° [BTS - Supernatural Universe] • angst + little bit of fluff. • bangtan con súperpoderes.