Todo terminó mal para la pobre SoHee, quien por fin había logrado conocer el amor en su secretario ChangWook, pero ya era demasiado tarde para ellos, la propuesta de ChaeRin hizo que el se marchara de la vida de SoHee.
Todo cambia dos años después...
Tomar la desicion de volver había sido muy difícil para SoHee, llevaba dos años lejos de casa y no estaba en sus planes volver a esta, por lo menos no tan pronto, necesitaba estar más tiempo lejos de todos en aquella, su Corea.
Dos semanas atrás
El sol agitaba la piel de cualquiera en la ciudad de Los Ángeles, la piel pálida, rosácea y brillante que la chica estaba acostumbrada a ver había desaparecido, ahora se veía de un color "más saludable" según Megan, su roomie.
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Megan y SoHee o mejor conocida como "Sophi" se habían conocido en una de las juntas directivas de la cede americana de las cadenas corporativas que respaldaba BlackStar, desde un inicio cuando SoHee había olvidado su perfecto Inglés en uno de sus ataques escénicos, la había ayudado y apoyado, mudarse con ella había sido una de las mejores ideas que según ella se le habían ocurrido. Megan era una chica de piel Morena y grandes ojos verdes esmeralda, parecía una muñeca Mattel, sus gustos eran bastantes similares a los de la asiática, exepto en una cosa...
ㅡEse tal "secretario Ji" tiene cara de soquete, acepta de una vez a Brandon, el es mil veces más apuesto.
Bien, ahora te preguntarás: ¿Y quién es ese tal Brandon?
Pues...
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Si, es extremadamente bonito, también tiene los ojos más hermosos jamás vistos en la tierra y una sonrisa que enamora. Suele ser muy caballero, hasta permite que tengas la razón en todo aún a sabiendas que el es el que las lleva de ganar. Pero... No es tartamudo, ni tiene los hombros anchos para poder recostarte, tampoco suele asustarse con facilidad, ni los trajes le quedan a medida aún siendo 3 tallas más delgado.
ㅡ¿Que te puedo decir?, soy una promiscua.
Esa broma no había sido su mejor elección, inclusive una delgada punzada se alojó en su pecho al hacerla y tuvo que disimular la con una sonrisa. Las dos chicas caminaron hasta una de las heladerías varadas sobre la peatonal, al llegar vieron al rubio sentado junto con Aarón, su mejor amigo y el amor prohibido de Megan.
