Capítulo 26.

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Los rayos del sol se adentraron por la ventana, cayendo completamente sobre los ojos verdes de Erick.

Erick se despertó, abriendo lentamente sus ojos, sus pestañas pesaban más de lo normal y sus ojos se encontraban hinchados, debido a que se durmió llorando.

Revisó su celular y notó que tenía nuevos mensajes y llamadas de Joel, pero aún así las siguió ignorando.

Se levantó de la cama y se dirigió al baño, para lavarse la cara y lavarse la ropa, luego bajo a la cocina.

- Hola, tía. - Saludó Erick, mientras que se dirigía a la cocina, y notó que estaba sólo en la casa.

- Hola, Erick - se dijo a sí mismo.

No tenía apetito, y no quería estar acostado todo el día tampoco, así que se cambió nuevamente, y salió a caminar, necesitaba olvidarse de todo, y en estos momentos, era cuando más necesitaba a su madre.

No habían muchas personas por el pueblo, debido que eran las nueve de la mañana y la mayoría de las personas se encontraban estudiando, trabajando, e incluso, durmiendo.

Cuando llegó hasta la playa, se sacó las zapatillas y medias, comenzando a caminar descalzo sobre la arena, que aún se encontraba húmeda, se acercó hasta la orilla del mar y remojó sus pies.

- Hola, Erick. - Saludó alguien a Erick, aunque el ojiverde no llegó a reconocer su voz. - ¿Erick? - preguntó el chico.

Erick se voltio hacia donde provenía la voz y se dio cuenta que era Chris, intentó sonreír, pero estaba muy triste como para hacerlo.

- ¿Qué sucede? - preguntó preocupado Chris, al ver lo triste que se encontraba el ojiverde.

Erick simplemente abrazó al castaño y comenzó a llorar, necesitaba aquel abrazo más que nada en ese momento.

Necesitaba dejar de sentirse sólo.

- Hey, Erick. - Habló Chris, mientras abrazaba a Erick y frotaba una de sus manos sobre la espalda del menor. - ¿Qué sucede?

-Jo... Joel.

- ¿Qué hizo? ¿Quieres que vaya y le pegue? ¿Te hizo algo? - lo interrumpió Chris al menor, llenando lo de preguntas.

- ¿Qué? ¡No! - sonrió melancólicamente Erick. - El día que fuimos a la pizzería, lo vi besándose con otro chico. Y espere a que lo rechacé o algo así, pero no lo hizo... - murmuró el menor, sintiendo un nudo en su garganta - Él, le sigo el beso, Chris, realmente lo hizo.

- Ese hijo de perra - dijo entredientes el mayor, y abrazo más fuerte a Erick.

El ojiverde se soltó del abrazo de Chris y lo miró a los ojos.

- ¿Por qué hizo eso? - se preguntó a sí mismo Erick.

- No lo sé, Erick.

- ¿No soy suficiente para él?

- Erick, no digas eso, tú eres suficiente, e incluso, más de lo que cualquiera persona se merece, Er, tú mereces el mundo entero, pero el mundo no te merece a tí. - Respondió sinceramente el castaño, abrazando a Erick.

- ¿Lo dice de verdad? - preguntó con desconfianza el ojiverde.

- Sí, Erick, no te mentiría. - Habló el castapo, antes de hacer una pausa y luego preguntar - ¿Recuerdas cómo era el chico?

- Sí, era alto y tenía músculos, también tenia un acento...

- ¿Un acento? - interrogó frustrado Chris, sabía de quién se refería, o eso creía saber.

- Sí, parecía italiano o algo así. - Respondió triste Erick.

- ¿Qué hace él aquí? Pensé que estaba de viaje. - Se preguntó a si mismo Chris. - Ven, vamos.

- ¿A dónde? - lo miro preocupado el menor.- No quiero ir con Joel o verlo.

- No vamos a ir con Joel, vamos a hablar con Zabdiel. - Respondió tranquilo el mayor.

- Okey, enconces vamos.

[...]

- Amor, necesito hablar contigo. - Dijo Chris, cuando vio a Zabdiel sentado en la cafetería que se encontraba cerca de su casa.

- Hola, bebé. ¿Qué paso? - preguntó Zabdiel, con la boca llena de papas fritas.

- ¡Zabdiel! - Lo regaño.- ¡No se habla con la boca llena de comida!

- Perdón, amor. - Se disculpó, luego de tragar todas las papas fritas - ¿De qué quieres hablar? ¡Yo no hice nada!

- Lo sé, bebé. - Respondió el mayor, besando cortamente los labios del rubio, antes de sentarse junto a él, siendo imitado por Erick.

- Riki pasa. - Dijo cortamente Christopher, tomando un poco de las papas de Zabdiel.

- ¿Qué? - preguntó confundido Zabdiel, tomando una gran cantidad de saliva, el rubio levanto su mirada, viendo directamente a Erick.

- ¿Qué paso? ¿Te hizo algo? ¿Te dijo algo? - interrogó Zabdiel al menor, recibiendo negaciones por parte de Erick.

- Erick, cuentale todo. - Exigió el castaño, mientras se llevaba a la boca más papas que aún quedaban de Zabdiel.

- Amor, si quieres papas puedo pedirte, pero deja mis papas en paz. - Habló Zabdiel, mirando a Christopher.

- No, estas saben ricas.

- Todas saben igual, Chris.

- Mentira - negó, llevándose más papas a su boca - no te distraigas, escucha a Erick.

El rubio asintió, mirando a Erick nuevamente.

- ¿Qué tienes que contarme, Erick?

- Bueno, el día que fuimos a la pizzería, cuando fui a buscar a Joel, él estaba afuera, al principio estaban hablando, hasta que el otro chico le dijo algo de usar y olvidar a alguien o algo así, y luego - el menor se detuvo, antes de murmurar - lo besó, Zab... - Erick recordaba todo lo que había visto y escuchado aquella noche, y le dolía, pero aún así evitó ese dolor y siguió contándole a Zabdiel. - Y yo pensé que Joel lo iba alejar o algo así, pero le siguió el beso, y luego de eso, me fui buscar las pizzas y fue cuando volví con las pizzas.

- Oh, ¿Y qué tienes que ver Riki? -preguntó confundido el rubio, recibiendo un pequeño golpe por parte de Christopher en el brazo.

- ¿Tú eres tarado ó te haces? - preguntó enojado el mayor. - ¡Él que lo besó a Joel era Riki! - explicó lentamente.

- Ahh, pero ¿Él no estaba viajando?

- Al parecer volvió, dah.

- ¿Alguien me explica? - preguntó Erick, sin comprender nada.










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Maratón 1/4.

Little Things 《Joerick & Chrisdiel.》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora