Capítulo 5.

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Me giré y no podía creerlo, era Matt, qué coño hacía él aquí? No le había dejado claro que no quería verlo en mi vida?

-Al...-lo interrumpí.

-Ni Alice ni mierdas, qué quieres? -dije de mala gana.

-Perdón por todo enserio, he sido un completo idiota -dijo sintiéndose culpable.

-Y te crees que con un simple perdón se va a solucionar todo? Perdona, pero yo no funciono así, ahora si me disculpas me voy -dije yéndome.

Matt me agarró nuevamente del brazo fuerte, me estaba lastimando.

-Matt, me estás haciendo daño -dije cpn dolor.

-Quiero que hablemos -me soltó.

-Pero vamos a ver, hablar de qué? De qué soy tu perra faldera? Pues no, va a ser qué no, jamás te lo voy a perdonar.

-Vamos Alice escúchame, le dije eso a mi amigo por que él me había dicho que quería algo contigo, y le dije que eras una perra para que no salieras con él, por que sólo quiero que seas para mí -salieron esas palabras de su boca.

-Las palabras se las lleva el viento -dije.

Matt cogió mi cuello y me besó, me quedé en blanco, le sigo el beso o qué? Sin más le seguí el beso, tenía ganas de tenerlo aquí junto a mí, nos separamos y nos miramos.

-Cuando escuché lo del accidente no supe que hacer, no tenía bastante dinero para ir a París a verte, lo sien...-lo interrumpí con un beso.

-Vamos a mi casa -dije sonriéndole.

Él besó mi mejilla, ahora las cosas estaban poniéndose cada una en su lugar, mi madre seguro que sabría lo del accidente y no se habrá preocupado por nada del mundo, para qué? Dejé de pensar en eso y llegamos a casa, entré y habían cosas por limpiar, había mucho polvo. Matt se ofreció en ayudarme, los dos lo arreglamos, lo echaba tanto de menos. Me dijo que debería comer más, que estoy muy flaca, ya estaba cansada de oír siempre lo mismo y asentí como siempre. Matt se fue tenía entrene de fútbol, que se había apuntado harà unas semanas y me alegré mucho por él. Subí a la habitación y me puse delante de el espejo. Estaba igual de antes, o un poco más gorda, estoy teniendo complejos últimamente pero me da igual. Me miré por última vez y fuí al baño a pesarme, pesaba 60 kilos, debería adelgazar más

así que no comería nunca más.

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Matt me llamó diciéndome que quería invitarme a cenar y me acordé de que no tenía que comer más, y le dije que no, pero él insistió y al final dije que sí. Llegó la noche, me arreglé, Matt pasó a por mí y fuimos a un restaurante. Matt pidió el menú por mí, el primer plato era sopa de fideos, segundo plato era hamburguesa y tercer plato era un trozo de tarta de chocolate, me sentí culpable por comérmelo.

-Te gustó? -me preguntó Matt sonriéndome.

-Sí -dije sonriendo falsamente, pero sonreí.

-Vamos a casa anda -dijo.

Asentí y fuimos a casa, él entró y se sentó en el sofá, y le pregunté que qué había de Jessie, Matt conocía a Jessie, por que un día se la presenté, antes de estubiéramos enfadados.

-Ella quería ir a verte, pero no ganaba suficiente con la peluquería, al parecer la tendrá que cerrar, no va casi nadie -dijo tristemente.

Cómo? No, no, no, de eso nada. Jessie no podía cerrar la peluquería. Para ella la peluquería era su vida.

-Cómo? -pregunté flipando.

-Lo que has oído -dijo él.

-No puede cerrarla, es su vida, mañana le haré una visita, ella sabe que estoy aquí? -le pregunté a Matt.

-No creo, a no ser que haya visto las noticias, pero no creo, sino me habría llamado al instante -respondió.

-Vale -finalizé.

Hablamos un poco más y Matt se iba a casa, nos despedimos con un beso apasionado y fuí directo al baño, necesitaba tirar toda la comida, no podía engordar más, ya estaba lo suficiente como para eso. Luego de tirarlo me duché y me puse el pijama y me acosté, y me dormí pronto ya que estaba cansada de tantas cosas. Buenas noches.

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A la mañana siguiente me desperté normal y corriente, sin ningún ruido, ni ningún rayo de sol en mi cara. Eran las 11 casi 12 de la mañana, y hacía el día soleado, aunque era raro. Cuando entré al baño lo único que hice fué pesarme, pesaba 58,600 gramos. Bien, seguiré sin comer, bajé y bebí agua fresca, lo necesitaba, tenía hambre, pero me aguanté.

Hoy tenía que ir a la peluquería a hablar con Jessie y darle una sorpresa. Así que me cambié y me puse unos leggings vaqueros, una camisa de lana blanca y los zapatos de adidas, cogí llaves, el nuevo móvil que me compré y la cartera por si acaso. Salí de mi casa y fuí directa a la peluquería, mucha gente me miraba, y algunos me habían preguntado que como estaba y les contesté con un simple bien echaba un montón Londres, lo amo tanto. Iba andando hasta que me faltaba una calle para entrar la peluquería, desde donde estaba yo la veía, me paré, y sonreí, echaba de menos a todo. Fuí andando hasta quedar en frente de ella, entré y ví a Jessie de espaldas, ella se giró y al verme vino a abrazarme y empezó a llorar.

-Eh, cielo, no llores, ya estoy aquí -le dije intentando de tranquilizarla.

-Alice, cariño, te echaba de menos, intentaba ir a París pero no...-la interrumpí.

-Me lo contó Matt, ya estamos reconciliados -le dije sonriendo y secándole las lágrimas con el dedo pulgar.

-Enserio? Me alegro mucho por vosotros. Tú como estás? -me preguntó.

-Bien, aquí.

-Pero como fue eso? Esque aún no me lo creo...

Le conté todo a Jessie, ella hacía cara de triste cómo si tuviera ella la culpa, le dije que no se preocupara que yo estoy bien, y que estuviese tranquila. Le pregunté lo de la peluquería, me dijo que no había otra cosa más que hacer, no ganaba suficiente dinero. Le aconsejé que pudiéramos ir a poner folios por las calles y así alguien vendría, no sé, sólo se me ocurrió eso, no soy mucho de pensar. Ella aceptó que haríamos eso a la semana que viene. También me dijo que estaba muy flaca, y asentí. Vino una cliente, por fin alguien venía, me despedí de ella y la dejé trabajar. Fuí paseando por las calles preciosas y hermosas de londres, hoy estábamos a 5 de Diciembre, la navidad cada vez estaba más cerca, y tenía ganas de que llegara. Quería una funda para mi móvil nuevo, me había comprado el iPhone 6, y necesitaba una funda. Fuí caminando hasta encontrar una tienda llenas de funda para todo tipo de móviles. Entré y le pregunté a una chica si sabían donde estaban las fundas para el iPhone 6, y me respondió que al final de todo a la izquierda. Fuí hasta allà y lo encontré, compré una, que era con brillantes me encantó y fuí a pagarlo a la caja, me costó 9£, un poco caras eran, pero me dió igual. Quería ir a casa, a ver la tele un rato y me fuí.

Las apariencias engañan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora