*A la mañana siguiente*
Desperté al oír los gritos de Jessie diciendo que me despertara. Por qué me tienen que despertar cuando yo no quiero? No tengo nada que hacer, que asco.
-Aliceeeee! Arribaaa! -dijo Jessie desde abajo.
-Para qué cojones quieres que me levante? -dije gritándole para que me oyera.
-No lo sé, Harry y los chicos están aquí -dijo ella gritando.
-Pues si quieren verme que suban, yo voy a dormir -dije yo de mal humor.
Minutos después, sentí un cuerpo encima de mí abrazándome, era Harry, abrí los ojos y lo besé en los labios.
-Princesa, como estás?
-Muy bien, y tú mi rey? -dije sonriendo.
-Todo es mejor si estoy a tu lado -dijo él.
-Es imposible no quererte -dije yo.
Harry me besó y nos quedamos hablando un rato más, hasta que sentí que algo caía de mi vejiga. Quité la sabana de la que estaba tapada y fuí al baño. Tenía sangre, me había venido la puta regla, me cago en todo lo que se me cruza por delante, salí a la habitación a por unas bragas y Harry me miró.
-Que pasa? -preguntó.
-Lo de todas las chicas -dije guiñándole un ojo. Él lo cogió y rió.
Me adentré al baño otra vez y me puse una compresa. Salí y dejé las antiguas bragas para lavar. Ya decía yo que estaba de mal genio.
-Ya estoy -dije.
-Hace daño? -preguntó él y fruncí el ceño.
-La regla? -pregunté y asintió- síp.
-Ah, suerte que soy chico -rió y lo fulminé con la mirada.
-Voy cambiarme, que me pongo? -dije mirando a Harry.
-A ti te queda bien todo -dijo él.
Sonreí y puse a ver algo que me gustara. Elegí unos pantalones negros ajustados, una camiseta blanca que ponía 'We're sexys' y mis converses blancas.
-Me puedo cambiar aquí? -pregunté sonriéndole y él asintió con una sonrisa pícara.
Realmente no me daba verguenza ni nada, con Harry tenía bastante confianza así que no creo que pase algo. Me quité la camiseta y me puse la que había elegido para ponerme. Segundos después de haberme acomodado la camisa me quité los pantalones del pijama y me puse los pantalones negros y me puse las converses. Me hice una coleta y me puse pendientes negros, ya hacía tiempo que no llevaba.
-Ya está -le dije a Harry sentándome en su regazo.
-Estás bien buena eh? -dijo él sonriendo pícaramente.
-Uy si, una cosa -dije yo rodando los ojos.
-Pues sí y a callar -dijo él enfadado y lo besé.
Minutos después fuimos abajo, que ahora no había nadie, ole ahí tus huevos. Me despiertan a gritos, me viene la puta regla, bajo y no hay nadie, con dos cojones. Hoy estaba de mal humor se notaba.
-Vamos a dar una vuelta? -preguntó Harry.
-Sí, anda vamos -dije yo cogiendo el bolso.
Salimos y él me cogió de la mano.
-Nos van a ver los paparazzis -dije yo.
-Me da igual, cuánto antes lo sepan mejor -dijo y asentí.
Salimos a dar una vuelta, Harry me había invitado a tomar un helado, y a veces me hacía reír.
-Acuérdate que ésta noche hay cena -dijo él guiñándome un ojo y sonriendo.
-Que sí, Harry -dije por milésima vez, pues me lo había repetido incontables veces- Oye, tu madre sabe algo de ésto? -pregunté.
-Sí, y está encantada de nuestra relación, por cierto mi hermana también -dijo él.
Madre mía que verguenza, pero bueno, tarde o temprano lo tienen que saber. Harry no me había pedido ser su novia, todo a su tiempo. Llegamos a casa bastante agotados, y aún no había nadie.
-Dónde estarán? -pregunté mirando a Harry.
-No lo sé -dijo él.
Fuí a la cocina a preparar la comida para mí y para Harry y éste se lo comió en tres segundos, yo no tenía tanta hambre que dijimos. Terminamos de comer y yo subí al cuarto a cambiarme de compresa. Harry subió detrás de mí pero él se quedó en mi cómoda cama.
-Aliceeee! Harryyyyyy! -gritaron abajo.
Me cago en todo, que susto me han dado. Un día me tiene que coger un infarto, ya veréis ya. Terminé de cambiarme la puta compresa y salí. Harry había ido abajo, entonces bajé yo y todos me miraron.
-Qué? Tengo cara de payaso o algo? -pregunté malhumorada.
-Uy uy, alguien está de mal humor hoy -dijo Mike burlándose.
-Mira, me dáis otro susto y acabáis muertos -dije amenazándoles.
-Ha venido Andrés? -preguntó Jessie y ellos fruncieron el ceño sin saber qué se refería.
-Síp, lamentablemente, que asco de vida, que asco de todo, que asco de yo, que asco de...-paré al ver que no estaba ni Edward, ni Nick.
-Están en casa de mi tía -dijo ella sonriendo y asentí.
-Quién es Andrés? -preguntó Niall.
-El que viene cada mes -contesté yo y lo pillaron y rieron.
Ellos comieron, Harry y yo conversábamos con ellos.
'Hoy nos hemos sorprendido bastante ésta mañana de una nueva pareja. El joven Harry Styles, uno de los integrantes de la boyband del momento 'One direction', iba bien acompañado con la modelo Alice Worth. Realmente hacen buena pareja, iban cogidos de la mano, besándose algunas veces...'
Miré a Harry y él se encogió de hombros, a mi me la sudaba lo que decía la prensa, pero esa noticia es verdadera, así que no hay ningún problema. Llamaron al timbre y Jessie fue a abrir, dijo que era su tía que venía a dejar a los peques, tenía ganas de verlos. La acompañé a la puerta, y me presentó a su tía, tenía cierta edad, cerca de los 80 supongo, más bien parecía su abuela. Ví a los peques y cogí a Edward, estaba con los ojos abiertos, y lo llevé al salón, los chicos los recibieron y Mike cogió a Nick. La tarde la pasamos bastante bien, con risas, hablando sin sentido que no era novedad de nosotros y a las cinco y media de la tarde echamos a los chicos de casa, teníamos que arreglarnos. Ya sabéis como somos las chicas, solemos ser exageradas pero únicas.
*1 hora después*
-Alice, ponle bien el pañal! -dijo Jessie exclamando.
-Joder, vale, tranquilízate -dije bufando.
Estábamos terminando de arreglar a los peques, ella arreglaba a Edward y yo a Nick.
Por fin! Ya habíamos terminado de arreglar a los dos. Liam tenía que venir a por nosotras y yo preparé los bibes para llevarlos a la cena mientras Jessie se acababa de arreglar. Llamaron al timbre y fuí a abrir, era Liam que venía a recogernos.
-Ya estáis listas? -preguntó él.
-Sí -dije sonriéndole.
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Las apariencias engañan.
Novela JuvenilBienvenido a la vida real. Aquí las cosas duelen. Molestan. Joden. Aquí te falla hasta la persona menos pensada. Te utilizan, te quieren y te olvidan pronto. Te prometen el cielo y luego, un carajo te regalan. La gente va, viene, pero pocos se queda...