Capítulo 8.

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Me giré y ví a un guardaespaldas de 'One Direction'. Se me quedó mirando y no sabía que hacer.

-Oye, tú eres Alice la del accidente? -dijo sorprendido.

Siempre decían lo mismo, por mucho que no aparente que no me duela, las apariencias engañan, me duele muchísimo recordar.

-Sí, la misma -dije tratando de sonreír.

-Perdón, no quería hacerte sentir mal, pero eres mi ídola, eres muy fuerte -dijo.

-Oh, gracias granducho -dije riendo.

-Bueno Alice, me voy que tengo que ir a por esos idiotas, por cierto, me llamo Paul -rió- nos vemos.

-Vale granducho, hasta pronto -dije sonriéndole y dándole dos besos en la mejilla.

Luego Jessie y yo nos fuimos, estábamos agobiadas de tanta gente. Fuimos a una tienda de ropa tipo Justin Bieber, me encantaba su estilo, y lo que más eran las gorras, nunca he tenido una, quería comprar una antes de irme a Los Ángeles, entramos y fui viendo complementos.

Yo cogí dos pantalones de bolsa, uno negro y el otro gris, tres sudaderas, una ponía 'Dope', la otra ponía 'Lakers' y la otra era que ponía 'Nash Grier' sí, Nash Grier, como lo véis. Quería una gorra y elegí una morada que ponía 'LA' y fuí a pagar. Jessie cogió algunas prendas y se lo pagué, luego empezó a regañar, como siempre. Terminamos de pagarlo todo y fuimos directas a casa, estaba cansada, Jessie quería salir esta noche, porque sería la última, ya que a la noche siguiente a las 4 hay que estar en el aeropuerto, y le dije que no, no me apetecía. Llegamos a casa y me tumbé en el sofá.

-Alice, quiero que me hagas caso esta vez -dice seriamente.

-De qué? -pregunté.

-Ahora cuando vamos a Los Ángeles quiero que vamos a un médico, necesitas ir.

Jessie no sabía nada sobre esto, yo tampoco había ido al médico, sería mejor que se lo contara.

-Jessie, te tengo que contar una cosa -dije bajando la cabeza.

-Dime.

-Cuando tuve el accidente y me curé estaba teniendo complejos delante del espejo, me veía como una vaca y aún me  veo, hasta que un día decidí que sería mejor no comer, y así fue, y cada vez que cómo algo lo tiro -dije.

-Te provocas los vómitos? Vamos a ver, aquí estamos gilipollas o qué? Alice eres perfecta como tu eres, si quieres cambiar hazlo por ti, no para complacer a los demás, sabes que puedes tener dos enfermedades, no? Anoréxia y bulímia y a mí no me hace ninguna gracia. Que te des cuenta de que tú eres tú y nadie te va a superar, cada quién es perfecto a su manera.

-Lo sé Jessie, pero tengo miedo de quedarme gorda.

-Cuántos quilos pesas? -me preguntó.

-No lo sé, no me he pesado desde ayer -me respondí.

-Vamos a pesarte, donde está la báscula?

-En el baño de mi cuarto.

Jessie y yo subimos a mi habitación y entramos al baño, me puse encima de la bascula, qué? Era imposible que pesara 50 quilos, si ayer pesaba 54, no podía ser.

-Tenemos que ir a un médico cuando vayamos a Los Ángeles -me dijo Jessie.

-Bien -suspiré.

Luego, Jessie hizo la cena y me obligó a cenar, no tenía hambre, luego no podía tirarlo todo. Comí algo y le ayudé a Jessie a recoger toda la mesa, subimos a la habitación, puse el móvil a cargar, estaba agotado y me puse el pijama delante de Jessie, ella ya me había visto antes desnuda y no creo que haya pasado nada, somos amigas. Ella hizo lo mismo, nos acostamos y mi móvil empezó a vibrar.

Las apariencias engañan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora