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─¿Estás loco? ─grité mientras corría hacia el lobo.

No podía creer lo que acababa de ocurrir. De un momento a otro...

El lobo no estaba muerto, pero sus preciosos ojos negros tenían un toque vidrioso. Estaba jadeando. Hizo un inútil esfuerzo por levantarse pero volvió a caer. Enterré mis manos en su pelo en busca de las heridas. No encontré más que unas gotas de sangre, y entonces caí en cuenta que Sanjoy había disparado con dardos, no con balas.

─¡Lo tengo! ─le oí exclamar.

Giré la cabeza hacia él. Sujetaba un radio a lo militar y hablaba con el. Se acercó a mi e instintivamente formé puños con las manos.

─Tranquilo, no está herido. Solo drogado.

Le di un puñetazo en la nariz y enseguida comenzó a brotar sangre de ella. No conforme con eso le di otro, golpeando su pómulo.

─¡Eres un idiota! ─escupí.

─Jae, traquilízate, por favor ─pidió mientras trataba de controlar la hemorragia nasal que le había causado─. No iba a hacerte daño ¿de acuerdo? Solo quería que él lo creyera.

Intenté patearlo pero esa vez si pudo esquivarme.

─¡Hey! ¿Puedes dejar de intentar golpearme? ¡Dios! Solo estaba fingiendo. Quería que él pensara que estabas en peligro.

Estaba más que claro que ese golpe que me había dado en la espalda fue lo bastante real para mí.

─¿Acaso te estás oyendo? ¡De verdad me lastimaste, idiota!

─Eres tú quien no está escuchando, Youngjae. Yo quería al lobo y sabia que el vendría si te encontrabas en peligro.

En definitiva Sanjoy estaba loco. ¿Por qué creía que la misión del lobo era protegerme? Si, de acuerdo, de alguna manera habíamos formado un cierto lazo después del ataque del oso, pero seguía siendo un animal salvaje, no un perro domesticado.
Nadie pudo haber adivinado que el lobo acudiría cada vez que yo necesitara ayuda. Si, había llegado en el momento justo por segunda ocasión. Pero todo era una gran coincidencia.

Me encontraba en estado de shock al ver al lobo, pero también estaba furioso con Sanjoy.

─Toda esas estupideces del tiempo a la luz de la vela y el ser amable conmigo, no eran más que un plan para atraer al lobo, ¿cierto?

No me molesté en ocultar mi furia al hacer la pregunta. Lo que Sanjoy había hecho era inaceptable. Atacarme de esa manera para utilizarme de carnada... era inhumano.

─No, Youngjae ─respondió con una mirada triste que no me tragué─. Me gustas de verdad. Pero tenemos algo muy importante que hacer, y necesitamos que nos ayudes en esto.

Apenas si podía pensar con claridad. El enfado era la consecuencia de mi orgullo terriblemente mutilado y arrojado al vacío.

Sanjoy se acercó al lobo y el instinto de protección me inundó. Enseguida lo aparté de un empujón. La hemorragia de su nariz ya había parado, pero no me molestaba activarla nuevamente si era necesario.

─¡Aléjate! ─exclamé quedándome entre él y el lobo.

Pero Sanjoy no parecía estar atento a mis palabras. Estaba hipnotizado por el lobo.

─¡Mira lo grande que es! ¡Y lo humanos que son sus ojos! Todo lo demás cambia, pero los ojos siguen siendo humanos. Es exactamente tal y como él me dijo que sería.

─¿De quién demonios estás hablando?

Antes de que Sanjoy pudiera responder, oí el crujido de la maleza siendo pisoteada por alguien. De entre los árboles surgieron Jungsoo y Chiyeol, que cargaban con una jaula de barrotes de metal que, por su tamaño, sabía que era lo que se llevaba dentro del cajón de madera que habíamos estando arrastrando por el bosque.

El profesor Deb los seguía de cerca. Se adelantó y le sonrió a Sanjoy.

─Buen trabajo, hijo.

─Gracias, papá.

El profesor pareció tardar en notar las -increíbles y perfectamente visibles- heridas en el rostro de su hijo. Y cuando lo hizo, me miró con odio. Ví sus intenciones de acercarse a mí, pero Sanjoy lo detuvo diciendo que estaba bien, y que no lo había hecho a propósito solo que había estado muy asustado.

No pude hacer nada contra 4 personas para evitar que le pusieran un bozal al lobo y lo encerraran.

─Le di un par de dosis de tranquilizante. Debería estar inconsciente con esa cantidad ─planteó Sanjoy. Quise golpearlo de nuevo.

─Perfecto, está lo suficientemente drogado para que podamos manejarlo.

─¿Que le harán? ─cuestioné con odio.

El profesor me miró como a un estorbo y respondió:

─Estudiarlo, naturalmente. ¿Tú que harías con un hombre lobo sino?

×××××

Me pensé muy seriamente si dejarlo largo o cortarlo, pero así cortito queda perfecto. Ya tienen para ser felices por el resto del año uwu.

¡El lobo no estaba muerto! Jajajaja se la creyeron wuuu 👀🎉

Sean víctimas de la maestra del engaño.

Bueno, ya. Bien ridícula.

Nos leemos en la siguiente actualización ❤

12.06.19

#1GO MOONLIGHT || 2JAE ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora