🌗22🌓

671 101 44
                                    

Dicen que el enojo ciega. Pues bien, yo estaba dispuesto a darle una buena paliza a Sanjoy y a su padre con los ojos vendados.
Sin embargo, me aterrorizaba lo que pudiera ocurrirle al lobo en consecuencia de mis actos.

Tenía que actuar con normalidad. Tenía que causarles la impresión de que aceptaba su absurdo plan y de que podían confiar en mí.

En ese momento Sanjoy estaba tostando un malvavisco, lo cual me pareció insólito. Después de unos minutos me ofreció el dulce perfectamente tostado. Me lo pensé muy bien y decidí actuar. Le sonreí abiertamente, tomé el malvavisco y me lo comí.

─¿Lo ves, papá? ─dijo Sanjoy─. Te dije que en cuanto lo comprendiera, sabría ver el valor de nuestro trabajo.

El profesor Deb me lanzó una mirada suspicaz, así que yo esbocé una sonrisa y dije:

─Usted es un auténtico genio.

El pecho del profesor pareció inflarse con orgullo, y acto seguido comenzó a parlotear durante un rato acerca de todo el dinero con el que se iban a hacer en cuanto descubrieran el secreto de la transformación de los hombres lobo.

─¿Entonces cree que hay más como él? ─pregunté, fingiendo interés en sus absurdas ideas.

─¡Ah!, claro ─contestó.

Desvíe la vista hacia la jaula. Chiyeol estaba ahí de pie, de guardia.

─Pienso que deberían darle, si quiera, un poco de agua. No nos conviene que se muera.

Sanjoy sonrió con suficiencia.

─No, está lejos de morir ─aseguró el profesor─. Ahora mismo es preciso que se debilite para que retome la forma humana. Necesita mucha energía para permanecer en la forma de lobo.

─¿En qué se basa para afirmarlo? ─repliqué tratando de sonar impactado, no furioso.

─Es lo lógico.

─¿Y si la forma natural es la de lobo, y para lo que necesita de energía es para permanecer como humano?

Al principio no trataba más que dar conversación pero sus palabras me habían producido un escalofrío. Yo no creía en ninguna de sus teorías. Pero, ¿y si eran ciertas? ¿No sería fascinante cambiar de forma? Pensándolo mejor ¿Y si en realidad era una pesadilla? Yo apostaría a eso porque desde la muerte de mis padres, yo me había pasado los años siguientes tratando de encajar con el resto. No podía imaginarme lo terrible que seria ser completamente distinto a los demás.

El profesor Deb se detuvo a considerar mi pregunta y después esbozó una de sus grotescas sonrisas.

─Tienes razón, tendremos que hacer algunos experimentos para averiguarlo. ¿Qué fue primero, el lobo, o el humano?

Debí haberme quedado cayado. Le había provocado curiosidad, lo que llevaba a que sus deseos de experimentar con el lobo aumentaran. Y no era lo que yo quería

En un instante, Sanjoy me tomó la mano.

─No te preocupes demasiado. En dado caso de que sufra algún daño, será por el beneficio de todos.

Por supuesto. Porque el que le haya disparado nos curaba de muchas enfermedades.

Estampé una sonrisa falsa en mi rostro y contesté:

─Si, yo lo entiendo. Eres un buen chico, Sanjoy. Tenerte como novio es tener una suerte tremenda.

─El helicóptero estará aquí al amanecer ─advirtió el profesor Deb─. Tenemos que desmontar todo el campamento antes de que lleguen. Así que será mejor que nos acostemos pronto.

#1GO MOONLIGHT || 2JAE ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora