Tus labios son puertas abiertas de una habitación con frases sobre las paredes. Corro rápidamente y leo la primera que se cruza con mis ojos "Siento lo mismo que tú sientes" ; Apenas la termino y busco otra pero las demás han desaparecido y de la anterior solo queda una linea borrosa que ya no se puede enfocar para luego desaparecer también, ya no queda nada de esta frase. Te beso nuevamente, se abren las puertas y aparecen las frases de nuevo sobre la habitación pero cada vez duran menos y se atenúan en menor tiempo haciendo casi imposible descifrarlas; entonces pienso que es mejor que tus labios me digan todo lo escrito y te pregunto "¿Vos me querés?" - "Sí" respondes y aunque tu alma también ya me lo ha dicho antes percibo que uno de los dos finge con un ligero tono de sarcasmo. Intuyo que ha sido tu boca pues tu alma y la habitación me hicieron sentir la misma sensación, la misma emoción, considerando así la posibilidad de que sean lo mismo.
¿Pero por qué tus palabras no me hacen sentir así? Pienso en esto al mismo tiempo que te beso cuando de repente me golpea la frase "te quiero, pero no como vos esperas que te quiera"; Entonces ahora la habitación es lo mismo que tu boca y que tu alma. Me confundo tanto que golpeo las paredes impulsado por la frustración, cierro fuertemente la puerta y nuestros labios se separan.
Te miro a los ojos, agacho la mirada, me frustro. Nacen dentro de mí unas enormes ganas de huir de ti, de no quererte y cuando el odio es incontenible poso mi mano sobre tu mejilla muy suavemente, tu mirada encuentra la mía y mis labios los tuyos, cierras los ojos, cierro los ojos, todo es oscuridad, al fondo está una puerta y yo la conozco bien. Pienso en que es mejor volver pero mi mano ya ha girado la manija y uno de mis pies ha dado un paso, entro a la habitación, hay frases sobre las paredes, leo la primera que veo: "Siento lo mismo que vos sentís" y sonrío, estúpidamente.
